𝘿𝙤𝙣'𝙩 𝙇𝙚𝙖𝙫𝙚 𝙈𝙚 🔥 ʍʏɢ

P R Ó L O G O

⚠️ADVERTENCIA ⚠️

Este contendido puede ser algo delicado para personas sensibles ya que contiene  violencia física, leer bajo su propia responsabilidad.

A esa edad me encantaba jugar a las muñecas, es lo que normalmente hacia todas las tardes, encerrada en mi habitación, sola... Pues en el pueblo en el que vivía no habían muchos niños o niñas con quién jugar, no importaba, pues mi madre me decía que el mundo exterior era malo, que había personas malas y que era mejor estar sola que mal acompañada.

Me agradaba estar en mi habitación por las tardes, pero algo que no entendí aquella tarde... Fue cuando mi madre me susurró "Quiero que te quedes en silencio, hasta el amanecer", era muy pequeña para entender, pero ahora puedo procesar esas palabras con claridad... entendiendo todo, que ganas de borrar mi memoria, ese miserable recuerdo que ahora me atormenta por las noches.

Yo solo asentí, inocente. Me fui a mi habitación y mi madre cerró la perilla de mi puerta con llave, al otro lado de la puerta ella me dijo que esto era como un cuento, que yo era una pequeña princesa encerrada en una torre, esperando a que un príncipe acudiera al rescate para así tener un final feliz, yo inocente sonreí y fui directo a mi cama. Luego de buen rato mi padre llegó a casa, nuevamente ebrio... Pues siempre llegaba de mal humor y gritando, para luego escuchar a mi madre llorar en su habitación. Esa noche estaba asustada, tratando de conciliar el sueño, hasta quedar profundamente dormida.
Lo mismo ocurrió las noches seguidas, cada que se ocultaba el sol mi madre me encerraba bajo llave, pero aquel día todo fue diferente.

Mi madre tiró de mi mano hasta llevarme a mi habitación con prisa, se puso frente mio de rodillas y me tomó de los hombros, se veía bastante nerviosa. Acarició mi mejilla y comenzó a llorar, no entendía para nada la situación, pero aún así estaba asustada. Mi madre me susurró "Te prometo que saldremos de esta, pero por lo que más quieras no salgas de tu habitación" me suplicó con lágrimas en sus ojos, antes de que yo respondiera escuché como azotaban la puerta principal de la casa, sin duda alguna era mi padre; Mi madre me empujó al interior de mi habitación mientras temblaba con las llaves en sus manos, pero no logró cerrar la puerta a tiempo ya que ese hombre que ahora por nada del mundo considero mi padre la tomó del cuello con agresividad y la arrojó al suelo, frente mío.

Luego comenzó a insultarla, que para una niña de siete años eso estaba muy mal, pero no le importó, mi madre le empujó lejos de mi alcance pero él la seguía atacando, yo quede inmóvil mirando todo aquello, sintiendo como mis ojos se humedecían y pecho latía a toda velocidad, luego él la bofeteó y cayó al suelo de inmediato, sollocé su nombre, llamando la atención de ese hombre... Se acercó a mi y jaló de mi cabello, yo comencé a llorar, aterrada, pero mi madre se adelantó antes de que pudiera hacerme algún otro daño, arrojandole un jarrón de cristal a la cabeza. El sujeto cayó al suelo, mi madre ágilmente me tomó en sus brazos y corrió hasta la salida, pero caímos cuando mi padre la alcanzó tomándola del tobillo, me alejé con temor de ahí, pero él se acercó para atacar de nuevo, estaba demente.
Mi madre lo tomó por detrás, sollozando a llanto abierto "¡Es una niña, detente!, "Es tu hija, piedad", "No la lastimes más"... Mi corazón estaba hecho añicos, y aún más cuando él siguió abofeteandole, luego la golpeó con sus puños, causando que el rostro de mi madre sangrara y quedara totalmente inflamado, terminando débil en el suelo. Me encogí en el rincón del pasillo, atemorizada a que ese hombre se acercara a mí de nuevo, y cuando lo hizo me tomó de la muñeca con fuerza, arrastrándome por toda la casa hasta llegar a la cocina, busco entre todas las cajoneras, encontrando una de las bolsas en la que mi madre solía llevar los productos del supermercado.

Me arrojó al suelo y colocó dicha bolsa en mi cabeza haciendo que no pudiera ver nada más que oscuridad, ató esta a mi cuello provocándome dificultades para respirar, luego sentí como mi pecho se sofocaba, mis lágrimas bajaban y mis gritos cada vez más disminuían... Pues estaba a nada de quedarme sin aire, con un apocalíptico dolor surgiendo de lo más recóndito de mi cerebro.

Lo último que puede escuchar fue como mi madre llegó gritando a mí padre, golpes y más golpes, luego unas manos comenzaron a desabrochar la tela que llevaba alrededor de mi cuello, era mi madre, liberándome para poder respirar, no logré moverme, estaba agotada sintiendo el frío suelo.
No escuché más a mí madre, ni la miré... Pues estaba cegada por aquella bolsa en mi cabeza, era mi fin.

Después de un rato, ese hombre seguía rondando por la casa, sentí su presencia cerca y escuchaba como vaciaba un líquido por todos lados, que por cierto llegó a arrojarme también, gasolina. Ese hombre hizo arder la casa entera.

Mi cuerpo no pudo más y me desmayé, pero luego sentí el calor arder por todo mi cuerpo, reaccioné de inmediato, lloraba de dolor, pero no pude hacer nada, y quedé inconciente nuevamente, resignada a morir.

Ahora veo que mi madre tenía razón, siempre había personas malas... Pero nunca creí que aquel hombre, que era mi propio padre era más que eso, era un completo monstruo.

Actualmente estoy bien, pues sobreviví a ese gran incendio en mi antiguo hogar causado por ese bastardo que actualmente está en un hospital psiquiátrico, dejándome cicatrizada tanto físicamente como sentimentalmente. Para mí mala suerte, fui la única que logró estar con vida, mi madre murió golpeada, apuñalada y hecha cenizas ese día.

Solo tenía siete años en aquel entonces... Me sorprende haber pasado aquello siendo una niña tan pequeña que no entendía el mundo. Agradezco a mi madre por tratar de protegerme durante ese tiempo y por cuidar de mi, lamentablemente no pude tener un final feliz como los cuentos de hadas.