Choi Eunsol, una jovén con tan solo 19 años con un pasado terrible, es una chica sensata, desconfiada de las personas a su alrededor decide independizarse y seguir adelante a pesar de todas las trágicas experiencias que ha vivido, pero en una de ell...
Habían pasado los cien días de pareja, ya saben... Celebrar el amor y blah blah, algo muy empalagoso para mí gusto pero con Yoongi... Valía la pena.
Había conseguido el regalo perfecto para Yoongi, Soa era muy creativa y me ayudó con ello, espero le guste tanto como me lo imagino.
Llevaba mi ropa casual pero especial para la ocasión y me arreglé solo un poco:
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Seguía mi camino por el vecindario de Yoongi, si, quedamos en tener una pequeña cita en su casa, un picnic nocturno, al fin y al cabo su jardín era demasiado amplio y estético para realizarlo cómodamente. Me pare frente la entrada, para mí era muy frustrante llamar al timbre milésimas veces, así que decidí llamarle por teléfono.
Luego de unos minutos, salió para recibirme. Mi lado acaramelado y revoloteador salía a relucir cada que miraba a Min Yoongi, me había vuelto tan débil... Pero me agradaba sentir eso por él.
— Hola Eunsol — Me dijo con una sonrisa tierna, vestía casual pero con estilo, como siempre.
— H-hola... ¿Cómo estás? — Le hablé con timidez, como respuesta me jaló de la muñeca hasta chocar su pecho con el mío dándonos un abrazo.
— Feliz, estoy feliz... — Me susurró. Sonreí con emoción y me separé un poco para verle.
— Toma, este es mi regalo — Le dije extendiendo una pequeña caja, Yoongi me miró con asombro.
— Oh gracias... — Respondió emocionado — Entra, te daré el tuyo cuando empecemos nuestro picnic — Me dijo mostrando una leve sonrisa extendiendo su mano al interior de la residencia y entramos.
...
Eran alrededor de las 11:00 pm, si, tarde por aquello de mi trabajo, pero nada era imposible para nosotros, para estar juntos.
Nos dispusimos a sacar las cosas al jardín para el picnic nocturno, una manta cuadriculada, bocadillos, una botella de vino, Yoongi encendió los pequeños candelabros que colgaban de los árboles de su jardín y nos sentamos con emoción para pasar el rato.
Miré a mis alrededores — Esto es demasiado de película romántica... Y las películas románticas son... Gusto culposo — Dije entre risas y Yoongi rió.
— Créeme... Tampoco me imaginé llegar a esto — Dijo mientras destapaba la botella.
— Creo que... Negamos nuestro gusto por lo romántico... — Le dije risueña.
— Tal vez — Volvió a reír y sirvió el vino en las copas — Antes de que empiece este picnic... Me gustaría abrir los regalos.
— Oh de acuerdo, hagámoslo — Le dije sin problema y él me extendió la bolsa de regalo, mi obsequio.
— Gracias por ser mi pareja, espero te guste mi regalo... Linda — Me dijo con timidez y tomé el obsequio algo nerviosa.
— Gracias por soportarme — Le dije y Yoongi se echó a reír — Ya tienes mi obsequio, ahora a abrirlos.
