•Propiedad de Jeon•[JJk&Tu]

25.

Aún con las manos en mis bolsillos, caminaba por los oscuros y silenciosos pasillos de la propiedad.

Con mi cabeza en otra dimensión, choqué con el hombro de YunHo que hacía instantes había visto pero le había restado importancia alguna.

-Mira por donde caminas- soltó por lo bajo, logrando que lo mirara de reojo con desprecio.

-Mira lo que haces y como hablas- hablé lo suficiente alto para que me escuchara.

Doblé al final del pasillo y solté un pasado suspiro, no se cuantas veces había suspirado hoy pero sentía que esto me quitaba todo los problemas de encima, aunque solo fuera por unos segundos.

«Pov Tn»

Y ahí estaba yo otra vez, de pies cruzados sobre la cama mientras veía la puerta blanca frente a mi.

-¿Donde estás?- susurré por lo bajo, esperando a que el pelinegro cruzara por esa puerta de una vez.

Apoyé mi rostro en mi brazo derecho, cual se encontraba sobre mi rodilla, alzando la mirada para así poder encontrarme con el reloj de pared que había sobre el marco de la puerta.

No hacía mucho tiempo desde que entré a la habitación, pero cada vez que miraba el reloj me parecía una eternidad, no tenía ni idea de como el sueño no llegaba a mi  a pesar de la hora.

Aplané mis labios en una línea recta bajando mi mirada hasta el suelo, con una notable e inconfundible cara de aburrimiento. Dejando que todo lo que ocurrió en el día, inundara mis pensamientos.

"Y yo no soy correspondido". El beso, su amabilidad hacia mi, su promesa de sacarme de aquí, el enojo de sus palabras cuando algo se trataba o venía de JungKook, el reclamo indirecto del beso... Todo, absolutamente todo, decía que le gustaba a TaeHyung.

Y eso era lo que me llamaba más la atención de lo sucedido. El que yo le gustase y él a mi no. Era un chico que en cualquier lugar podía ser admirado por su belleza, tenía un carácter genial y se podía decir que era una buena persona.

Inevitable el no enamorarse de él.

Siendo sincera, al principio una parte de mi comenzó a tratarse de TaeHyung solamente, queriendo verlo y estar con él todo el tiempo. Pero eso se vio interrumpido cuando comencé a pasar más tiempo con JungKook, así logrando que todo a mi alrededor comenzara a rodar con respecto a él.

Me dejé caer hacia detrás soltando una gran bocanada de aire para así tomar un almohada y colocarla entre mis brazos donde la abracé con fuerza.

No tardé ni un segundo en reconocer la voz de JungKook y como si se tratase de un rayo ya estaba de pie junto a la cama, mirando ansiosa el material blanco.

-¡Sueltame joder!- exclamó -Ese imbécil se va a arrepentir de haber puesto un pie en esta casa.

-Deja de decir idioteces y entra de una maldita vez a la habitación.

-¿Lo estás defendiendo?- preguntó incrédulo y con ese toque de burla característico de el.

-No estoy defendiendo a nadie, ni siquiera me importa lo que pase con ese chico- habla JiMin, tan calmado pero a la vez tan agrio -Solo me estoy hartando de la puta actitud que estás tomando, te estás convirtiendo en la copia de tu padre y no dudaría en decir que volveré a verte matando personas por pura diversión.