14.

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En toda mi vida nunca me había agradado que me llamaran rata, pero ahora esta era la excepción. Cuando una chica completamente ebria me dice rata cada cinco minutos sin dejar de tocar la punta de mi nariz, era una escena completamente tierna.

-Alguna vez te dije que eres magníficamente hermoso- escucho sus susurros nuevamente.

Asiento con una sonrisa en mis labios.

-Es la novena vez que me lo dices en la noche. 

-Jungkook.

-¿Huh?

-¿A donde vamos?- pregunta -Ya no quiero caminar mas.

Voltee a ver sus pies y estos torpemente daban pasos a pesar de yo estar ayudándola. Reforcé mi agarre en su cintura y sostuve su mano derecha que rodeaba mi cuello, cayendo en mi hombro.

-Vamos a casa- le hablo con calma -Cuando lleguemos, juró que podrás descansar todo lo que quieras.

Asiente levemente con los ojos entre abiertos.
Caminábamos una vez más por las desiertas calles debido a las altas horas de la noche, estaba intranquilo ya que no llevaba una arma conmigo y Tn aún no era consciente de lo que hacía o decía. Los azules podían aparecer en cualquier momento.
Faltaban unas pocas calles más para poder llegar a la mansión de mi padre y por fin estar tranquilo. 

-¿Me puedes llevar?- deja de caminar inesperadamente.

Alcé una ceja, sin saber porque la insistencia de querer dejar de caminar. Yo no podía ayudarla mucho, mi espalda pedía a gritos un masaje y una buena siesta.

-Descansa un poco ¿si?.

Como si fuera lo que tenía en mente desde que salimos del club, se sentó en la acera apoyada a la muralla de una casa lujosa, como lo eran todas en esta zona.

-Cargame- pide con un leve puchero en sus labios recientemente mojados por su lengua.

Curvo hacia arriba la comisura derecha y niego con mi cabeza.

-Rata insensible- se queja sobando su abdomen.

A mi el alcohol me hacía hacer cosas estúpidas y reír como idiota, pero jamás me había sobado el abdomen como si tuviera deseos de comer un buen sándwich de helado de chocolate con vainilla, migajas de galletas del mismo sabor y gran cantidad de chispas de colores, mientras una gran barra de chocolate blanco adornaba deliciosamente el majestuoso postre. La boca se me hace agua de solo pensar en eso.
Pero ella ¿Tenía hambre? o ¿Le dolía la pansa?

-¿Tienes hambre?- pregunté colocándome a su altura y negó -¿Te duele?

Asiente y me sentí aliviado, no tenía la mínima idea de donde sacar comida.

-Espera aquí...yo....iré en busca de un baño público. No te muevas.

Me enderecé para mirar a todos lados, lo único que había eran más y más casas lujosas con murallas, y pequeños faroles.

¿A quién se le ocurre buscar un baño público en una zona repleta de viejos millonarios?

Apreté mis labios en línea recta y tardé unos minutos en pestañear ¿Ahora que hacía? Me volteé a ver a la princesita cuando esta interrumpió mis pensamientos con un quejido.

-Como quieres que entre a un baño público, no he comido nada en horas- suspiró - rata...

Ahí venía un insulto. Venga dislo, di rata estúpida, di rata estúpida y te dejo aquí, en medio de la calle a altas horas de la noche como la rata estúpida que soy.

•Propiedad de Jeon•[JJk&Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora