nuevamente en el bar

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-          Si, si seré capaz de hacerlo, déjala en paz no quiero que ella sea lastimada por un idiota como tú.

-          No volverá a pasar lo mismo becca, cuando paso eso enloquecí

-          Eres un miserable, que me dice que no le aras lo mismo.

-          La amo becca!!! Cambie becca, cuando llegue aquí ella me hizo cambiar.

-          Por favor JD- hablo más calmada.- JD dime porque ella, no quiero que te haga o le hagas daño no quiero que se hagan daño.-

-          Prima, la amo.- escuche la voz de JD quebradiza.

-          JD cuando se entere de lo que hiciste  no te lo perdonara, la conozco hace más de 5 años.-- no pude más con esto decidí entrar ellos voltearon a verme impactado.

-          OJOS….

-          No me digas así - dije.-¿Me mentiste? Me  Ocultaste algo grande.

-          Yo…

-          Sándara!!-  hablo Scott apareciendo por la puerta.

-          Ahora no Scott, dime que  hiciste. O que me ocultaste.- grite, no sabía porque estaba enloquecida no era nada de JD pero me gustaba podría decir que… lo amaba, ¿en tan poco tiempo puedes amar a alguien? eso me preguntaba desde el momento que lo vi.

-          Sándara sal de aquí.- me advirtió Becca. Voltee a ver a JD quien me miraba con pena. Con dificultad,

-          JD!- dije.

-          Largo Sándara.- me quede en blanco JD me dijo que me fuera que me largara. su voz se escuchaba quebrada y triste, yo quería llorar. Me fui corriendo de ahí, escuche a Scott decirle “idiota” y fue tras mío.

Estaba en mi habitación dormida, escuche un ruido por mi ventana por un momento pensé que JD podría aparecerse en mi ventana, pero solo era un ruido a fuera tal vez un gato o un perro, tal vez el aire golpear mi ventana. Había pasado 2 semanas desde que eso paso, JD me volteaba  a ver muy poco y becca y yo hablábamos menos, me juntaba más con alekey en receso en la universidad, Scott iba de vez en cuando a comer con nosotros, al día siguiente en la mañana papá discutía con Emily, diciéndole que lo tenía arto por las tonterías de ella, como siempre me ponía al margen, si supiera que no soy tan santa como me dice, hace dos semanas dormí con un chico que conocí menos de dos meses. Y ahora ni si quiere me voltea a ver, baje a la cocina ya arreglada para ir a la universidad, la abuela me vio y fingió una sonrisa, sabía que fingía no podía creer que mi familia fuera una mierda. Delante de la gente era la mejor familia que pudo existir en San Francisco  pero la verdad era una mierda. La hija mayor se metía en problemas cada dos de tres, la hija menor era una maldita hipócrita que trabajaba en un lugar mal visto, en un bar en las vacaciones, cuando mamá murió quedamos con ciertas deudas, que supe mientras crecía. Y aun no pagábamos, con el sueldo de mi padre no alcanzaba, así que me mentí a trabajar en un bar de mala muerte no era mucho lo que me pagaban pero era algo.

-          Buenos días mamá- ella se giró y me sirvió un vaso de jugo de naranja

-          Buenos días.- le di un sorbo y me dirigí hacia ella dándole un beso en la mejía.- es temprano te iras ya?-

-          Pasare a la biblioteca. 

-          Bien pero debes de comer algo.

¿morirías... por amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora