¿Gatita? ¿Hada?

41 3 0
                                    

-        Generalmente no provoco eso en las chicas, y sabes, me alegra que por Fin una                         gatita como tú, le provoque vomitó.--- sonrio, mirandome a los ojos.

¿Gatita? Me acaba de decir gatita, ese cretino de mierda me las pagara, como se atreve a decirme gatita como si fuera un maldito animal que aventaba pelo por la boca cada vez que tocia. Maldito hijo de puta, como lo odia ni siquiera llevamos 48 horas de conocernos y ya me repugna.

-          ¿Te acompaño?—dijo de repente, ese chico sí que era extraño, como se atrevía a decirme de esa manera, cuando me llamo gatita.

-          No! Como te atreves imbécil.—dije,

-          Bien, por dónde  vives. Mira que eres afortunada, no subo a cualquier chica a mi moto.

-          ¿Chica? A se unos segundos me has llamado gata!!

Él negó, negó varias veces.

-    Nunca te dije gata, te dije gatita, un pequeño apodo pero no te queda, así que ye me buscare otro.—sonrió.—venga te llevo, eres afortunada, en serio, no subo a nadie en la parte trasera de mi moto.

-          Hay! -- toque mi corazón.—que privilegio.—dije sarcástica

-          Anda Hada, deja que te lleve.- me pare en shock

-          ¿Perdón cómo me dijiste?—voltee a verlo.

-          Hada, ¿no te gusta? Te dije que me buscaría otro ese te queda bien HADA!

-          No.

-          Bien.. hada te llevo.—volvió a pedir, resaltando la palabra HADA.

Para ser verdad mi casa quedaba demasiado lejos y no traía dinero para un trasporte público ni mucho menos para un taxi y me daba flojera esperar a mi padre que saliera, maldita sea la hora que Scott  me dejo en la  universidad y se fue a quien sabe dónde lo más probable a tener sexo con una desconocida, podría volver a la universidad y pedirle dinero a mi padre, pero me dio flojera.

-          No, vivo cerca.- mentí, él sonrió, sabía que yo mentía,

-          Mentira por aquí no hay casas, la más cercana queda como a 100 kilómetros.

-          No exageres, puedo ir caminado a mi casa.—dije mientras retomaba el paso,

-          Bueno tal vez exagere, pero estamos en la Universidad  más alejada de la sociedad. No te hagas del rogar y sube.

-          No quiero Jeremy entiende. —el paro su moto en frente de mí, se bajó de ella bruscamente me tomo del brazo.

-          No me vuelvas a llamar así. —me asuste, él vio mi rostro de asustada y me soltó mirándome preocupado. —perdón, si no quieres está bien.

El subió a su moto poniéndose en casco, prendió la moto tome su brazo.

-          Mm JD!...

-          Toma!—se quitó su casco y me lo extendió a mí.

-          Pero tú…

-          No importa póntelo. —me puse el casco y me ayudo a subirme.

Arranco la moto sin decirme que me sujetara, tome su torso con mucha fuerza cuando arranco, cuando tome su abdomen sentí su bien cuerpo marcado, me dio escalofríos por estar tan pegada a él, llegamos a mi casa tras haberle dicho por donde era, le entregue el casco con una sonrisa.

-          Mmm…

-          De  nada.- sonrió. Ambos sonreímos. Era la primera vez que ambos sonreíamos.

-          Gracias JD—asintió con una sonrisa.

-          No es nada, es un placer hada.

-          ¿JD?

-          ¿mmm?

-          Cuando dije Jeremy ¿por qué reaccionaste así?—él me volteo a ver,

-          No importa me voy bye, hada.

Me quede pensando porque reacciono así cuando  mencione su nombre, entre a casa mamá estaba en la cocina, bueno no era mi madre si no mi abuela, mamá murió cuando yo tenía 8 años si no es que menos y la abuela se encargó de mi hermana y de mí, cuando mi padre trabajaba.

-          Ya llegue mamá Go. – ella se asomó y sonrió.

-          ¿Cómo te fue hija? Levante las manos ya vamos a comer  y ¿Scott?

-          Hoy no pudo traerme.—dije mientras me dirigía al lavabo de la cocina.

-          Pero si has llegado temprano, ¿Quién te trajo? ¿ya le hablas a becca?

-           Vine en taxi, no he visto a becca.—abrí la llave y me unte jabón, un segundo después ya mis manos habían quedado limpias.

-          Bueno no importa siéntate.—hice caso, esperaba con ansias la comida de mama GO.

Me senté en la silla para empezar a comer cuando iba a dar una cucharada a la sopa Scott entro a  casa.  Mamá se paró rápidamente yendo con él

-          ¿Scott? ¿Hijo que te paso?- grito la abuela voltee a verlo estaba muy golpeando, me sobresalte y fui corriendo con él.

-          Scott ¿Qué te paso?

Scott no podía ni hablar estaba tan golpeando que tosía sangre fui por el botiquín de primeros auxilios que tenías en casa, empecé a desinfectar las heridas que tenía sobre él rostro, la abuela fue a llámale al doctor. Cuando llego él doctor lo reviso dijo que estaría bien. Rato después Scott se miraba mejor , se había quedado dormido, después de unas tres horas despertó.

-          Scott!! Que te paso ¿estás bien?—dije preocupada.

por favor comenten, para segui subiendolos o no!!

¿morirías... por amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora