Capítulo treinta y tres: Burbuja.

92 10 1
                                    

Íbamos por el pasillo. Y antes de que llegáramos al gimnasio, el timbre sonó, y de repente una río de gente nos arrastró, haciendo que nos separemos. Lo busqué por todos lados, y luego lo vi a lo lejos. Él también me buscaba con la mirada, y cuando las encontramos, presionó sus labios, impotentes, en forma de disculpa. Yo negué con la cabeza. Le grité que luego lo veía y pareció escucharme, porque asintió y me sonrió.

Nos alejamos, y yo me dediqué a buscar a mis amigos. Luego de un rato, los encontré en las más altas gradas y corrí hacia ellos.

-¡Hey!

-¡Natalia! -gritó Lauren cuando me vio.

-¿Qué hacen aquí?

-Esperamos a que la marea baje. ¿Está bien?

-Emm, sí. Algo aturdida por los empujones, pero bien.

Ellos asintieron y me senté al lado de Simone. Ella me recibió con una enorme sonrisa, que devolví instantáneamente.

-¿Qué tal el escape?

Me sonrojé enseguida.

-Estuvo... Bien. Sí, ¡muy bien!

Ella me miró pícara y luego rió.

-No sabía que tenías novio. De verdad que hay mucho por contar.

-Emm... N-no es mi novio. -Simone arqueó las cejas.

-¿Ah, no?

-No. Pues, no me ha pedido que sea su novia.

-¿Cuánto llevan saliendo, o sea, cuánto llevan así?

-Desde el viernes. -miré mis pies.

Ella soltó una carcajada y me dio un pequeño abrazo.

-¿Y eso es lo que te preocupa?

-Ah, bueno... No sé.

-Nata, es que está buscando la oportunidad, ¿no te das cuenta? no llevan nada. No te preocupes por eso. Tampoco lo presiones, ¿se lo has dicho?

-¡No! ¿estás loca?

Simone volvió a reír. Era muy risueña.

-Pues no lo hagas, deja que las cosas fluyan. ¿desde cuándo se conocen?

-No sé, más o menos cinco o seis meses.

-Ah, y te gusta.

Fruncí el ceño.

-Por supuesto, no voy dándole besos a cualquiera.

Ella me miró por un momento, y luego empezó a reír. Seguimos hablando de Cristóbal, de ella, y de mí. De pronto apareció Abigail, la única chica que conozco que se ve sexy y atractiva con gafas de marco negro y ancho. Lucía tan elegante, como ella misma. Cautivaba las miradas de todos, con su cabello liso y rubio oscuro calléndole por los hombros, y su cara de muñeca. A pesar de semejante belleza y antipatía, era muy inteligente. Algo verdaderamente envidiable. Otra pretendiente de Cristóbal, ¿Por qué se habría fijado en mí?

-¿Quién es? -Simone interrumpió mis pensamientos, y luego me di cuenta de que las dos estábamos viendo a la misma persona.

-Ah, ¿ella? -asintió-. Es Abigail, ¿no la recuerdas?

-¿Abigail?

-Sí.

-¿De verdad? -asentí-, Vaya, han cambiado muchas cosas desde que me fui.

-Sí, pero ella sigue siendo la misma perra de siempre. -Simone rió.

-No me.sorprende, la verdad.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 28, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The twilight of our love (Re Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora