Una punzada en la cabeza despertó al castaño; quería abrir los ojos pero el dolor no lo dejaba así que abrazo más su almohada. Pero luego se dio cuenta de que eso no era una almohada. Su pecho estaba pegado a la espalda de alguien. Con determinación obligo a sus ojos abrirse y al ver la mata de rizos enfrente de su cara las nauseas se hicieron presentes y se levantó corriendo al baño. El rizado, por su parte, se sintió solo cuando los brazos de Louis dejaron de abrazarlo, así que se levantó, se puso su bóxer y se encaminó al baño.
Las arcadas provocaron que los ojos de Louis se cristalizaran recordándole que no debía volver a tomar tanto. Sintió como el chico que estaba a su lado en la mañana entraba al baño y alejaba los cabellos que caían en su frente y sobaba su espalda. Dio una última arcada y sintió que su estómago estaba completamente vacío. Volteó a ver al chico e inmediatamente deseo no haberlo hecho. El chico era nada más y nada menos que Styles. Quiso llorar pero supo que eso no resolvería nada y mucho menos lo haría porque el rizado lo veía con una sonrisa tierna.
—¿Te sientes mejor? —iba a asentir pero luego negó y terminó por echarse a llorar en brazos del rizado— hey ¿Qué pasa? —preguntó el rizado envolviéndolo en sus brazos— tranquilo, todo está bien.
—No debí haber bebido tanto —dijo entre sollozos. Fragmentos de la noche anterior se hicieron presentes en su mente: Harry y él bailando, besándose, desnudos… todo gracias a su familia.
—¿No te irás verdad? —preguntó el castaño. Harry tomó la sabana y los envolvió a ambos para luego poner su cabeza en el pecho de Louis dónde dejó un beso y abrazó su cintura al mismo tiempo que él castaño lo abrazaba.
—No, no lo haré.
Le había pedido que se quedara y se quedó y eso solo lo hizo llorar más. Se dio cuenta de que estaba desnudo y comenzó a reír de sí mismo y el rizado lo miró confundido.
—Soy un desastre —se limpió las lágrimas y enfrentó la mirada del ojiverde.
—Todos alguna vez hemos sido un desastre —le contestó con un sonrisa— ¿Quieres hablar de ello? —Louis se lo pensó un momento: decían que contar a los extraños tus penas es bueno, pero ese extraño era como el archienemigo de su familia. Su familia, esa misma que lo había llamado traidor sin escuchar explicaciones, así que la decisión estaba tomada, además solo era una charla, ya habían compartido fluidos aunque sonara asqueroso.
—Pero primero tomaré una ducha y tú deberías hacer lo mismo, te prestare algo de ropa —Harry asintió y salió del baño para dejar que Louis se duchara a gusto. El agua cayó en su cuerpo refrescándolo y demoró más de lo que debía. Cuando salió envolvió una toalla en su cintura y salió al cuarto donde el rizado estaba sentado en la orilla de la cama, se acerco y se sentó a su lado.
—Mierda —exclamó e inmediatamente se levantó.
—¿Todo bien? —preguntó el rizado preocupado.
—Me duele el trasero —ambos comenzaron a reír y el castaño sacó ropa de su armario y se lo dio al otro chico— es lo más grande que tengo, espero te quede.
—Con esto basta —Harry dio un paso y antes de irse, besó la frente de Louis para luego sonreírle y volver su camino al baño. Eso desconcertó por completo al castaño, quien sonrió tímidamente y comenzó a cambiarse.
***
—¿Ya me dirás lo que pasa por esa cabecita? —Louis dio un saltó por el susto y vio al rizado; su ropa le quedaba algo ajustada y sin duda esos eran los mismo pantalones del rizado, por lo que supuso no le llegaron ni a los tobillos los suyos, y es que Harry tenía unas piernas muy largas…
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Manual para padres [Larry Stylinson] [M-preg]
Fanfiction-¿Y-y quien e-es el pa-padre? -preguntó con temor el ojiverde. La mejor amiga del castaño sonrió nerviosamente y movió sus manos de izquierda a derecha. -Felicidades. Vas a ser papá.