POV Daniela Walsh
Me levanté demasiado tarde aquel día.
Después de la llegada de Poché en la madrugada, no dormí ni un segundo. Está de más decir por qué.
Me desperté después del mediodía, y ella aún seguía profundamente dormida. Sabía que cuando despertara se sentiría insoportablemente mal.
Así que después de arreglarme me dediqué a cocinarle un desayuno ligero, le preparé un té. Al final coloqué un analgésico en la bandeja y subí con todo a nuestra habitación.
Cuando entré seguía durmiendo, se veía tan hermosa.
Coloqué todo en su mesa de noche sin hacer ruido, para después acercarme y besar su frente suavemente.
Mi amor por ella jamás dejaría de existir.
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-POV Desconocido
Me situé en frente de aquella pared donde tenía todas las fotos, documentos, y otras cosas.
Todo un trabajo de inteligencia e investigación que había hecho durante unos largos quince años.
Mi propósito...
Destruir a los Walsh.
Pero lo haría desde su núcleo. Desde la persona más importante para ellos.
Daniela.
Y después de tanto tiempo, daría inicio a su destrucción.
Mi plan es provocarle tanto miedo, que la desesperación destruya su mente poco a poco.
-
-POV Daniela Walsh
Llegué a la sede principal de Walsh&Associates y me dirigí directamente hasta mi oficina en el piso superior.
Al llegar, me disculpé con mi secretaria por mi tardanza y me dediqué a adelantar todo el papeleo que tenía pendiente a revisar.
Estaba absorta en mi trabajo hasta que sentí la puerta abrirse y los pasos de alguien acercando, se trataba de mi hermano.
-Hola hermana.- me saludó, se acercó a besar mi frente, lo que siempre fue su costumbre y a mí me encantaba, me hacía sentir protegida.- Estás radiante hoy.
Sonreí.
-Hola. Tú también te ves bien.
-Daniela, tenemos que hablar de algo.- levanté la vista de los papeles- Explícame lo que dijo Laurel en el bar.- suspiré fuertemente.
-No tengo ganas de hablar de eso ahora, Connor. Además no es importante.
-Claro que debe ser importante. ¿Acaso no recuerdas el estado en el que estabas hace unos días?- me miró de manera intimidante, como solo él sabía- Eres mi hermana menor, debo protegerte de lo que sea, y si algo te está pasando exijo saberlo ahora e inmediatamente haré algo al respecto.
-Justo ese es el problema contigo y papá.- alcé un poco la voz- Se creen que no puedo valerme de mí misma, y quieren solucionarme la vida siempre. Ya crecí, Connor. Estoy casada, soy responsable de un niño, de una casa. Es momento de que entiendas de que ya no necesito tu protección a cada segundo.- respiró fuerte y pasó su mano por su cabello en señal de frustración.
-Siempre te protegeré de lo que sea, Daniela.- aunque yo no lo quisiera aceptar, él siempre sería mi héroe- Y sé que algo te está lastimando en este momento, veo en tus ojos tu sufrimiento, hermanita. Dime que pasa y lo solucionaré ahora mismo.
-¡Mi matrimonio está destruido!- grité- Mi esposa me es infiel. Mi esposa se droga y se emborracha casi todos los días porque no soporta su vida conmigo. La mujer que amo me odia.- sonreí- Me odia, y eso me destruye. ¿Que harás al respecto? La única forma de que yo deje de sufrir es que ella desaparezca, y sabes que no te voy a permitir que le pongas un solo dedo encima para hacerle daño, y tampoco dejaré que la alejes de mí.
Se acercó a mi asiento y con fuerza me abrazó.
Sabía que si se lo pedía, haría lo que fuese por mí, pero en este caso no habían soluciones.
-
-POV María José Garzón
Miraba aquel anillo de plata y diamantes que había obtenido quince años atrás.
Ese anillo siempre fue el recordatorio de lo que debía hacer. Era el maldito anillo mi motor para seguir, cada vez que lo veía mi alma se cargaba de fuerzas y de rencor para llevar a cabo todos mis planes.
Hacía quince años que obtuve el anillo. Hacía trece años de que todo mi plan se puso en marcha. Y faltaba muy poco para su desenlace.
Con paciencia tracé cada línea de mi venganza, y con paciencia todo acabaría.
Agarré mi teléfono y comencé a llamar a aquel teléfono encriptado al que pocas personas teníamos acceso.
Cuanto escuché la señal de que la persona me estaba escuchando procedí a dar mi mensaje.
-Todo está listo para el Paso A. Solo falta tu autorización para que los hombres procedan.- le dije.
-Hazlo.- sonreí con gran satisfacción al escuchar, y colgué.
Observé el anillo nuevamente, y también las letras grabadas en él...
D. WalshRealicé la siguiente llamada.
-Tenemos luz verde para el Paso A. No le dejes ni un hueso sano a esa perra.
-Entendido, mi amor.- contestó Mario.
Tres horas después el teléfono de la mansión comenzó a sonar, para informarme de algo terrible.
Mi adorada esposa había sido asaltada y golpeada salvajemente.

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Dark Times
FanfictionUn matrimonio destruido por el odio de terceros. El trato hostil entre dos mujeres. El sufrimiento de un niño por el resentimiento existente entre sus madres. Una venganza. Una venganza en contra de la persona equivocada.