POV Dylan Walsh
Daniela me miraba con furia en sus ojos. Cuando vio que no respondía a sus reclamos, me golpeó varias veces más. Provocando que mi nariz y labios sangrasen. Dolía, cada golpe fue una gota que alimentó mis ganas de matarla.
Pero me contuve.
Como dijo mi padre: Todo a su tiempo.
-¡Ya basta, Daniela!- gritó mi hermano Connor, y ella obedeció enseguida con un grito de frustración por mi falta de respuestas- Dylan...- se acercó a mí- Te lo preguntaré una sola vez.. ¿Por qué le disparaste cuando nos iba a decir algo?
Miré al hombre con el disparo en su frente. Y enseguida me recordó a lo que había pasado años atrás. Ella había muerto igual, con un maldito disparo en su cabeza.
-Dylan, te estoy hablando.- dijo Connor, con su característica voz pausada- Responde.
-Por culpa de él mataron a mi mamá. ¿Qué querían que hiciera?- él suspiró y pasó su mano derecha por su rostro- Por su culpa me quitaron a mi madre.- y las lágrimas salieron de mis ojos.
Daniela al ver mi llanto relajó su rostro, al igual que Connor. Ambos se acercaron para abrazarme, mientras me daba palabras tranquilizadoras.
Me merezco un Óscar.
Pensé, y reí mentalmente.
-Perdóname por golpearte, hermano. Estoy fuera de control últimamente.- Daniela me abrazó más fuerte- Perdón.
-No te preocupes. Creo que yo hubiera hecho lo mismo.- le sonreí.
-No es por querer interrumpir su momento tan fraternal. Pero aquí hay dos cadáveres de los cuáles deshacerse, y necesito su ayuda, señores.- esta vez habló Frank.
-Tienes razón.- dijo Daniela- Voy con ustedes.
-No, Dani. Tú te quedas aquí, no quiero que te metas en esta parte.- Connor tan protector como siempre- Dylan vendrá con nosotros, además creo que Poché está bastante enojada, debes resolver eso.
Maldito estúpido.
No necesito ayudarlos a desaparecer dos cuerpos. Necesito hablarle a mi papá. Necesito advertirle que tienen localizado a Robert.
-Dylan, ven conmigo.- esta vez se dirigió a mí, y asentí.
Sería una larga noche.
-
-POV Daniela Walsh
Después de que mis hermanos y Frank se fueron, me dediqué a limpiar minuciosamente cada rastro de sangre que habían dejado los sucesos anteriores.
No pude evitar suspirar al pensar en la mierda de persona en la que me había convertido. Años atrás cuando me gradué de Derecho me prometí a mí misma no ser como el resto de mi familia.
Yo no quería caer en la corrupción, o en la delincuencia. Pero aquí estaba yo, había asesinado por primera vez a un hombre con mis propias manos, había encubierto ya varios asesinatos. Eventualmente me convertí en lo que más odiaba. Me convertí en lo que más odiaba de mi padre, y en lo que odiaría que se convirtiera mi hijo.
Había fallado como abogada, como persona, y como madre. Pero mientras tenga vida, me encargaré de que mi hijo y mi esposa estén seguros, aunque tenga que cometer mil crímenes más. No permitiría que me siguieran arrancando las razones de mi vida.
Recordé también lo sucedido hace años. Siempre me dolía recordarlo. Recordarla a ella, recordar el momento en el que la vi con ese disparo y yo no pude hacer nada para devolverla a la vida.
Siempre me sentiría culpable por su muerte.
Siempre el pensamiento de que si me hubiese alejado de ella a tiempo, si hubiese sabido el desastre que causaría nuestra cercanía, podría haberlo evitado.
Fue mi culpa.
-
Cuando terminé de limpiar, caminé hacia la habitación de Nathan, al llegar la encontré vacía. Supuse que estaría en mi cuarto con Poché, pero al llegar ahí tampoco había nadie.
Inmediatamente me preocupé pensando en que algo les pudo pasar. Comencé a buscar mi teléfono desesperadamente, finalmente encontrándolo en la sala de estar.
Marqué el número de mi esposa varias veces y no contestó. En ese momento recordó que Laurel también se había ido cuando comencé hablar con aquellos tipos, así que le llamé a ella.
-¿Qué quieres?- respondió cortante.
-¿Poché y Nathan están contigo? No están en la casa.- le dije agitada.
-No están conmigo. Tal vez huyeron al ver que eres una maldita psicópata.
-Laurel, por favor, tú no me digas esas cosas.- mis ojos se aguaron- Sé que lo que estoy haciendo es horrible, pero sabes como soy con mi familia. Acabo de perder a mi mamá.- ella suspiró.
-Sí. Te entiendo, pero nunca estaré de acuerdo con esto. Pero somos mejores amigas, te daré mi apoyo mientras pueda.
-¿De verdad no sabes nada de mi hijo y Poché?
-De verdad, Dani. La última vez que la vi ella iba para su cuarto, después me vine a mi casa.
-¿Y si les hicieron algo? Si les pasa algo a ellos te juro que me mato, Laurel. Me mato.- mi voz se quebró al final.
-Hey no pienses lo peor, ella se enojó contigo por como le hablaste y sabes como es. Sigue llamándola, y si tenemos que volver a rastrear su teléfono de nuevo, lo haremos.
-Lo intentaré. Gracias por siempre estar de mi lado. A pesar de todo.
-Eres mi mejor amiga, idiota. Me avisas si tengo que ir para allá.- y al decir esto colgó la la llamada.
Mis manos estaban temblorosas por mis nervios. Quería a Poché y Nathan conmigo, en ese preciso momento.
Volví a realizar la llamada, y esta vez respondió después del tercer tono.
-¿Puedes dejar de joder?- y al escuchar la voz de mi esposa me tranquilicé demasiado, amaba a esa mujer.
-¿Y tú puedes decirme dónde mierda estás, y por qué te fuiste sin avisar?- le respondí en el mismo tono, pero yo solo quería besarla.
-Me dijiste que me largara con mi hijo, y eso hice, Walsh.- suspiré fuerte.
-Casi me matas del susto, María José.- levanté un poco la voz- ¿Puedes terminar con tu berrinche y venir con mi hijo a casa?
-No, no puedo. Mi hijo y yo estamos bien aquí.
-Sabes que hay alguien que nos quiere hacer daño. No puedes irte sin decir a donde y sin seguridad.
-Estamos bien donde estamos.
-Me importa un carajo. Se vienen inmediatamente para acá. En casa estarán más seguros.- escuché un estruendo del otro lado del teléfono- ¿Qué fue eso, Poché? ¿Dime ya mismo dónde están?
-Daniela, ven rápido...- escuché miedo en su voz. Seguí intentando distinguir cualquier sonido a través de la llamada, y mis nervios me estaban sobrepasando- ¡Ven ya!- gritó agitada, y escuché como al parecer se le caía el teléfono. Comencé a enviarle mensajes a Frank, y a Connor para que rastrearan su ubicación.
-¡Poché!- la llamaba, aún sabiendo que era en vano- ¿Dónde están, mi amor?- susurré al borde del llanto.
-¿Germán? ¿Qué haces aquí?- se escucharon de nuevo voces y movimientos- ¡No toques a mi hijo, Germán Calle, o te mato!
Y eso fue lo último que se escuchó antes de que cortasen la llamada. Salí sin rumbo fijo, a toda velocidad en mi auto, esperando la respuesta de Frank.
¿Quién mierda es Germán Calle?

ESTÁS LEYENDO
Dark Times
FanfictionUn matrimonio destruido por el odio de terceros. El trato hostil entre dos mujeres. El sufrimiento de un niño por el resentimiento existente entre sus madres. Una venganza. Una venganza en contra de la persona equivocada.