POV María José Garzón
Habían pasado ocho días y yo estaba desesperada.
Ocho días en el que no teníamos ni idea del paradero de Daniela y mi hija. La preocupación en mí era cada vez mayor.
Desde aquella vez que fue al encuentro de la tipa que muy probablemente había secuestrado a Vale no volvió aparecer.
La operación de Nathan se hizo de manera urgente esa misma tarde, y a la mañana siguiente, después de estar toda la noche dormida debido a la anestesia, desperté con la noticia de que mi esposa nunca regresó.
Nathan había estado recuperándose de manera rápida y efectiva. Pero su actitud era cada vez más insoportable.
-Hijo, necesito que te tomes tus medicamentos.- me acerqué con el frasco de pastillas en la mano. Él se encontraba recostado en su cama, ya que el día anterior había sido dado de alta.
-Te dije que no me voy a tomar ninguna mierda de esas, María José. Al menos hasta que aparezca mi...- vaciló un poco pero finalmente dijo la palabra que tanto le costaba- mi mamá.
-
Días atrás:
Estaba dando vueltas de un lado a otro en aquella habitación de hospital. A Nathan se lo habían llevado un rato atrás para practicarle unos análisis rutinarios.
No podía parar de pensar en mi hija. Ella solo era una niña de diez años, y me daba pánico pensar en las cosas que probablemente estaba pasando. Tampoco Daniela salía de mis pensamientos.
La forma en que sus ojos me miraron hacía dos días. Su rostro cargado de rencor y decepción justo antes de irse.
Yo era la encargada de haber jodido todo. Absolutamente toda nuestra vida de felicidad se había ido a la mierda por mis estúpidas mentiras.
-Estoy seguro que hacer un hoyo en el suelo caminando de un lado a otro no es parte de las instrucciones que dio el doctor para tu recuperación.- escuché la voz de Frank en el lugar. Al girar hacia él, lo vi mirarme con las manos en las caderas observándome con una mirada de regaño.
-¿Se supo algo de ellas?- le pregunté acercándome a él.
-Necesito que hagas reposo, Poché.- evadió mi pregunta.
-¡No puedo hacer ningún jodido reposo cuando mi hija y mi esposa están desaparecidas!- le grité y el no se inmutó ni un poco- O mejor dicho, secuestradas.
-Si que vas hacer resposo, porque estoy seguro de que si Daniela vuelve y tu te encuentras mal me cortará las pelotas.- rodé los ojos por su comentario- y yo aprecio mucho mis pelotas, así que te recuestas un rato en este preciso instante.- señaló la cama que estaba al lado de la de mi hijo. Habíamos hecho lo posible porque compartiéramos habitación, quería estar pendiente de él en todo momento- Te aseguro que ella va regresar, te lo juro por mi vida.- sonreí ante sus palabras y finalmente me recosté.
-Igual no creo que Daniela te corte nada si me ve mal, ella me odia y no es para menos.- él soltó una risa incrédula.
-Esa mujer daría su vida por ti, Poché. Está enamorada de ti como una maldita idiota, ya dio pruebas de que por ti es capaz de matar.- negué con la cabeza.
-Eso era antes de enterarse de que la engañé por casi diecinueve años. Antes de saber que Nathan no es su hijo.
-¿Qué?- escuché de repente a mi hijo y miré con susto hacia la puerta. Donde Nathan me miraba desde su silla de ruedas con los ojos abiertos con sorpresa. Su rostro estaba rojo, posiblemente de enojo.
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Dark Times
FanfictionUn matrimonio destruido por el odio de terceros. El trato hostil entre dos mujeres. El sufrimiento de un niño por el resentimiento existente entre sus madres. Una venganza. Una venganza en contra de la persona equivocada.