POV Desconocido
Me encontraba sentado en mi escritorio tomando una copa de whisky. Y mientras ingería aquella bebida, analizaba la pared que estaba frente a mí.
En esta pared se encontraban fotos de cada integrante de la familia Walsh. Odiaba con toda mi alma a cada uno de ellos, pero especialmente a John y a su esposa.
Su esposa...
Me reí con ironía ante aquel pensamiento.
Su esposa. La señora María Fernanda, más conocida como Mafe, sería la víctima del siguiente paso.
El momento que tanto he esperado se acercaba cada vez más. El momento en el ellos pagarían por arruinar mi vida, mi matrimonio, y sobretodo por haberme quitado a mi hijo.
Por eso ellos perderían a cada uno de los suyos, incluyendo a su amado y consentido nieto.
-
-POV Daniela Walsh
-¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?- escuché la voz nerviosa del imbécil de Mario.
El muy estúpido parecía temblar en su sitio, parecía tenerme pánico. Lo que me era bastante divertido.
Me acomodé en mi asiento, crucé mis piernas, y miré Poché. Ella estaba inclinada ligeramente hacia atrás mientras se apoyaba en sus brazos. Nuestros ojos se conectaron directamente en una mirada intensa. Una sonrisa descarada y cínica adornó su precioso rostro, yo me me crucé de brazos y le respondí sonriendo de la misma forma.
-Hola, mi amor. Cuanto tiempo sin verte.- me dijo con aquel tono irónico que tanto le gustaba usar.
-Demasiado tiempo, amor mío.- hice un falso puchero y ella rió- Y te extrañé tanto que no pude evitar venir a buscarte.
-Ya sé que te vuelves loca cuando no me tienes cerca. Pero podías esperar un poco, mi amor.- dijo con burla.
-No, amor mío. No puedo vivir sin ti. Te amo demasiado, y lo sabes.- se mordió el labio de manera sensual, y aquel gesto no pasó para nada desapercibido para mí.
-Las dos están completamente locas.- hice una mueca de desagrado al volver a escuchar la voz de Mario. Poché solo volvió a reír.
-Mario.- lo llamé- Lárgate.
-¿Qué? No me vas a botar de mi propia casa, estúpida.- suspiré y comencé a contar mentalmente para no partirle la cara en ese momento.
-Mario, no lo volveré a repetir. Lárgate.- le dije con la voz pausada.
Él miró a Poché y esta asintió con la cabeza en señal de aprobación. Enseguida se levantó y comenzó a vestirse rápidamente. Yo era incapaz de apartar la vista de mi esposa.
Ella también se levantó y se vistió. Se acercó a mí, y se agachó a mi altura, colocando sus manos en mis piernas. Mi ojos recorrieron todo su rostro, y me regañé a mí misma por seguir debilitándome con su cercanía.
Mantuve mis brazos cruzados y mi rostro serio. Ella acercó, aún más, su rostro al mío, y agarró mi labio inferior entre sus dientes para invitarme a un beso. Yo no realicé ningún movimiento. Me quedé estática, esta vez no caería. Al menos, no a su manera.
Él terminó de arreglarse y tomó unas llaves de una de las mesas de noche.
-¿Segura que vas a estar bien?- le preguntó a Poché, haciendo que se apartara de mí.
-Sí. Todo estará bien no te preocupes.- le respondió ella segura.
-Regresaré en unas horas. ¿Estarás aquí?- me reí ante sus estúpidos nervios.

ESTÁS LEYENDO
Dark Times
Fiksi PenggemarUn matrimonio destruido por el odio de terceros. El trato hostil entre dos mujeres. El sufrimiento de un niño por el resentimiento existente entre sus madres. Una venganza. Una venganza en contra de la persona equivocada.