chapitre 6

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Los días pasaron y Chittaphon no sabía nada de Kun. No había asistido a sus shows, pero lo más extraño era la preocupación del chico, sinceramente no pensaba en que su plan podría estar fallando, si no, que sus pensamientos se centraban en ese pequeño vacío que le generaba no verle en tanto tiempo.

Aquella tarde se encontraba en Délicatesse, ensayando junto a sus bailarinas cuando de pronto un joven con una vestimenta elegante se aproximó hasta el escenario.

-Lo siento señor, aún no abrimos.- Habló una de las chicas a la vez que todos volteaban a verle con curiosidad.

-No se preocupe, solo vengo a entregar un mensaje para la señorita Céline- En ese momento todos se miraron algo nerviosos hasta que Chittaphon decidió hablar. -Ella no se encuentra, pero apenas llegue le diremos.- Asintió sintiendo sus manos sudorosas.
El hombre se acercó a ellos y le hizo entrega de un sobre al menor, quién lo recibió ansioso.

-Dígale a la señorita Céline que el señor Qian lo envía, que tengan una buena tarde.- Luego de aquello el joven se marchó, dejando en total silencio el lugar hasta que una de las chicas pegó un pequeño chillido emocionada e igual de curiosa que todos allí.

-¡¿Qué es, qué es?!- Dijo mientras el chico abría el sobre con sus manos algo temblorosas. -Es... ¿Una carta?- dijo algo confundido, sacando un papel escrito.

"Estimada Céline, te espero la tarde del jueves en mi oficina, necesito hacerte entrega de algo.
Esperando que estés bien, se despide atentamente
-Qian Kun."

Una carta no muy extensa pero inquietante, ahora los nervios invadían su cuerpo por completo y ansiaba que llegara el momento de verle nuevamente. Al menos ahora tenía la seguridad de que no había quedado en el olvido de Kun, pero no podía negar que incluso sentía algo de miedo por lo que pudiese pasar.

Y así, finalmente llegó el momento. Después de una ajetreada mañana preparándose, por fin estuvo de pie frente a la puerta de aquella importante oficina y soltando un suspiro entró.
De una inesperada manera Kun recibió a la joven, sonriente y emocionado al parecer.

-¿Sucede algo?- Consultó la menor acercándose extrañada cuando de pronto un pequeño gatito apareció detrás del escritorio, caminando juguetón y bastante torpe.
De inmediato Céline se aproximó a éste, acariciándolo y mirando una vez más al contrario. -¿Y éste bebé?- preguntó tomando al felino en brazos para acercarse a Kun.

-Es... Es para ti, Céline.- Dijo con notorios nervios, a lo que la chica frente a él solo pudo reaccionar con una sonrisa enorme y pasos cortitos y apresurados hasta él, aproximando su rosto al ajeno para besar su mejilla delicadamente.

-No sabes lo mucho que significa esto para mí, gracias señor Qian.- habló mirándolo enternecida, dejando unos segundos al animalito en la silla del contrario, dejando sus brazos libres para rodear con estos el cuello del mayor en un abrazo cariñoso, cálido y diferente a sus acciones sin sentimientos, comunes en ella cuando se trataba de manipular hombres.

-No es nada...- Respondió sintiendo la tensión apoderarse de su cuerpo por unos segundos. Su corazón latía fuerte pero aún así no se negó a corresponder el abrazo, disfrutando de la cercanía con aquella mujer que vivía en sus sueños.

Céline no tenía intenciones de alejarse, sentía que era un buen momento para avanzar si veía la situación desde el punto de vista de esa mujer aprovechadora, por lo que en cosa de segundos sus rojizos labios estaban en contacto con los del joven.
En un comienzo no hubo ningún tipo de resistencia, hasta un par de segundos más tardes, cuando sus hombros se vieron atrapados entre las firmes manos de Kun, alejándola de su cuerpo.

-No... No puedo.- dijo quitando los restos de labial de sus labios con su mano.

Para sorpresa de Céline, aquello le había dolido, hubo algo en esos momentos donde sus belfos se tocaron que logró un lindo cosquilleo en su abdomen, pero había terminado, esa ilusión se esfumó.

-No, no deberías... Pero sí puedes.- habló tomando una de las manos del joven, aquella donde llevaba su anillo de compromiso, tocandolo y deslizandolo lentamente por su dedo hasta poder dejarlo sobre el escritorio. -Nadie había sido tan lindo conmigo... Por favor.- No podría explicar eso que sentía, era como una necesidad de seguir besándolo.
Así, ignorando el ceño fruncido del mayor, unió una vez más sus bocas, sonriendo cuando una mano se posó sobre su mejilla dándole a entender que está vez no habría oposición, haciendo que aquello se volviese cada vez más íntimo con el paso de los segundos.

-Será nuestro secreto, se lo prometo.- Susurró con dulzura, alejándose unos segundos para poder darle atención a su nueva mascota una vez más. -Definitivamente superaste a todos los regalos que me han hecho, mira a esta cosita, incluso tiene collarcito.-

Kun no podía negar que aquel beso había sido sin dudas algo inolvidable, y aquella imagen de Céline jugando con el felino ablandaba su corazón de una forma que ni él llegaba a comprender, incluso le aterraba pensar en ello. Tenía claro que ella simplemente podría estar aprovechándose, pero una parte de él le decía que las cosas no eran así y le incitaba a disfrutar cada vez más de su compañía, ansiando vivir más momentos junto a ella, momentos con los cuales soñar cuando su vida se tornaba aburrida una vez más.

-¿Quieres ir a almorzar?









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Hemos vuelto¡¡ ٩(๑・ᴗ・)۶٩(・ᴗ・๑)۶ me pone muy feliz poder escribir nuevamente.
Lamento que esta vez sea un poquito más corto que los capítulos anteriores, probablemente tampoco sea muy bueno, pero de a poquito estoy retomando ♡
Por otra parte, las cosas entre Kun y Ten se ponen cada vez más cercanas (∗ ❛ั ᵕ ❛ั ) me emociona mucho pensar en mis ideas de lo que podría pasar en los capítulos que vienen, ¿se les ocurre algo?

Délicatesse | KuntenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora