Un par de semanas habían pasado desde la visita de Kun al doctor Laurent, su mente estaba hecha un lío y no es como si fuese algo nuevo, pero ya estaba sobrepasando sus límites e incluso la persona menos cercana a él podría notarlo. Había pasado por bastantes agotadoras y frustrantes situaciones que no le permitían pensar con claridad, por eso había decidido que ya era momento de enfrentar uno de sus mayores problemas actualmente, el embarazo de Fleur.
Había acordado ir a cenar con su esposa en el restaurante favorito de ésta. Ambos impecablemente vestidos entraron al lugar dirigiéndose a la mesa que él mismo reservó horas antes.-Tenia ganas de conversar contigo, por eso estamos aquí.
-¿Si, mi cielo? Dime, qué querías hablar.
-Primero disfrutemos de la cena, luego habrá tiempo para charlar, querida.
Kun intentaba verse lo menos tenso posible, lo cual aparentemente le funcionaba muy bien. Su trabajo y el tiempo lo estaban volviendo un mentiroso profesional.
Pasados unos minutos decidieron ordenar, platillos elegantes y deliciosos pronto estaban frente a sus narices y así luego de un par de bocados el joven decidió hablar.-Sé que ese hijo no es mío.
El miedo se apoderó de la mirada de Fleur, de inmediato comenzó a negarlo con desespero, tomando las manos de su esposo asustadiza. Su reacción había confirmado lo que él creía, era claro que ese hijo no era suyo.
-Quiero que nos divorciemos... Mira Fleur, es claro que ninguno de los dos sintió algo por el otro, nunca tuvimos momentos realmente lindos juntos y sinceramente solo te estás volviendo una carga para mí. Ahora tranquilamente podrías estar con el padre de ese bebé, porque yo no me haré cargo de él.
-Kun, yo te amo... No me hagas esto por favor.
-No me amas, amas las cosas que puedes obtener estando a mi lado como mi esposa. Yo...
En esos momentos la imagen de Chittaphon vino de entre sus recuerdos, ya sea como Céline o como aquel delicado joven, lograba que su estómago cosquilleara.
-Yo me enamoré de otra persona.
Dijo con firmeza. Prosiguió a sacar un sobre y una pluma de su traje, dejándolos frente a Fleur quien se veía en blanco, sin palabras, después de todo no podía negar que él estaba en lo correcto.
-Son los papeles de divorcio. No te preocupes por la relación de mi padre con los tuyos, me encargaré de eso después, mientras tanto tienes unos días para devolverme esos papeles firmados. Ah, y en cuanto a la casa... Yo buscaré otro lugar para vivir, tampoco es como que no tenga ningún tipo de afecto por ti y me interesa que tu bebé pueda vivir cómodamente al menos sus primeros años.
Luego de aquella charla la cena no duró mucho más. Regresaron a casa y el silencio los acompañó en todo momento hasta que cada uno por su parte cayó dormido.
cuatro años más tarde
1950
Las cosas para Kun habían mejorado bastante. El divorcio con Fleur había significado grandes peleas con su padre, lo que lo llevó al desempleo. Claramente ya no era el hombre adinerado de antes, pero tenía lo suficiente para vivir, después de todo su padre no podía abandonarlo por completo y muchas veces se preocupaba aunque no quisiera.
Ahora el elegante empresario manejaba un pequeño restaurante en el centro de París, era acogedor y siempre estaba repleto de alegres personas quienes disfrutaban de su comida y de las melodías de piano que el mismo compuso en algún momento de su adolescencia.
Poco a poco iba ganando fama y clientes, sentía que aquello lo llenaba muchísimo más que estar con los bolsillos repletos de dinero pero en una aburrida oficina, al final, mantenía lo más importante que ese mundo le había dado, su amistad con Yukhei y bueno, la habilidad con los números importante en todo negocio. Claramente estaba feliz, había retomado viejas pasiones como el piano y conocido gente agradable y sincera como los demás trabajadores del lugar, nada le hacía falta o así era hasta que los recuerdos de aquel angelical chico invadían su mente, Céline se había ido con el tiempo, solo se mantenían esas pocas veces que pudo ver al joven detrás de esa bailarina entre sus recuerdos.-Buenas noches, Mesdames et Messieurs. Espero estén teniendo una agradable velada.
Un joven mesero se encontraba de pie junto al piano, hablando con simpatía y elocuencia, manteniendo a todos los clientes del lugar atentos.
-Con la intención de hacer aún más agradable esta noche, les dejo con ustedes al mejor pianista de todo París, Qian Kun.
Se veía la vergüenza en la cara de Kun. Hendery era uno de los primeros chicos que llegó al restaurante a trabajar, le tenía mucho cariño pero tenía que admitir que siempre lo metía en situaciones así.
-No creo ser el mejor, pero espero de todo corazón que mis melodías sean del agrado de cada uno de ustedes.
Luego de una pequeña reverencia entre risas vergonzosas tomó asiento y sus manos iniciaron la magia. Sus dedos se movían con destreza sobre las teclas, deleitando al público presente y haciendo del ambiente aún mejor.
Realmente disfrutaba de ello, ver los rostros de diferentes personas cada día e incluso los mismos de siempre cuando se trataba de clientes habituales, siempre estaba atento a la puerta, curioso por saber quién entraría en cada jornada. Lo que no se esperaba es que justo aquella hermosa noche, la última persona en entrar sería el chico de sus sueños, aquel que lo hacía arrepentirse de todo. Él, del cual ni siquiera sabía su nombre pero lo había hecho darse cuenta de mucho, ese joven al que sentía que debía darle las gracias, porque sin él probablemente no estaría viviendo esa paz que tenía con su vida actual.**•̩̩͙✩•̩̩͙*˚˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚* **•̩̩͙✩•̩̩͙*˚˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚*
hi hi!! he vuelto una vez más después de un horrible tiempo de bloqueo creativo (╯︵╰,) Pero no se preocupen, nos estamos acercando al final y no planeo desaparecer hasta terminar con esta historia (la cual he disfrutado mucho creando <3) no me queda más que agradecerles el apoyo y sus comentarios lindos, realmente me ayudan para continuar con Délicatesse, ya que sinceramente ni siquiera pensé que alguien leería esto, muchas muchas gracias!!
hasta el próximo capítulo ♡
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Délicatesse | Kunten
Romanceterminada♡ Céline Von Teese, la renombrada estrella del Burlesque más famoso en la ciudad logra cautivar la atención de uno de los hombres más adinerados en París, Qian Kun. Lo que él no sabe, es que un chico con demasiados sueños por cumplir se ocu...