chapitre 7

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Chittaphon se sentía en la gloria. Aquella noche, luego de su visita a la oficina y el almuerzo, reposaba sobre su cama junto a su pequeño felino, fantaseando de las formas más puras e incluso oscuras con aquel hombre que comenzaba a conocer.
Se sentía algo tonto, pero ya ni siquiera se preocupaba de estar sintiendo demás, algo en él le aseguraba que podría hacerlo suyo, Qian Kun pronto estaría comiendo de la palma de su mano.

—Bebé, pronto el señor Qian será solo para nosotros, ¿sí?— Mantenía al pequeño animal recostado sobre sí, mientras este ronroneaba, definitivamente sentía que estaba en las nubes gracias a ese desgraciado empresario.

Los días pasaban y la cercanía entre Céline y Kun crecía. La coquetería en sus shows cuando éste podía asistir, los besos a escondidas, los regalos y salidas a almorzar, todo aquello sumaba puntos en su plan, el cual claramente había cambiado. Chittaphon comenzaba a sentir la necesidad de un amor real, una ilusión que anhelaba volver palpable y Céline le permitía aquello. Sabía que había una gran diferencia entre él y su personaje que habitaba entre el escenario de Délicatesse y la oficina de Kun, pero sus días se basaban en soñar con un futuro casi imposible siendo realistas. El hombre era casado, de una familia importante y probablemente con ideales muy parecidos a los de su propia familia, mentes cerradas y llenas de odio, indispuestos a aceptar diferencias, pero aún así prefería confiar en su intuición, dejarse llevar y que el tiempo decidiera que sucedería con él y este repentino amor.

Finalmente, casi un mes había pasado desde que ésta pequeña y alocada aventura en la vida del joven bailarín había comenzado. El personaje de Céline comenzaba a hacerse más presente en la vida de Kun que en el mismo Burlesque, de vez en cuando presentaba shows especiales luego de una agotadora temporada donde mostró lo mejor de sí mismo, por lo que su tiempo libre lo pasaba en la oficina del señor Qian, en restaurantes o llamándolo desde su departamento a su lugar de trabajo, precisamente lo que hacía en aquella noche.

—¿Cuándo podremos vernos una vez más? ahora que estoy tomando descansos de mis shows siento que es más díficil que nos veamos.— Hablaba como una pequeña mimada, y así es como Kun estaba formando la personalidad de Céline.

—¿Te parece si apenas salga del
trabajo vamos a cenar, princesa?

—Me parece perfecto... Entonces ya le cortaré para tomar un baño, ¿sí?

—De acuerdo, pasaré por ti.

Por último lanzó un beso al aire y colgó la llamada, dirigiéndose de inmediato al baño para comenzar a alistarse, sabía que no tenía mucho tiempo, por lo que debía ser cuidadoso y ágil.
Terminaba de vestirse acomodando sus guantes cuando unos golpes en la puerta lo pusieron alerta, rápidamente se fijó en si su pequeño gatito tenía todo lo necesario para estar unas horas solo y terminó por salir de su habitación cerrando la puerta detrás de él, corriendo a atender la entrada.
Cómo era de esperarse, Kun lucía impecable y tomando por sorpresa al menor, sacó una rosa de detrás de su cuerpo, entregándosela a Céline con una coqueta sonrisa.

—Las vi de camino, claramente ninguna flor podría igualar tu belleza, pero aún así me hacen pensar en una dama tan hermosa como tú.

De inmediato las mejillas del menor tomaron un color rojizo, aún así, sin importarle aquello se acercó a besar sus labios con cuidado, dejando que los segundos y las intenciones de ambos hicieran lo suyo, volviendo aquel contacto poco a poco más intenso.
De un momento a otro, ambos estaban dentro del apartamento, el mayor los había guiado hasta la pared más cercana, dejando ver una imagen desesperada y dominante que no había mostrado nunca antes. Chittaphon se sentía tan bien, solo se dejó llevar, que al momento en que las ágiles manos ajenas comenzaban a desabotonar el vestido que traía puesto ni siquiera tuvo las fuerzas para detenerlo, pero luego ya sería demasiado tarde. Al momento en que Kun se encontraba escondido en el cuello de Céline, devorando delicadamente su piel y sus manos comenzaban a explorar el cuerpo de esta, terminó por encontrarse con un brasier sin nada más que retazos de tela como relleno.

—Qué... Por qué usas esto.—

La luz era muy tenue, pero aún así podía observar el rostro de aquel hombre con una expresión confusa, que sin esperar más, de un solo tirón bajó aquella prenda interior, dejando ver el plano pecho del joven.

—Puedo explicarlo...

Su voz se oía temblorosa, sabía que ese momento podría llegar en cualquier instante, pero nunca imaginó que su debilidad lo haría caer tan rápido, estaba asustado, toda la confianza que Céline le daba se había esfumado.

—Eres... ¿Eres hombre? ¡¿Qué mierda eres?! ¡Habla de una vez!

La manera tan dura de hablar de Kun logró que las lágrimas de Chittaphon comenzaran a aparecer, no sabía qué decirle. Estaba avergonzado, nervioso, sabía que su vida comenzaba a correr peligro, pero ese sentimiento de que él era diferente, se mantenía intacto.

—Yo... ahm, yo...

—¡Tú qué! ¡¿Qué tenías en mente para hacer algo así?! Tú crees que yo... ¿que soy un desviado como tú?

—Céline... es parte de mi trabajo, yo... nunca pensé que podría llevar eso tan lejos, fue mi culpa...

Kun elevó una mano con claras intenciones de golpearlo, se sentía pasado a llevar, era una mezcla de cosas en su cabeza y solo estaba dejando a la furia actuar, pero aún así no pudo hacerlo, llevó ambas manos a su cabello pensando en cómo pudo ser tan idiota y no darse cuenta de cómo estaba siendo manipulado por un chico. Céline realmente estaba cambiando su amargada vida y resultó ser todo una inimaginable mentira.

—No me verás nunca más... Lo prometo.

La débil voz del chico apenas se oía, pero tuvo las fuerzas de hablar por última vez.

—Solo te pido que por favor no le digas a nadie, esto es lo único que tengo en mi vida. No sé qué sería de mi sin mi trabajo.

El mayor estaba mudo, ni siquiera podía voltear a verle y pasados unos segundos, sin haber respondido a su petición, salió del departamento cerrando la puerta inesperadamente suave.
En ese momento, Chittaphon pudo sentir como su corazón se rompía, no sabía que era lo que sucedería con él de ahora en más. Sus lágrimas corrían por su cara, arruinando el prolijo maquillaje que le daba vida a su versión confiada y capaz de lograr lo que fuese, eso era Céline para él, una especie de superheroína, que había logrado sacarlo de la oscuridad de una sociedad discriminadora para ponerlo en un trono donde era la persona más deseada en las noches de Burlesque.










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No se imaginan lo díficil que fue para mí escribir este capítulo (╥﹏╥) pero todo no podía ser tan perfecto ¿verdad? o quizás si podía, pero me gusta el drama jiji pero calma que Ten es demasiado fuerte para dejarse caer por algo así ✧٩(๑•̀o•́๑)و  espero que les guste y sea una montaña rusa de emociones como lo fue para mí mientras lo escribía, hasta el próximo capítulo!!

Délicatesse | KuntenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora