chapitre 9

155 37 7
                                    

Con el paso de los días Chittaphon iba mejorando notoriamente. Su familia en Délicatesse no se podía comparar con nada, si no fuese por ellos el chico sentía que realmente hubiese estado atrapado en un agujero oscuro y sofocante de emociones confusas y dolorosas.

—Ahora regresaré al cabaret, sabes que no es necesario que vayas a trabajar por ahora, ¿sí? ya lo hiciste maravilloso por varias noches seguidas, el público tiene que descansar un poco, los dejarás a todos ciegos de lo radiante que eres mi niño.

—Está bien Liz, te quiero.

Habló con dulzura Elizabeth, acariciando el oscuro cabello del menor, despidiéndose con dos besos en ambas mejillas antes de abandonar el departamento con una pequeña sensación de intranquilidad. Chittaphon había despertado todo su instinto maternal en esos días en donde cuidó cariñosamente de él, pero sabía que estaba mucho mejor que antes, después de todo, probablemente a la noche podría ir a verlo una vez más.

Kun sentía que estaba enloqueciendo. La voz, el delgado y frágil cuerpo, la triste expresión de aquel joven no lo dejaban en paz, la culpa se lo comía vivo, por ello no le quedó de otra que en sus días libres dormir y nada más que aquello.

Mon amour

Una dulce voz logró sacarlo de ese profundo y sereno sueño, para su mala suerte era Fleur.

—Qué sucede.— Su ronca voz daba a entender lo adormilado que continuaba, aún así, la mujer decidió seguir hablando.

—Tengo buenas noticias.

Aquello lo terminó por despertar. Estaba extrañado, aquella frase no era normal en su esposa, pero creía que probablemente sería algo completamente trivial, sin embargo, el hombre no tenía idea de lo que venía.

—¡Estoy embarazada!

El fin del mundo acababa de llegar para Qian Kun, como si sus tortuosos recuerdos de Céline no fuesen suficiente en su agotadora vida.

—¿Estás segura?

—Claro que sí, bobito. Fuí con el doctor Laurent.

Laurent fue el doctor que atendió a la familia de Kun desde que llegaron a París, por ende, era una amistad de años entre aquel hombre y su padre. Definitivamente no eran buenas noticias, había algo que no le cuadraba y necesitaba ir a hablar con el doctor antes de que este diera la noticia a su progenitor.

—Hablamos luego, olvidé unas cosas en la oficina y necesito ir con urgencia.

En cuanto pudo salió de su hogar subiéndose de inmediato en su vehículo. Diez minutos, eternos diez minutos para aquel desesperado joven, tardó en llegar hasta el edificio donde se hallaba la famosa consulta de Laurent.
En la entrada una joven pudo reconocerlo, saludándolo amablemente e informándole que el doctor se encontraba con una paciente, aún así, Kun decidió esperar. Se paseaba de un extremo a otro en la pequeña y fría sala de espera, su estómago dolía y los nervios lo hacían sudar frío.

—à bientôt, cuídese.

Adieu, Docteur Laurent.

La joven finalmente había salido de allí y el anciano recibió con una sonrisa, abrazando con fuerzas al ansioso joven.

—Adelante, supongo que ya te dieron las noticias.

En cuanto la puerta se cerró, Kun de inmediato tomó asiento con una sería expresión plasmada en su rostro.

—Sí... Fleur ya, ya me dijo.

Era claro que no estaba bien con ello, pero Laurent se permaneció en silencio, prestando toda su atención al hijo de su buen amigo.

—Le vengo a pedir que por favor no mencione nada de esto a mi padre, necesito aclarar unas cosas primero.— Se notaba más seguro, había dejado de titubear pero internamente estaba completamente tenso, su corazón palpitaba con fuerzas y se preguntaba si después de todo quizá se merecía esto.

—Tranquilo, Kun. No le diré nada, pero necesito que me cuentes qué sucede.— El hombre se acomodó bien en su silla tras el escritorio, mirando de frente a Kun, esperando con una notoria curiosidad una explicación a su actitud tan acomplejada.

—Sé que puedo confiar en usted. Primero que todo, necesito saber cuántos meses de embarazo tiene Fleur. Mi relación con ella no es lo que parece... Fue un matrimonio arreglado, ella no me ama y yo tampoco a ella, creo que con eso podría deducir que momentos de intimidad no... no son comunes entre nosotros.

Laurent asentía atento hasta que la voz contraria cesó. —Fleur tiene tres meses de embarazo.— Buscó una carpeta entre sus cosas y de ella sacó un papel con información de la visita de la joven a la consulta.

Minutos más tarde Kun dejó el lugar y pasó sus horas libres caminando por la ciudad. El ambiente era perfecto, las parejas caminaban al son de la suave música de los artistas callejeros, el aroma de las cafeterías y restaurantes inundaba las narices de todos y una suave y fresca brisa ayudaban a crear la tarde ideal... Ideal para cualquiera que no fuese Qian Kun. El lío en su cabeza era cada vez más grande, pensaba demasiadas cosas a la vez y sus sentimientos eran confusos, lo único que anhelaba era ser tragado por la tierra.
Caminaba pateando pequeñas piedras y maldiciendo todo a su alrededor a pesar de ser hermoso. La noche se aproximaba y a medida que avanzaba los edificios se hacían familiares, finalmente solo le bastó levantar la mirada para caer en cuenta que estaba a pasos de Délicatesse.
Podía oír música desde allí dentro a medida se acercaba, incluso risas y conversaciones confusas, asumía que estaban ensayando, aún era demasiado temprano para que los shows comenzaran.
Estando frente a la puerta del lugar
mágicamente el enredo en su mente desapareció, pero vino a ella la imagen que más lo había hecho sufrir los últimos días. Se preguntaba que era de Céline, ¿Seguía presentándose? ¿Había abandonado su trabajo por miedo a ser delatado? Cada pregunta que se hacía lograba meterlo en un agujero negro de culpa del cual no podía salir.
Aquel joven detrás de esa diva del Burlesque tenía toda una vida por delante. Qian no lograba entender cómo un hombre podía verse de aquel modo y engañar a tanta gente, de pronto a sus sentimientos se le sumaba la rabia por lo "estúpido" que fue (según él). Había caído en los encantos de ese jovencito y se aprovechó de ello. Así justificándose con el argumento de que la víctima era él, siguió su camino dándole una última y resentida mirada al lugar.










**•̩̩͙✩•̩̩͙*˚˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚* **•̩̩͙✩•̩̩͙*˚˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚*

He vuelto con un nuevo e interesante capítulo a mi parecer.
Definitivamente la vida de Kun es un lío, entre pensamientos, situaciones y sentimientos (los cuales se ven cada vez más confusos en cuanto a Ten ૮₍˶• . • ⑅₎ა)
En fin¡¡ espero que les guste, seguiré trabajando para darle más momentos de tensión, amor y llanto a esta historia <3 chaito

Délicatesse | KuntenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora