004

308 50 10
                                    

Había transcurrido una semana desde que debía hacer algo respecto a Jisoo, pero no pude hacerlo.

Había intentado ir a hablarle para preguntarle por Chaeyoung como excusa, pero a penas la vi en los pasillos me metí corriendo al baño antes de que se percatara de mi presencia.

Y debido a eso, Yoongi terminó golpeándome como lo prometió.

Tal vez sea la razón principal por la que me he metido en esto ahora.

—Es sencillo. —explicó Jimin—. Vas hasta Jisoo, le dices, ¿oye, me prestas un lápiz? ¡Y listo!

—Oh, oh, ¡y luego no se lo devuelvas! Así tendrás una excusa para hablarle más tarde, mañana o pasado se lo devuelves.

—¡Qué gran idea, Namjoon! —Taehyung alzó una mano para chocar los cinco con él.

Yoongi lanzó un bufido y se desparramó en su asiento, mientras se quitaba los auriculares.

—Más te vale hacerlo.

—¡No quiero que vuelvas a golpearme! —me quejé moviendo mis brazos con dramatismo.

—Entonces o te declaras, o dejas de andar con cara de perro mojado por la vida. Si no estás con Jisoo es porque tú no te animas, los demás no tenemos la culpa.

—No es cierto, ¿y si me rechaza?

—Es preferible que te rechace habiéndolo intentado, que quedarse con la duda de qué hubiera pasado si te animabas...

—Hoseok tiene razón. —asintió Jungkook mientras se sentaba en un banco.

—Haré lo que pueda...

—Oh, no. Lo vas a hacer y vas a poder.

Hice una mueca ante las palabras de Jimin, y antes de pudiéramos seguir hablando el timbre sonó indicando el comienzo de las clases y en un abrir y cerrar de ojos el salón ya se encontraba lleno de alumnos.

Cada uno ocupó su lugar mientras el profesor de matemática hacía lo mismo.

Veía a los últimos alumnos entrar por la puerta esperando verla, y cuando entró hice un esfuerzo inhumano porque no se notara que el corazón me comenzaba a latir desenfrenadamente. Aparté la mirada rápidamente y comencé a sacar mis cosas del estuche fingiendo estar ocupado en algo.

Esperé unos minutos, fingí buscar un lápiz entre mis cosas, justo como los chicos me habían dicho que debía hacer, pareciendo casual. Seguido de esto me giré en mi silla en la dirección donde se encontraba el banco de Jisoo.

Si me quedaba así durante más segundos se vería raro, así que como pude me levanté y caminé hasta su banco. Cada paso parecía eterno, las piernas me flaqueaban a medida que me acercaba.

Carraspeé. —Uhm, hola, ¿Jisoo, no?

Ella alzó la vista y esbozó una sonrisa sin mostrar los dientes.

—Sí, buenos días, Seokjin.

Jamás había estado tan cerca de ella.

Mis ojos recorrieron cada facción de su perfecto rostro a la velocidad de la luz, intentando archivar en mi memoria cada mínimo detalle.

Corroboré mi teoría: de cerca era aún más hermosa, si es que eso era posible.

—¿Seokjin? —preguntó sacándome de mis pensamientos.

¡Contesta algo!

—Ah, sí, ¿tienes... un lápiz de casualidad?

—Déjame ver... —respondió rebuscando en su estuche—. Mm, no, no tengo. Lo siento.

—Está bien, no te preocupes, gracias igual.

—Yo te presto uno. —dijo Panpriya, quien estaba sentada al lado de Jisoo.

Panpriya era una chica sumamente delgada, y bastante alta. Rostro redondo, de cabello rubio casi platinado por los hombros y un flequillo que le cubría las cejas. Era una estudiante de intercambio tailandesa, muy amiga de Jisoo y Chaeyoung. Era muy bonita y de lo más simpática.

—Gracias. —respondí con una sonrisa mientras tomaba el lápiz, algo decepcionado porque no fuera Jisoo la que me lo entregara.

—De nada. —sonrió y ambas volvieron su vista a sus cuadernos.

Cuando me giré para volver a mi asiento, pude ver a 5 de mis amigos haciéndome señas de ánimo desde la otra punta del salón y quise que me tragara la tierra. Yoongi simplemente negaba con la cabeza ocultando una sonrisa burlona.

—¡Qué bien lo has hecho, campeón! —dijo Jimin mientras palmeaba mi hombro al instante que me senté a su lado.

—La intención es lo que cuenta. —animó Hoseok.

—Lo has hecho fatal.

—¡Shh! Callado, Yoongi. Es su primera vez. —dijo Jimin.

—Tus "tácticas de ligue" son asquerosas, Park Jimin.

—¿Te crees mejor, Min Yoongi?

El de cabello negro dirigió su mirada hacia mi—. Yo te enseñaré cómo se conquista realmente a una chica.

—No le vayas a perturbar. —rodó los ojos Namjoon.

—Muy bien, novato. Ven a mi casa hoy después de clases y verás lo que es ligar.

—¿Siquiera sabes lo que es?

—¡Que te calles, Park, o te golpearé a ti también!

—¿Podrían callarse todos, mejor? No han dejado de hablar desde que comenzó la clase. —el profesor nos regañó casi gritando, exaltándonos a los siete y provocando que las miradas del curso se posaran en nosotros.

No nos quedó más que seguir haciendo los ejercicios, y yo estaba temiendo lo que me esperaba teniendo a Yoongi como guía.

Cómo Conquistar a Kim Jisoo | JINSOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora