023

163 26 0
                                    

—Min Yoongi, ¡sea usted bienvenido a las tutorías de Park Chaeyoung!

La chica exclamó en un susurro debido a que nos encontrábamos en una biblioteca, para después aplaudir suavemente con una enorme sonrisa. La amiga de Seokjin se veía muy emocionada por tenernos a ambos sentados frente a ella. Pero no era esa la actitud que tenía yo.

Asentí tratando de sonreír para ser cortés, pero no sé si pude lograr dar esa imagen. Jennie, quien estaba sentada a mi lado, imitó a Chaeyoung más por ser su amiga que por cargar con el mismo entusiasmo. Y la entendía, no creo que a nadie le gustara tener que compartir su preciado y escaso horario de clases particulares con un tipo que estaba atrasadísimo como yo.

—Tengo entendido que ustedes dos ya se conocieron, ¿verdad? —volvió a hablar mi nueva profesora, apoyando la barbilla en una de sus manos mientras nos miraba con curiosidad.

—Supongo que ya sabes sobre el castigo. —respondí.

—Sí, así es. Lamento haberte hecho esperar. Pero finalmente estás aquí y te prometo que, de ahora en adelante, si me haces caso, solo sacarás buenas notas.

—Chae tiene razón, ella es muy buena enseñando. —habló por primera vez Jennie desde que habíamos llegado—. Mis notas están mejorando y yo pensaba que era un caso perdido.

Volví a asentir haciendo una línea con mis labios y después de que Chaeyoung nos ofreciera unas magdalenas que le habían sobrado del almuerzo, la clase comenzó.

Un desastre.

—Ya me trabé. —murmuré en voz baja extendiendo mi cuaderno hasta la chica.

—No importa, vamos de nuevo.

Y ese diálogo se repitió más de una decena de veces en la hora que habíamos estado allí. Jennie parecía hacer muchas preguntas también, pero al menos hacía un ejercicio completo sola. Yo no pude hacer ni uno solo sin que me volvieran a explicar cosas que ya habían sido explicadas. Me sentí muy molesto, a decir verdad. Pero Chaeyoung me explicaba cada vez como si fuese la primera, todas de diferente forma. Tenía la tarea hecha, pero, no podía tenerla a ella en los exámenes. Si no me aprendía eso estaba muerto igual.

Al finalizar nos despedimos de Chaeyoung prometiendo vernos a la misma hora y mismo día la semana entrante, puesto debíamos irnos rumbo a nuestro castigo de limpiar los salones.

—No te preocupes, Yoongi. Yo tampoco entendía nada cuando llegué. —Jennie habló luego de un rato de bajar las escaleras en silencio.

—No necesito que me digas nada.

—¿Quién dijo que lo necesites? Estoy intentando ser amable porque creí que podías sentirte mal como yo al principio.

—No todos somos como tú.

La chica bufó comenzando a caminar detrás mío.

—¿Por qué tomas esa actitud? Estoy intentando que hablemos bien.

—Oye. —me frené dándome la vuelta para poder tenerla en frente—. Que coincidamos en clase y en el castigo no significa que tengamos que hablar, ¿sabes? Limítate a hacer lo tuyo y yo haré lo mío.

No tengo idea por qué reaccioné de esa forma. Supongo que lo que decía era cierto, y que alguien se diese cuenta de mi preocupación o que no era capaz de hacer algo me irritaba demasiado. Por eso terminé diciéndole que se alejara después de que hacía poco habíamos empezado a hablar y a llevarnos mejor. La cosa es que, tampoco me daba la cara para disculparme, por más que apenas hablé me arrepentí de mis palabras.

—Como quieras.

Cada uno se fue por su lado y yo dejé todas mis cosas en el casillero. A los pocos minutos nos encontramos en el cuarto del conserje para tomar las cosas y comenzar a limpiar.

Cómo Conquistar a Kim Jisoo | JINSOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora