Cómo Conquistar a Kim Jisoo | JINSOO

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Lo busqué en la cafetería, en el jardín y en el baño, pero no estaba en ninguno de esos lugares y tampoco tenía demasiado tiempo porque comenzaría el horario de clases.

Cansado de prácticamente correr de un lugar a otro, me apoyé contra los casilleros y saqué mi teléfono para enviarle un mensaje a TaeHyung. Tal vez ya estuviera en el aula, pero me parecía extraño no habérmelo topado desde que llegué.

De: Jin

Para: Tae

Dónde estás?

Tenemos que hablar

¡Para colmo los mensajes no le llegaban!

De: Jin

Para: grupo >> "bangtan sonyeondan"

Alguien vio a TaeHyung?

JiMinnie: Noooo

No lo he vissto en todo el díaaaa

YoonGi: ¿En todo el día? Acabamos de llegar a la escuela, niño.

Seguro llega tarde o algo así, yo tampoco le he visto.

Hobi: Yo tampoco lo vi

Jin: Al menos saben dónde está JungKook?

Nam: Esta conmigo en las gradas las mesas de la cafetería estaban ocupadas y tuvimos que venirnos aquí a comer para que quieres saber donde estan ellos ??

YoonGi: Usa signos de puntuación porque sino se distorsiona el mensaje desde ya muchísimas gracias por la atención y cordiales saludos.

Hobi: Es saludos cordiales

YoonGi: No me digas cómo escribir.

Hobi: Solo era una recomendacion ☹

JiMinnie: Jjajaj

Nam: Yo escribo como quiero

Bloqueé el teléfono mientras suspiraba antes de ver cómo comenzaban a pelear, era lo usual. Nada serio, pero sí muy extenso, siempre me llenaban de mensajes. Había intentado salirme del grupo, pero siempre me volvían a agregar y aunque lo silenciara el ícono verde con un número de tres cifras al lado del chat del grupo me tentaba a entrar para deshacerme de él.

Salí del edificio en dirección a las gradas donde NamJoon había dicho que estaban, tal vez JungKook estaba al tanto de algo.

Aún así me parecía tan extraño no saber lo de la obra...

—JungKook, oye —dije mientras subía las gradas hasta dónde Nam y él estaban sentados comiendo—. Tengo que preguntarte algo.

—¿Cómo te fue con JiSoo? —preguntó con entusiasmo mientras tragaba el sándwich que tenía en la boca.

—Es sobre eso. JiSoo creyó que las flores eran parte de la utilería de una obra.

—¿Qué cosa? —dijo con confusión.

Le expliqué la situación al castaño, al que le pude ver cambiar de una expresión tranquila a una furiosa a medida que le iba contando.

—¡Ese maldito! —lanzó su sándwich a un costado con fuerza.

NamJoon lo tomó y me lo extendió. —Ten, come.

Tomé el sándwich y me lo llevé a la boca. —¿Qué está pasando? No entiendo.