025

276 34 5
                                    

Después de que terminaron las clases, salí apurado en busca de Jisoo ya que había salido del salón antes que yo. Aún no había hablado con ella sobre el cambio de quien haría el vestuario, y de que tendría que venir a mi casa puesto que sería mi madre la encargada ahora.

Salí del salón apurado por miedo a que Jisoo se fuera rápido, y me costó bastante encontrarla entre toda la gente. Cuando lo hice, vi que estaba en la otra punta del pasillo, casi a la salida. Pensé en llamarla, pero tendría que gritarle muy fuerte y todos me mirarían con cara de desagrado. Por esto corrí lo más rápido que pude hasta llegar a ella. Quizá me miraron mal los que choqué sin querer en el camino, pero no pude detenerme a disculparme.

—¡Jisoo! —dije una vez estuve cerca de ella—. Aquí... estás...

—Seokjin, ¿qué te pasó? —me miró sorprendida.

—Nada, nada. —me apoyé sobre mis rodillas tratando de recuperar el aliento.

—¿Corriste? Debes estar sediento. —negó con la cabeza y de descolgó de un hombro su mochila, quitando una botella de los costados y ofreciéndomela.

—¡No hace falta! Gracias igual, pero no es para tanto.

—Tómala. —agitó la botella con su brazo aún extendido hacia mi—. Hazlo o vamos a una tienda y te compro una.

—¡No! —negué rápidamente y tomé la botella que me ofrecía.

Me acabé el agua en segundos, y eso le pareció gracioso a juzgar de la risa que dejó escapar.

—Lo siento... —bajé la cabeza avergonzado extendiéndole la botella vacía—. Te compraré otra.

—No quería tomar agua. A parte ya nos vamos a casa. —hizo un gesto con la mano restándole importancia—. Y bien, ¿qué ha pasado?

—Oh, eso. Bueno. —me rasqué la nuca—. Eunha me ha dicho que hubo un cambio en el vestuario, que ahora es mi madre la que se encargará de hacer el tuyo.

—¿En serio? —abrió sus ojos con asombro—. Ella me dijo que hubo un cambio, pero no me dijo quién sería. ¡Nunca imaginé que sería tu madre!

—¿Estás bien con eso? Sé que Eunha es tu amiga y que ya conocías bien su casa.

Había estado pensando en que quizá se sintiera un poco incómoda de tener que venir a la mía.

—Pero nosotros también somos amigos, Jin. —rodó los ojos con diversión y me dio un golpecito en el brazo—. A parte ya estuve allí la vez que esperé que me fueran a recoger luego de la muestra de danza, ¿recuerdas?

—Sí, es verdad. Pero no sé. —me encogí de hombros—. Igual me alegra que no te suponga un problema. Mi madre dijo que el viernes puede comenzar, ¿tú estás libre?

—Si mal no recuerdo el viernes después de clases habíamos acordado ensayar. ¿Te molesta si luego me quedo un poco más para que podamos hacerlo?

—Por mí está bien. —asentí con una sonrisa.

Luego quedamos que ese día yo la llevaría después de clases y nos despedimos cada uno por su lado. Aún cuando ya estaba en el bus y había pasado tiempo desde que nos despedimos, no podía dejar de sonreír. Me gustaba que Jisoo dijese que éramos amigos. Años atrás, jamás hubiera imaginado siquiera dirigirle la palabra para pedirle algo. Pero ahora pasábamos tiempo juntos y yo realmente esperaba que ella lo disfrutara tanto como yo, aún si ella solo me veía como un amigo no me importaba. Estar cerca de Jisoo me hacía feliz.

Cuando llegué a casa, pasó poco tiempo para que Taehyung comenzara a enviarme mensajes preguntándome si había podido hablar con Jisoo. Le dije que sí y que ya todo estaba listo por lo que me felicitó. Pero a ese punto, ir a hablarle a ella ya no me suponía algo tremendamente difícil de hacer.

Cómo Conquistar a Kim Jisoo | JINSOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora