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A penas entrabas en el Instituto podías ver una enorme escalera enfrente, que era una de las que daba a los otros pisos.
Apuré el paso subiendo cada escalón con rapidez, hasta que recordé que JiMin tenía mis libros. Así que tuve que volver a bajarlos todos e ir hacia la izquierda, el pasillo de los casilleros en el que estábamos.

Y como lo imaginé, no estaban allí ni JiMin ni NamJoon.

Maldije internamente por llegar tarde y por no tener mi celular a la mano para preguntarles en dónde se encontraban.

Con lo tarde que iba no me daba tiempo a ir hasta mi casillero a buscarlo, así que decidí por ir de todas formas. Era una biblioteca, seguramente tendrían unas copias.

Volteé y pude verlos a ambos viniendo por el pasillo del lado derecho. Al verme, me saludaron con una sonrisa despreocupada.

Miré al cielo y luego acomodé las correas de mi mochila mientras daba pasos largos hasta ellos.

—¿Se puede saber dónde estaban? —pregunté mientras le quitaba los libros de forma brusca a JiMin.

—Esperándote, duh.

—Yo compré una soda. —dijo NamJoon mientras alzaba una lata y luego bebía de ella.

—¡Llego tarde!

—¡Es tu culpa! Nadie te mandó a ir con YoonGi.

—¡Tú me mostraste el mensaje y me convenciste de ir!

—¿Y por qué le haces caso a NamJoon? Es un tonto.

Recibió un golpe en el brazo por parte del nombrado e hizo una mueca de dolor exagerada. Era cierto que tenía mucha fuerza.

—¡Casi me rompes el brazo!

Nam rió levemente, apretando los ojos y arrugando su nariz. —Al único al que le van a romper el brazo es a Jin.

—¿A mi? ¿Quién?

JiMin lanzó un suspiro como de enamorado, al que no supe cómo reaccionar.

—¿Qué? ¿Qué pasa?

Me hicieron una seña para que me volteara, y yo sin mucha confianza, me giré lentamente hacia mi izquierda.

ChaeYoung.

Socorro, ayuda, Jesús. Quién sea.

Las fuertes pisadas de sus zapatos con un leve tacón se oían por el silencioso pasillo. Su entrecejo estaba fruncido y sus manos hechas puño mientras con una de ellas llevaba un puñado de hojas.

Evidentemente estaba enojada.

—¡Kim SeokJin!

Y era conmigo.

—Buenas tardes, ChaeYoung. —saludé con una sonrisa, esperando en vano no recibir un reto de su parte.

—¿Tienes idea de la hora que es? —se cruzó de brazos enfrente mío mirándome expectante.

—Oh, lo siento, es que tuve un problema y no pude llegar. Pero ya mismo estaba yendo.

Me golpeó en el pecho con las hojas que traía en la mano mientras arrugaba su nariz.
Sí que estaba enojada.

—¡No hagas eso! —puse mis brazos a modo de escudo frente a mi.

—¿Sabes lo que significa llegar media hora tarde a mis clases? Que yo debo atrasar media hora la clase de Kim Jennie. ¿Y qué si Jennie no puede venir a la clase porque es muy tarde? —movió su cabeza de un lado a otro—. Sacará una mala nota en el exámen, por lo que el profesor me echará la culpa a mi ya que soy la encargada de que eso no pase. Y eso significa que me bajará la nota a mi también, al igual que mi mesada cuando mis padres se enteren. ¡Y no me voy a quedar sin dinero por tu culpa!

Cómo Conquistar a Kim Jisoo | JINSOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora