12.La cagué.

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Narra Logan Lerman.

Ella lucía en paz, soñando que volaba por las nubes en un cielo lleno de color. Color vivo y brillante.

Amo verla así y yo ser el causante de esa felicidad.

Los eventos ocurridos anoche se retoman en mi mente y sigo sin creer que le metí una nalgada en pleno clímax. Aquí estamos, acostados en su cama con la sábana cubriendo de nuestra cintura para abajo.

Bianca estaba boca arriba, con una mano debajo de sus pechos y la otra a un lado de su rostro, aquel rostro perfecto que puedo ver completo. Admirarlo por un largo rato en dónde mis sentimientos volvieron a activarse.

No sé cuánto tiempo estuve embelesado contemplandola, solo sé que mi corazón se aceleró en lo que sus ojos comenzaron a parpadear con la intención de despertarse.

Me miró y sonrió. Estoy en el maldito paraíso.

—Buenos días.—me saluda con la voz un poco ronca, aún sin mover un músculo de su cuerpo.

—Buenos días, Amore mio.—dije en un suspiro, rozando mis dedos sobre su mejilla.—Eres tan hermosa... La chica de mis sueños...

Retiró mi mano de su cara de golpe. Así mismo, se levantó de la cama con una expresión seria y cruzó los brazos ¿Qué hice mal?

—Acabas de arruinarlo.—me escupe.

¿Que yo qué?

Tuve que sentarme en la cama medio desorientado por su acusación ¿Le arruiné que?

—No sé de qué me hablas.—niego con la cabeza.

—Logan, por Dios ¿Qué fue lo primero que te dije?—rodó los ojos. Despertó de mal humor.—Que después de acostarnos, seguiríamos como antes.

—Soy el mismo de siempre, Bianca.—me reí sin una pizca de gracia.—Ni siquiera han pasado cinco minutos.

—No, no, no ¡Logan!—exclama, pasando sus manos por su rostro.—¡Es lo que haces! Empiezas con los apodos tiernos y los halagos, luego vas a querer que repitamos lo de anoche y yo claro que acepto, pero poco a poco te ilusionas más y yo no quiero esto.

—¿Y cuál es el problema de querer repetirte que eres el amor de mi vida?—ataqué, yo también levantándome.—¿Decirle "te amo" a la mujer que una vez lo hizo?

Ella se mantuvo callada sin saber que responderme. O no quería responderme.

¿Que está pasando por tu cabeza ahora mismo, Bianca?

—No quiero ilusionarte, Logan.—me repitió.

Yo la amo y ella aún me quiere, lo demuestra cada día y eso me da esperanzas de volver a estar juntos ¿Por qué ella simplemente se aleja?

A menos...

La miré atónito. Con que es eso.

—Todo esto es por Antonio.—mi afirmación la deja sin palabras.—Tú y él... Tú lo amas.

Una parte de mí se derrumbó cuando ella tardó en responderme. Bianca se preocupó por mi estado e intentó acercarse, pero yo retrocedí.

—No, Logan. No lo amo.—aclara.—Es complicado, pasaron muchas cosas entre él y yo que ahora mismo no estoy en condiciones de darte esperanzas.

—Y por eso quisiste acostarte conmigo sin compromisos.

—¡Y tú aceptaste!—me recuerda.—No soy la mala aquí, Logan. He dejado mis intenciones muy claras para ti...

La pajua de Bianca | Logan LermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora