17. Cuentas pendientes.

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Amber

Con mi "misión cumplida"  aproveché la oportunidad para encargarme de Recoome. Tranquilice mí mente lo mejor que pude y descendí por las escaleras, encontrándome de frente con el desagradable Recoome. Mis memorias con él no eran agradables, le agradaba demasiado la inocencia de Melissa, y no se medía cuando debía estar con ella o conmigo, le daba igual. Solamente era una bestia, un drogadicto que veía mujeres para poseer en la casona del emperador. Y no era nada gentil, estar con el implicaba sufrir mucho, ya que tenía una ventaja contra cualquiera que quisiera enfrentarlo, era un tipo gigante, a pesar de vivir en drogas se ejercitaba mucho y eso le proporcionaba una fuerza descomunal. Era la única fortaleza que tenía y desde mi posición estaba en desventaja, ya que podía ser muy difícil reducirlo y matarlo. Con él necesitaba ser estratégica, planeaba darle algún somnífero y secuestrarlo dormido para llevarlo al otro lado de la ciudad. Pero ahora lo tenía frente a mí, mientras su hermano muerto se encontraba en la habitación, todo muy conveniente para terminar en desastre. Tuve que planear rápido y se me ocurrió usar mi mejor carta: la seducción.

—¿Quien eres? ¿Y porque estás en la casa?—preguntó molesto.

—Tanto tiempo sin vernos. No me digas que te olvidaste de mi. Creí que yo era tu chica especial.— le dije fingiendo dramatismo.

—Lo lamento, no sabía que mi hermano estaba con una chica, mejor me voy.

—Soy Amber tonto, ¿ya te olvidaste de mi?

—¿Amber? ¿De dónde recuerdo ese nombre? Ah sí, tú fuiste una de los que se escapó. El emperador dijo que habías escapado. Será mejor que te asesine.

—No seas tonto, yo no me escapé. ¿Cómo podría? El emperador me vendió en secreto a un tipo ruso. ¿Acaso les mintió y les dijo que me fui?

—Quieres confundirme. Será mejor que llame a mi hermano ¡Jeice! ¡Ven aquí! ¡Una de las traidoras está aquí! ¡Jeice!

—¡Shhh! Vas a despertarlo. ¿Con quién crees que estaba?

—¿Estabas con Jeice? ¿Dónde está él ahora?

—Me escapé de mi esposo ruso para estar un rato con tu hermano. Extrañaba a mis viejos amigos. No irás a delatarme ¿verdad?

—Si dices la verdad, ¿Porque el emperador nos mentiría?

—Seguramente estaba celoso de mi relación con ustedes. Y por eso me vendió. Pero no es necesario que él sepa que estoy aquí contigo. Si guardas mi secreto prometo darte un lindo regalo.

—Aun no me contestaste. ¿Dónde está Jeice?— con impaciencia me empujó a un lado, para subir por las escaleras.

—Jeice y yo tuvimos sexo toda la noche, ahora está dormido. Planeaba volver al hotel donde está mi esposo, pero me encontré aquí contigo. Si no me crees puedes ir a ver a tu hermano, está durmiendo en su habitación tranquilamente.

—Por supuesto que iré a verlo.

—Cuando termines quiero que me lleves hasta el hotel. Te imaginarás que no traje auto. Pero baja la voz o Jeice se molestará por tus gritos.

Lo llevé hasta la habitación, que estaba a oscuras. Entró y se fijó que su hermano estuviera ahí. Cuando quiso acercarse al cuerpo le indiqué que debía irme y lo saqué a rastras tomándolo del brazo.

—No lo toques. Vas a hacerlo enojar—  le susurré
—Mejor llévame a mi hotel, estoy algo cansada.

Con algo de suerte logré persuadirlo y salimos de ahí.

—¿Porque usas guantes?

— Soy la esposa de un tipo rico, uso ropa cara, jamás podrías entender sobre moda. Ahora llévame a comer algo, tu hermano no me invitó ni siquiera una copa.

FUGITIVA                                                 Vegebul  [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora