3. Primer amor.

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Bulma

Creo que estuve inconsciente por varios días. Es muy fácil perder la noción del tiempo en este lugar. Cuando desperté estaba en otra habitación.

Me puse de pie y recorrí el lugar. Había dos camas y un baño grande. Oí que abrían la puerta, y me sobresalte pero era la señora de limpieza.—¡Me asustaste!—Le grité —¿Dónde estoy? Esta no es mi habitación. No me digas que es la de Freezer.

Mar entró a la habitación, y me indicó que baje la voz.
—Eres afortunada— respondió. —Es la habitación de Vegeta. Hizo un trato con el emperador y le permitieron traerte aquí. Ahora estas bajo su protección.

Me senté en una de las camas y pregunté: —¿Cómo lo sabes?

Mientras aseaba la habitación, respondía mis preguntas. —Él me lo dijo. Procura que nadie hable contigo o lo meterás en problemas, asi que ten cuidado. En unas horas regresará y te explicará todo. Ten estos anticonceptivos.— Sacó unas pastillas del bolsillo de su delantal y me las dió. —Toma uno cada día y oculta la caja. Te traeré una al mes. Mientras tanto trata de comer y ve a darte un baño. Estuviste muchos días en cama.

«Que extraño que hable conmigo si lo tiene prohibido.»

Comencé a replantear mis opciones, el Emperador y sus hombres eran unos malditos, la peor escoria, iban y venían de ese lugar. No conocía a nadie ahí adentro pero al menos Vegeta y Mar, la señora de la limpieza, me trataban bien y se arriesgaban por mi. Y debía reconocerlo, Vegeta me gustaba y mucho. Él jamas me hizo daño, al contrario intento ayudarme desde el momento en que llegué. Yo solo le di problemas. Mientras observaba el jardín exterior por la ventana, él entró a la habitación.
—Estás muy pensativa. ¿Te sientes bien?—dijo de pronto, provocandome un susto de muerte.

—Me asustaste. Estoy bien. Solo pensaba como evitar las golpizas y los castigos.—dije sosteniendome el pecho por la impresión.

—Haz lo que te digo y estarás bien. Al menos fisicamente.— entró al armario para buscar otro calzado.

Por mi parte continuaba observando por la ventana.
—Quería darte las gracias por haberme traído a tu habitación. ¿Que sucedió para que me permitan estar aquí?

—Te desmayaste por estar varios días sin comer. Solo hice un trato, nada importante. No necesitas agradecerme nada. Pon de tu parte y estarás bien.— Se sentó en la cama mientras hablaba conmigo.

—Debiste dejarme morir. Jamas podré soportar todo esto.

Él se levantó de la cama y se puso a mí lado para hablar con seriedad. —Oye no hables así, debes sobrevivir, y tal vez algún día podamos dejar atrás todo esto.

—Quisiera ser tan optimista como tú, pero soy demasiado blanda, siento que estoy muerta en vida.

—He visto a muchas de las chicas de Freezer morir, no quiero que te pase lo mismo. No lo soportaría de nuevo.

—¿Eso significa que te importo?

—Tal vez ya estoy harto de la muerte. Quisiera dejar todo esto atrás y si pudiera me los llevaría a todos conmigo, pero no creo que suceda. Solo sé que un día asesinaré a Freezer con mis propias manos.

Me sentí conmovida por sus palabras e impulsivamente lo abrace. Podía sentir el dolor que cargaba por dentro y el odio profundo que compartíamos por Freezer. Empezó a llorar amargamente y se tiro al piso de rodillas, yo continué abrazándolo. Podía entender su dolor y desesperanza, eran los mismos sentimientos que yo tenía desde que perdí a mis padres. No supe cuanto tiempo pasó, pero se tranquilizo, nos levantamos del piso y me pidió disculpas.

FUGITIVA                                                 Vegebul  [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora