Mi Oscuro Pasado ©

CAPITULO 09

Capítulo dedicado a:

PaulinaGarcia303

¡¡Por sus bonitos comentarios, gracias!!

Dulce sueños

Valentine.

—Es una amenaza Valentine—dice Oleg mirándome con preocupación.

Camino sobre el charco de sangre que hay en el piso ignorando su comentario, ensuciando mis tacones a su paso, busco con la mirada a Josh, necesito saber que paso. Las sirenas de las patrullas y ambulancias hacen eco afuera, brindándome un dolor de cabeza más.

Encuentro a Josh saliendo de su despacho, con la camisa sucia y rastros de sangre en ella, tiene el cabello alborotando demostrando que se pasó las manos por él, por la desesperación, supongo.

—Val—suspira aliviado cuando me ve, llevándose una mano al pecho— ¿estas bien?—pregunta.

—Si-respondo—¿Qué diablos pasó Josh?—cuestiono observando toda mi discoteca echa un desastre.

—Estaba en la barra bebiendo un trago— traga saliva nervioso— cuando un tipo alto, con una barba escasa— empieza a describir al italiano—moreno, comenzó a disparar a diestra y siniestra, sin ningún objetivo alguno, mientras él hacia eso, otros dos tipos colgaban esa pancarta—señala la advertencia colgada en el segundo piso—después de unos minutos desaparecieron de aquí.

—Bien—digo entre dientes, sintiendo el enojo recorrer todo mi sistema— quiero que le digas a la policía que fue solo un enfrentamiento entre dos bandas, que nuestra discoteca no tiene nada que ver, ¿entiendes?

Asiente.

—Lee—volteo a mirar a mi amigo— descuelga la pancarta—ordeno.

Kang sale disparado del lugar haciendo lo que le pedí mientras Oleg empieza a revisar el lugar, auxiliando a las pocas personas que quedan pidiéndoles que guarden la calma.

Empiezo a pensar que haré a continuación, analizando un plan para salir de este embrollo en el que me involucro el italiano. No será fácil librarme de la policía, no cuando hay cuatro cadáveres de por medio.

Tendré que hablar con mi abuelo.

Veo entrar a cuatro policías acompañados de dos paramédicos, empiezan a revisar todo el lugar, uno de ellos se acerca a mi cuando Kang les dice que yo soy la dueña de la discoteca. Mientras tanto los paramédicos comienzan a inspeccionar a algunas personas con heridas leves, Oleg da informes a su amigo colombiano que no me quita los ojos de encima, me ocuparé de él después.

—Señorita ¿cómo se encuentra?—pregunta el oficial posicionándose en frente de mi— Necesito tomar su declaración—dice mientras toma un pequeño cuaderno de la bolsa de su pantalón—¿me podría decir qué fue lo que vio?—espera mi respuesta con una mano sosteniendo su pluma sobre el cuadernillo.

—Yo...—comienzo—estoy bien—me aclara la garganta pareciendo más segura—estaba en mi despacho haciendo el informe de ventas de la noche—miento—, cuando empecé a escuchar disparos afuera y gritos—pongo cara de horror simulando inquietud—gracias al cielo estaba cerca mi guardaespaldas, no sé que habría hecho si estuviera sola—me hago la victima— pero el gerente, Josh, así se llama—continuo—, me dijo que eran dos bandas criminales que se encontraron aquí por casualidad—comienza a escribir.

—¿Conoce a alguno de ellos?—pregunta sin quitar la vista del cuaderno.

—No señor—respondo con pena.