CAPITULO 20

483 66 21
                                    

Sentimientos

Valentine

La pareja de comprometidos que beben Champagne, cerca de su mesa mientras hablan con algunos invitados, son la viva imagen de la mentira. Lucy se pavonea con su brillante anillo, presumiendo ser la futura señora de Mahomes. Ella voltea de vez en cuando para observar a mi amigo que no le presta para nada atención.

—¿No crees que hoy me veo más guapo de lo normal?—pregunta él con arrogancia.

El traje de tres piezas que usa no le queda para nada mal, espcialmente porque está hecho a su medida, y ni hablar de su porte varonil que lo hace lucir más atractivo en esta noche gélida de California. Su cabello que esta peinado hacia un lado denota sus finas facciones. Algo que siempre le he envidiado es esa piel suave sin ningún tipo de imperfecciones, me dan ganas de acariciarlo todo el rato, pero eso sería raro y me abstengo de hacer tal cosa, sobretodo a él que es un engreído de lo peor.

Se ama tanto que cuando se ve en un espejo tarda como diez minutos en decirse lo guapo que está.

¡Que el universo nos libre de la vanidad de ese Asiatico loco que tengo como amigo!

Lo miro y meneo la cabeza con diversión.

—Yo te veo igual—Espeto sin importancia.

Alza las cejas, incrédulo.

—Patrañas—hace un mohin—, hoy me veo más guapo de lo normal—bebé un sorbo de su champagne y voltea a verme— por cierto, ese talismán se te ve precioso Val.

Le muestro una sonrisa cálida y asiento en acuerdo. El talismán que me regaló en mi cumpleaños se volvió un objeto valioso para mí, que sea una pulsera de oro es lo de menos. Aunque él es muy creyente con las ideas de la buena suerte y salud, cree que este talismán me ayudará a buscar un poco de paz en mi interior, cuando no creo que eso sea posible.

—Mi talismán no es una pulsera, eres tú Kang Lee—digo sincera.

Me muestra una sonrisa vivaz.

Sus sonrisas son como estrellas fugaces, las ves muy pocas veces y cuando eso sucede es algo realmente mágico.

—Admitelo, me amas—se burla y yo blanqueo los ojos.

Se termino la magia.

—cállate payaso.

—Ven a mí —Dice con tono divertido y afable extendiendo los brazos.

Desde que llegamos a esta ciudad hemos tenido poco tiempo para estar juntos, hacer lo que hacíamos en Nikko: correr autos, entrenar, ir a los templos, salir a cazar y ver películas de terror; nuestro género favorito. Mi amistad con Lee no podría describirlo como otra cosa que no sea hermandad.

Y eso es él, mi hermano.

La primera vez que me vio llorar fue cuando le conté todo lo sucedido con mi pasado, con la razón por la que me fui de aquí. Y él solo me escuchó, me sonrió y extendió sus brazos diciendo "Ven a mí", sentía como mi corazón pudo tener un poco de paz en sus brazos, en su calor corporal y en su aroma tranquilizador. Después de eso, cada vez que peleábamos por tonterías-la mayoría de veces solo porque no ganaba una carrera-, hace lo mismo; me pide un abrazo y otras veces solo por que lo necesitaba, y bueno, en la mayoría de veces yo refunfuñaba haciéndolo.

Supongo que este es uno de esos días.

—Nos estan viendo—murmuro.

—Al diablo—ruge aún con las manos extendidas.

Mi Oscuro Pasado ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora