Romance secreto

Capítulo 1

Desde que se anunció el brote de la pandemia, VILE discutió sobre la situación. Puede que los profesores no salgan de la facultad, pero podían exponerse con los objetos robados que les lleváramos los agentes. La cosa se complicó más cuando se anunció toque de queda en muchos países. Esto nos impediría robar, pues con solo ver una persona fuera de casa te arrestaban por no respetar la contingencia.

VILE anunció que las misiones quedaban suspendidas hasta nuevo aviso. Yo lo tomé bien, pues aquí en España esta más grave la situación. No me preocupaba el virus, para mí no había problema en quedarme en casa, pero me preocupe por Jean Paul.

Cuando somos ladrones usamos nuestros alias, pero cuando somos civiles nos llamamos por nuestros nombres reales. Se supone que los agentes no deben socializar fuera del trabajo, pero Jean Paul y yo somos muy cercanos.

Antes de que anularan los vuelos internacionales, Jean Paul me habló para pedirme si podía quedarse conmigo en esta cuarentena. Yo le dije que no habría problema, solo tendría que ver eso del permiso de quedarse en España. Jean Paul habló con los maestros y le dieron unos papeles que le permitirían quedarse en España por al menos un año.

Estoy algo nervioso, no pensé que mi mejor amigo se fuera a quedar a vivir conmigo por al menos un año. En realidad, se supone que solo se quedara durante la cuarentena, dudo que esto vaya a extenderse.

Fui a recogerlo al aeropuerto, él no sabe mucho el idioma español por lo que no confiaba en la gente del lugar. Es cierto que puede hablar inglés, pero con la situación actual, los extranjeros ya no saben en quien confiar, pues desconocen sobre quien podría portar la enfermedad.

En cuanto lo vi, ambos nos dimos un fuerte abrazo. La gente se nos quedaba viendo feo, no por ser hombres sino porque no respetábamos el protocolo de salud. A nosotros no nos importó, pues íbamos a estar viviendo juntos por lo que no habría problema. Además, somos muy cercanos.

Fuimos a mi casa donde le enseñe la habitación en donde iba a estar toda esta cuarentena. Él me dio las gracias por permitirle quedarse, yo le dije que no había problema a lo que él me sonrió. Su sonrisa me hizo palpitar el corazón por lo que cerré la puerta para permitirle desempacar.

Llega la hora del almuerzo, supuse que él tendría mucha hambre por lo que hice el almuerzo muy rápido. Jean Paul sale con ropa formal para sentarse a comer. Aproveche para preguntarle el motivo de su visita.

—No quiero sonar grosero, ¿Pero como andan las cosas en Francia? — pregunté.

—Pues, lo mismo que esta pasando en todo el mundo. Decretan cuarentena en toda Francia, por lo que nadie puede salir— me dijo rascándose el cuello.

—Aparte del virus, ¿había algo que te impidiera quedarte en tu país?

—Tú sabes bien que en mi país las casas son pequeñas, no son tan grandes como el resto del mundo— responde estirando los brazos.

—¿No compraste una casa grande con el dinero que ganas de VILE?

—De nada sirve, las casas grandes están igual. Hay más espacio, pero sigue siendo lo mismo— responde subiendo los pies a la silla para abrazarse— La cosa es que no iba a soportar estar solo por mucho tiempo— me voltea a ver apenado— Tú sabes bien que no soporto estar en lugares cerrados. Yo disfruto más estar al aire libre, y obviamente allá iba a ser imposible.

Supongo que lo dice que tiene sentido. En estos momentos el gobierno está más exigente, el solo verte afuera te puede llevar a la cárcel. Solo se podrá salir por víveres o medicina, pero igual es arriesgado. Yo lo calmó sugiriéndole ver una película en la televisión, él me sonríe y yo le devuelvo una sonrisa. Solo espero que las cosas no empeoren.