𝐒𝐋 | En donde Young Mi comienza a descubrir como funciona el amor, mientras que tiene que combatir viejos miedos.
A la vez que es la hija de Kim Joo Young, la persona a la cual todos culpan.
❲ primer fanfic en español de sky castle! ❳
❲...
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— Young Mi, tú irás con Seo Joon —anunció el maestro de aula monótonamente.
Young Mi volteo hacia atrás para buscar con la mirada a Seo Joon, sabía que su lugar estaba en la parte trasera del salón, esto debido a que según el maestro no sacaba buenas notas. Su mirada se encontró con la del pelinegro mientras sentía calor en sus mejillas, para después rápidamente volver la vista al maestro.
Pasaron los nombres de otros estudiantes, pero Young Mi no les había puesto atención estaba muy ocupada cuestionando su reacción, porque se sonrojó al verlo a los ojos? Era una sensación rara y no estaba segura si le gustaba.
Apenas salió el maestro del aula el hermano gemelo del chico se le acercó.
—Que suerte la tuya a que sí —bromeó mientras lo codeaba. No era un secreto para el que a su hermano le gustaba Young Mi.
—Eres un pesado —el mayor de los gemelos Cha afirmó. —Este pesado es el mejor hermano del mundo, además ... —no termino de hablar cuando una voz femenina los interrumpió.
—Cha Seo Joon —dijo Young Mi con una voz que reflejaba seguridad. Pero así de rápido esa seguridad se esfumó al ver que tenía la atención del chico.
—Solo... quiero saber como vamos a hacer el trabajo. —vacilo. Qué le pasaba que se ponía así? Ella era Kim Young Mi futura dueña de uno de los centros comerciales más grandes en Gangnam.
—Bueno, los dejo —murmuró Ki Joon para empezar a alejarse.
Un silencio bastante incómodo se formó.
—¿Quieres que lo hagamos en mi casa? —pregunto Young Mi en un intento de romper el incómodo silencio.
—Como quieras, o podemos hacerlo en mi casa —respondió Seo Joon rápidamente. Young Mi asintió.
—Puedes darme tu numero para así podernos comunicar? —pregunto un tanto tímida.
—Ah, claro —respondió para sacar su celular del bolsillo de su suéter, para entregárselo a la chica. Pasaron unos minutos en los que Young Mi registraba su número en el celular del chico.
—Aquí está —dijo mientras le devolvía el celular—. Durante estos días hablamos y decidimos la fecha.
—Si, me parece bien.
Ahora otro silencio incómodo se había formado, como se supone que debían terminar la conversación. Para su fortuna la voz de Kang Ye Seo los interrumpió.
