¿Hasta Dónde Llegará Nuestro Amor? "KOOKMIN"

CAPÍTULO 25

Primer capítulo del año o(*^＠^*)o prepárense '(*>﹏<*)′ y es bastante largo 🙊🙊

Seúl - Corea del Sur........

Me encontraba bastante nervioso, el ruido a mi alrededor me provocaba una fuerte migraña, dese la muerte de mi hermana me volví algo introvertido, evitaba estar en lugares con gran concentración de personas, no me sentía seguro, forzadamente ahora debía estar rodeado de una multitud de personas que entraban y salían haciendo su trabajo, respiré hondo tratando de calmarme mientras una mujer se encargaba de arreglar mi cabello, dos muchachos movían un perchero con varios trajes y se los mostraban a TaeMin para que seleccionará las piezas que se usarían, miré de reojo a Taehyung, se notaba que a él no le afectaba en lo mínimo tanto ruido, al contrario parecía estar muy cómodo con que la gente esté tocando su cara y cabello, seguramente demasiado acostumbrado por su trabajo, se miraba al espejo mientras una enorme sonrisa adornaba su precioso rostro, hoy sería su regreso al mundo de glamour y las luces, me alegraba verlo estable.

Los primeros días que llegamos a Seúl Tae estaba sumido en una gran depresión, la cual empeoro al tener que regresar a su apartamento que al parecer le traía viejos y dolorosos recuerdos, Yoongi y Hoseok hyung no tardaron en actuar y terminaron consiguiendo otro lugar para que fuera su nueva casa, acompañé a Tae a sus terapias para que tuviera apoyo moral y no se sintiera solo, sus citas fueron programadas entre los hermanos Kim, los dos se encargaron de sacarlo de su depresión, realmente eran muy buenos en su profesión, me alegré mucho de volver a ver a Jennie, ella siempre sería una persona especial.

Mi psiquiatra se vino a Seúl para estar junto a su prometido con el que contraería matrimonio en unos meses, Kim JongIn era un médico cardiólogo, un hombre con buen carácter y carisma chispeante, por las terapias conocí a su hermano mayor, un hombre alto con hombros amplios, piel blanca, ojos negros y cabello castaño, demasiado guapo, parecía más un modelo que un psiquiatra, también tuve la oportunidad de conocer a su esposo, un hombre alto con la piel morena y sonrisa de hoyuelos llamado Kim Namjoon, era un abogado bastante reconocido en su medio, un rival digno para el consorcio Jeon, tenía especialidades en el área penal y familiar, un hombre bastante preparado; admiraba la forma llena de amor con la que se trataban, cuando nos conocimos ninguno negó su relación más al contrario se notaba lo orgullosos que estaban por su decisión, me contaron toda su historia de amor y como decidieron sellar su romance con un bonito matrimonio celebrado en Canadá, escucharlos describir tan poéticamente su gran vida juntos, me lleno de felicidad, pero a la vez la envidia trataba de opacar ese sentimiento, mi situación era tan diferente, yo no podía ir por la calle tomado de la mano con Jungkook y mucho menos podía presentarlo como mi novio, su familia seguía creyendo que sólo era su amigo, y para el resto de conocidos no era diferente, lamentablemente yo no tenía muchos amigos, no me relacionaba con la gente para evitar que Jeon sintiera celos y terminara enojándose como había sucedido en el pasado, se notaba que Namjoon hyung no era así, él confiaba y defendía a su pareja de cualquier mirada desdeñosa o comentario mal intencionado, en cambio Jungkook evitaba involucrarse en escándalos, por lo que en público evitábamos estar muy cerca el uno del otro, esos atroces y despectivos comentarios salían de sus labios en reuniones con socios o amigos, solo por agradales.

En medio de las terapias las palabras de los hermanos Kim me hicieron replantearme mi noviazgo con Jungkook, ahora me daba cuenta que no estaba en una relación totalmente saludable como creia, tenía una insana dependencia por lo que su fría actitud me dañaba como puñales directos a mi corazón, aunque me esforzaba por mantener nuestra relación nada resultaba bien, realmente debía estar seguro de querer seguir con alguien que no deseaba avanzar del estancamiento en el que nos encontrábamos.

Los días se convirtieron en semanas y esas semanas en tres meses, al inicio no quería comunicarme con Jungkook hasta tomar una decisión, pero sus llamadas diarias se redujeron a una por sema en las cuales apenas cruzábamos algunas palabras, los "te amo" se convirtieron en un simple y vacío "cuídate" algo duro de asimilar.