¿Hasta Dónde Llegará Nuestro Amor? "KOOKMIN"

CAPÍTULO 44

Me encontraba bastante preocupado debido a la llamada que le hice a mi esposo para saber cómo estaba, apenas hablo pude percatarme de su voz rota y entre pequeños sollozos me pregunto cuándo regresaríamos, Yoongi al escucharlo se alteró mucho e intento conseguir un pasaje para esa misma noche, pero lamentablemente no había un solo boleto, tuvimos que esperar hasta la mañana para tomar el vuelo que teníamos programado, decidimos no decirle nada a Jimin para no complicar las cosas, ya tenía suficiente con mi esposo que estaba histérico.

- ¿En qué piensas tío? - mi princesa me miraba con sus hermosos ojos negros que brillaban como estrellas en el cielo.

- Mmmm.... buena pregunta hermosa, pienso en tu tío Tae, se escuchaba triste, él quería verte actuar - no era bueno mintiendo, por lo que prefería decir una verdad a medias.

- Yo también quería que venga, cuando está cerca mi papi me deja comer más golosinas - la nena hizo un puchero muy parecido al de Jimin.

- Querrás decir que con su ayuda terminan engañando a tu papi para que los dos puedan comer más golosinas - Momo se reía escandalosamente por mi comentario, esos dos eran los mejores cómplices que pudieran existir.

- Papi lo quiere mucho, pero......- la niña se quedó en silencio, eso me preocupo un poco.

- ¿Pero que mi estrellita? - acaricie con delicadeza su mejilla mientras le sonreía para tranquilizarla, era muy raro que se pusiera tímida, ella tenia un caracter explosivo y divertido.

- Tío Hobi, usted sabe que soy una niña buena que lo quiere mucho y que no le pediría nada si realmente no lo necesitara, por eso......... me regalaría a mi tío Tae, lo quiero como mi nuevo papi, yo a cambio le doy todas mis mesadas - casi me atoro con mi saliva al escuchar la propuesta de la niña.

- Mi amor, por qué quieres a tío Tae como tu papi, si ya tienes un papi que te ama demasiado - no entendía a la pequeña, Jimin se desvivía por la niña al punto de cancelar su trabajo para estar a su lado, que pudo haber pasado para que Momo pensara de esa manera.

- Tío te puedo contar un secreto - ¡oh no!, yo no era muy bueno ocultando cosas, estaba en problemas.

- Claro princesa - después de esto tendría que visitar a Jin en su consultorio, odiaba que no estuviera aquí para manejar esta situación.

- A mi papi le duele su corazón - la pequeña miraba el suelo mientras apretaba sus manitos.

- Extraña a alguien, pero no sé quién es, cuando llora solito siempre repite el mismo nombre y aunque le pregunto no me quiere decir - recuerdo con claridad todas esas noches que escuchaba a mi papi sollozar en su estudio, la primera vez que lo escuche fue cuando intente presentarle a mi maestra, había pasado meses hablándole a la señorita Kim de lo grandioso que era mi papi, me di cuenta que a ella le gustaba por como lo miraba cada vez que me dejaba en la escuela por lo que fue más sencillo convencerla para que le dijera sus sentimientos a mi papi, grande fue la sorpresa para las dos cuando mi papi la rechazó muy cortésmente explicándole que tenía otras preferencias, mi maestra se enojó muchísimo y golpeo a mi papi con una cachetada, luego comenzó a tratarme mal, me empujaba o no me prestaba atención, ya no existía ni una pizca de la dulce mujer que conocí, mi papi y mis tíos se enteraron enojandose muchísimo por su actitud y las cosas que me hacía, mi tío Jin me dijo que nunca más le escondiera esas cosas, de un rato a otro no volví a ver a mi maestra por el colegio, algo muy raro pero no me importaba tanto ella era una mala mujer, cuando estaba en mis terapias semanales con mi tío Jin le pregunté por lo que dijo mi papi y la reacción de mi maestra y algunas otras personas, mi tío llamó a mi papi y ambos me explicaron que mi papi tenía gustos distintos, me recordaron todo lo que me dijeron cuando descubrí que mis tíos eran esposo entre ellos, al principio no lo tome bien pero poco a poco entendí que el amor era libre como las aves que me gustaban ver en el jardín, mi papi me pidió perdón por no ser igual a los demás, yo solo lo abrace muy fuerte y le dije que a mí me gustaba tal como era que  no necesitaba cambiar, esa misma noche cuando mi papi creyó que estaba dormida se fue a su estudio yo salí porque quería un vaso de leche y lo pude ver hablando con una cajita negra, la misma situación se repitió varias veces, él llevaba esa cajita a todas partes, era lo único que yo no podía tocar.