¿Hasta Dónde Llegará Nuestro Amor? "KOOKMIN"

CAPÍTULO 38

10:00 am Seúl – Corea del Sur

Tae conducía tranquilamente por las calles de Seúl en dirección al hospital donde se encontraba ingresada Momo, según lo que me había escrito Nam, Jin ya se encontraba hablando con mi princesa, no podía mentir, los nervios y el miedo a que ella no me quisiera en su vida me estaban comiendo vivo, por instinto apreté con fuerza la cajita dorada que tenía en mis manos.

– Minnie, debes calmarte – Tae coloco su mano libre sobre las mías y me dio un suave apretón.

– Todo saldrá como debe salir, existen cosas que no podemos controlar – solté un suspiro mientras se estacionaba, Tae salió primero y vino a ayudarme con algunos regalos que había traído por impulso, me detuve por una punzada en el estómago, realmente estaba nervioso, Tae no tardo en rodearme con sus brazos importándole poco quien nos estuviera viendo, nos quedamos así por unos minutos hasta que me sentí más tranquilo, decidimos seguir mientras él me sujetaba de la mano como si fuera un niño perdido que trataba de encontrar el camino, tenerlo a mi lado me daba más seguridad, le agradecía al cielo y a mi familia por permitir que nos volviéramos a encontrar, el pitido del elevador me indico que habíamos llegado al piso donde se encontraba la habitación de Momo, Tae me jaló para que avanzara, el sonido de las voces de mis amigos retumbaba por todo el pasillo, Hoseok corrió a abrazarnos mientras le daba un beso a Taehyung.

– Ya se estaban tardando demasiado – Tae soltó mi mano para abrazarlo, yo me hice a un lado para ser recibido por la sonrisa de hoyuelos de Nam, Yoongi me saludo y fue a unirse al abrazo que compartían sus novios.

– Seguramente Jin saldrá en unos minutos, esa será la señal para que entres – Nam era como un padre o hermano mayor, era alguien en quien podías confiar ciegamente, era atento a los detalles y siempre se ponía como escudo para proteger a quien le importaba, un gran abogado y excelente amigo.

– Tranquilo Minnie, deja que las cosas fluyan solas – Jimin se veía tan asustado, estaba preocupado, Jin me explicó que era una buena apoyarlo, acaricie sus bonitos cabellos rubios para intentar tranquilizarlo.

– No importa como salgan las cosas, Jin, Yoongi, Hobi, Tae y yo estaremos a tú lado, no estás solo, nosotros somos tú familia – Jimin me miro y una hermosa sonrisa apareció en su rostro, sus ojitos se volvieron dos lindas líneas, era como un ángel.

– G.....gracias Nam, los amo demasiado – esta tan feliz de escuchar esas palabras porque eran tan reales y sobre todo sinceras, en cuestión segundos ya tenía a todos encima dándome fuerzas.

– Wooooow, más bien pude sacar varias fotos – ver a mi particular familia abrazada dándose cariño y apoyo ameritaba ser capturada, mi esposo me regalo un guiño mientras se desarmaba el caparazón que rodeaba a Jimin, ese hombre era demasiado sexy.

– Casi me pongo a llorar al ver a Yoongi todo apachurrado – todos se rieron por mi comentario, Tae le dio un beso a su gruñón así que yo aproveché de robarle un beso a mi sexy esposo, verlo vestido de manera casual era mi deleite.

– Hola cariño, la pequeña te está esperando – la vida se empeñó en colocarle un camino bastante complicado a mi pobre amigo, las heridas que le causaron pudieron sanar, pero esas cicatrices no se borrarían, él sería el único que decidiría si estas se convertirían en una lección para renacer o en simples grilletes que lo atormentaría hasta el día de su muerte, le propine un suave empujón para que se encaminara hacia la habitación de la pequeña, yo ya sabía la respuesta, solo esperaba que Jiminnie lo tomara con calma, mi esposo seguramente sintió mi ansiedad porque sus brazos no tardaron en abrazarme mientras besaba mi cuello, este hombre me amaba demasiado.