CAPÍTULO 35

64 6 8
                                    

El tic tac de mi reloj retumbaba en toda mi cabeza como un eco macabro, no sabía nada de Momo y Nam no me permitía llamar a la policía, yo necesitaba encontrar a mi pequeña niña.

¡YA NO LO SOPORTO MÁS!, si es necesario voy a mover a toda la maldita estación de policía - me levante y mire fijamente a Nam, le extendí mi mano para que me devolviera el celular que me habían confiscado.

De verdad trato de entenderte Jimin, pero no puedo permitir que hagas una estupidez – Nam frunció el ceño mientras me lanzaba una mirada amenazadora.

Escucha, no sabemos cuándo desapareció Momo, tampoco somos sus familiares y sumando a todo esto ella es una niña de la calle, sin papeles, ni alguien que sea su responsable directo, la policía ni se va a mover, no importa cuánto lloriquees o los amenaces, la vida es así, al sistema no le importa sumar a su listas una huérfana desaparecida, lo que menos quiere es tener una boca más para alimentar y en el caso hipotético que movamos algunas influencias para que la busquen eso no evitará que ella entre al sistema, si eso ocurre te aseguro que estaremos realmente jodidos.

¡Mierda Park!, no te das cuenta que tienes menos del 10% de posibilidad que te den a Momo por una vía legal, se negaran a darle una niña a un hombre soltero y gay, ¡YO SOLO INTENTO AYUDARTE! – odiaba la forma en la que le había hablado a Jimin, pero no lograba que el entendiera que si la policía se metía las cosas solo empeorarían, los ojos de Jimin se cristalizaron, esto lo estaba rompiendo, Jin me golpeo las costillas con su puño y se fue a abrazarlo.

Pe.....perdón Jiminnie, yo solamente trato de ayudar, te prometo que los nervios me están matando, pero si no pensamos bien las cosas todo se puede joder en un segundo, sabes que un juicio nunca fue mi primera opción – me estruje el rostro con las manos, estaba frustrado por no poder hacer nada, ya había movido a algunas personas para que la buscaran, también llame a algunos oficiales que me debían favores, estaba moviendo piezas de manera sutil para no complicar la situación, hacia todo lo que estaba a mi alcance, pero todos tenemos limitaciones.

Cariño, sé que todo lo que haces lo haces pensando en la mejor opción que tenemos, mmmm..... disculpa por el puñetazo, sabes que Jimin es mi mayor debilidad – Jin me mando un beso volador mientras me guiñaba el ojo, Jin era el único que podría calmar mi alma con un simple gestos, cada día me enamoraba más de ese hermoso hombre.

Debes calmarte Jimin, piensa en algún lugar del que te haya hablado Momo, ella seguramente regresaba a alguna parte – Jimin apretó sus ojos tratando de concentrarse, esto era demasiado, lo sabía por la preocupada mirada de mi esposo.

Con mucho esfuerzo trataba de tranquilizar mi mente para recordar lo que Nam me estaba pidiendo, cuando ya me estaba dando por vencido recordé de una plática que tuvimos hace mucho tiempo con mi preciosa princesa.

¡Mierda!, como no lo pensé antes – me aparté de un empujón de los brazos protectores de Jin para levantarme y correr hacia el auto.

Momo me dijo que una señora le daba un techo y algo de comida, pero que no le gustaba ir muy seguido – me mordí el labio al recordar la carita triste que puso mi pequeña niña.

¿Dónde queda ese lugar? – Jin y Nam imitaron mi accionar y vinieron detrás de mí.

Está algo lejos, pero en auto no creo que tardemos – Nam condujo siguiendo mis pésimas instrucciones, gracias al cielo llegamos en pocos minutos, al bajar Jin me sujeto de la mano y Nam se puso delante nuestro como si fuera un escudo humano, caminamos y comenzamos a preguntar en todas las puertas, la gente salía de muy mal humor, algunos tipos nos insultaron por molestarlos, así recorrimos varios callejones aledaños uno peor que el anterior hasta que llegamos a uno más desolado el cual tenía al final una puerta de madera que parecía que estaba algo podrida, era irreal ver este panorama en medio de una sobresaliente ciudad como lo era Seúl, mi corazón se estrujo al pensar que mi niña caminaba por estos lugares sin protección, cómo había podido ser tan ciego a su horrible realidad, si algo le pasaba a Momo nunca me lo perdonaría.

¿Hasta Dónde Llegará Nuestro Amor?  "KOOKMIN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora