CAPÍTULO 7

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JaIun se encontraba a las afueras de su edificio esperando por su pequeño pollito quien le había enviado un mensaje diciendo que ya estaba en camino, apenas el automóvil aparco a un costado de la vereda Jimin bajó como un rayo y corrió a los brazos de su hermana.

- ¿Pollito? - Jimin se aferró a su cuerpo sin la mínima intención de soltarla.

- ¡Que pasó Jimin! - JaIun se estaba poniendo nerviosa al sentir el rostro húmedo de su hermano empapando su ropa, Jimin no pretendía salir de su escondite por lo cual JaIun camino hacia adentro del edificio con el muchacho prendido como una garrapata, no lo obligaría a hacer nada en su estado de vulnerabilidad.

Al entrar a su departamento se dirigieron directamente a su habitación, JaIun se sentó en su cama apoyándose en el amplio respaldar mientras acomodaba una almohada en su regazo para que su pequeño se recostara cómodamente.

- Oh mi precioso pollito, sabes que me duele verte llorar - JaIun acariciaba con delicadeza los cabellos rosas de Jimin tratando de calmarlo para que pudiera hablar, necesitaba saber que le ocurría a su hermano.

- Sabes que estaré aquí para escucharte, háblame cuando estés listo - JaIun realizo un recorrido superficial con su vista por el cuerpo del menor buscando alguna herida, gracias al cielo todo parecía estar en orden, pero uno nunca podía estar completamente seguro, pasaron varios minutos hasta que Jimin decidió hablar.

- Lo arruine nuna, arruine todo - su cuerpo se sacudía con leves temblores ocasionados por sus hipidos.

- ¿Qué crees que arruinaste pollito? - JaIun le hablaba suavemente, su voz era calmada y derrochaba cariño y dulzura.

- Y-yo.... Be-besé a Jun-Jungkook - JaIun siempre protegió a su hermano contra todo mal, el día que Jimin nació ella cayo perdidamente enamorada de esa bolita de ternura que le sonreía sin tener ni un sólo diente en la boca, ante el brillante astro nocturno y en presencia de todas las deidades que la estuvieran viendo juró cuidar y darle todo a ese ser que parecía un ángel.

Lamentablemente ante los problemas del corazón ella no podía defenderlo, cuando Jimin entro a la adolescencia JaIun se dio cuenta que tal vez su hermano podría tener gustos diferentes a lo que la sociedad marcaba como normal, si no podria ser su escudo se convertiría en su refugio para esos momentos de dolor y debilidad.

Después de la plática que tuvieron donde Jimin le confeso que tal vez se estaba enamorando de Jungkook, ella le aconsejo que explorara sus sentimientos para estar seguro, podía distinguir ese inigualable destello en sus ojos cada vez que hablaba o veía a al castaño. JaIun se mantuvo en silencio para que Jimin continuara con su relato de tal manera que ella pudiera tener un panorama más completo de la situación, tomo un pañuelo y seco delicadamente sus lágrimas pidiéndole en silencio que siguiera.

- Fui a la casa de Jungkook, como desapareció tan repentinamente me quede con un sabor amargo, cada día trataba de descubrir que es lo que había echo para que Kookie ya no quisiera verme - JaIun se dio cuenta que su pequeño pollito se fue a vagar sin tener un destino fijo o que alguien supiera de su paradero, estaba segura que Jimin no tenía idea de la dirección del castaño, las palabras del menor le molestaba, pero no era el momento de hacer ningún reclamo, después se encargaría de llamarle la atención.

- Cuando lo encontré lo derribé de un solo golpe para que no pudiera escapar - Jimin levanto sus brazos mientras hacia una mueca con su rostro, JaIun ya tenía una imagen mental de lo que había ocurrido, seguramente Jungkook se llevó una gran sorpresa, su pequeño pollito era impulsivo no se detenía a meditar mucho en lo que hacía.

¿Hasta Dónde Llegará Nuestro Amor?  "KOOKMIN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora