¿Hasta Dónde Llegará Nuestro Amor? "KOOKMIN"

CAPÍTULO 45

Desde pequeños nos enseñan a cuidarnos y evitar cualquier situación que pueda ponernos en peligro inminente, así vamos desarrollando un instinto natural de autopreservación, también nos dicen que no todas las personas son buenas, nos recomiendan a ser prudentes con nuestras acciones, y se supone que mientras vas creciendo te vuelves más desconfiado y precavido, eso es lo común, pero luego estoy yo, un hombre de más de treinta que ignora olímpicamente a esa vocecita interna llamada razón la cual grita peor que una sirena que estaba tomando una mala decisión, que debía dar vuelta al coche y regresar a casa de Nam, pero mi curiosidad era más grande, nadie que no estuviera en mi reducido círculo social me solía llamar por ese apodo, eso aumentaban mis ganas de averiguar qué era lo que estaba pasando, solo iría a dar una vuelta y si veía algo sospechoso simplemente me alejaría, sonaba bastante sencillo y lógico para mí.

Mientras el coche se acercaba a mi destino me puse a meditar como en pocos días mi vida cambiaría totalmente, Nam me ofreció que entre los dos abriéramos un consorcio de abogados aquí en Seúl, me dijo que esa idea nunca se le cruzó por la cabeza antes, pero que veía un buen futuro a lo que los dos podíamos formar como aliados y amigos, no lo pensé demasiado ya que después de todo ellos eran lo más cercano a una familia que tenía ahora y realmente los extrañaba cuando estaba solo en casa, sé que Jin sacrificaba mucho por estar cerca de mí y yo también quería estar cerca de ellos dos, hablamos que las oficinas en Busan se quedarían como sede principal y luego veríamos de expandirnos un poco más, me dijo que aún con nuestra alianza podríamos conservar el mismo nombre con el cual funde mi consorcio, un detalle que valoraba mucho ya que tenía un gran significado para mí, decidí que en menos de un mes me trasladaría a Seúl definitivamente, creo que irme de Busan debió ser mi primera decisión para que las cosas en mi vida realmente tomaran un nuevo rumbo, aún seguía atado al pasado lamentándome todo lo que hice mal, simplemente no podía olvidarlo, ya el daño estaba hecho y no encontraba una manera de repararlo, Jin hyung me dijo que los hubiera no existen y no ayudan a avanzar que me concentrará en la nueva oportunidad que la vida me estaba dando, tenía nuevamente a personas que con cariño me extendieron una mano, las cosas sería diferente porque yo me sentía diferente y eso era un gran avance en mi vida.

En minutos ya estaba en esa hermosa placita frente a la clínica de Jin donde la niña me dijo que estaba perdida, tal vez si esto era una estafa seria bueno pasar a saludarlo para luego salir a comer y así borrar todo este incidente, camine por los alrededores buscando algo fuera de lo comun pues no conocia a la infante y no me dijo cómo podría identificarla, a lo lejos pude notar como pequeña era jaloneada por un extraño hombre el cual se veía muy sospechoso, mi cuerpo se movió solo y en segundos ya me encontraba corriendo para ayudarla.

– ¡USTED, QUÉ DEMONIOS LE HACE A MI HIJA! – estaba consciente que esa niña no era mía, pero la forma en que la pequeña se rehusaba en ir con el tipo me puso muy nervioso y dije lo primero que se me vino a la mente.

– M.....me está.....las.... lastimando – no sé quién era el señor que vino a ayudarme, pero se veía y escuchaba confiable, tenía la misma aura de mi papi Jimin y en estos momentos estaba muy asustada.

– ¡LE DIJE QUE SOLTARA A MI HIJA DESGRACIADO! – ya había acortado la distancia por lo que el tipo me vio cerca y salió despavorido del lugar, yo me acerque a la pequeña para abrazarla para tratar de calmar su llanto.

– Tranquila, todo estará bien, nadie te va a lastimar – me aferre al cuerpo del señor que me vino  después que sostuviera mi collar y pidiera a mi ángel ayuda como me dijo mi papi que hiciera.

– ¡Es......estaba a....asustada! – la gente nos comenzaba a mirar eso me puso más nervioso, debíamos ir a otro lugar para que la niña se calmara y las cosas no se complicaran si alguien se daba cuenta que no era su padre.