¿Hasta Dónde Llegará Nuestro Amor? "KOOKMIN"

CAPÍTULO 36

Busan – Corea del Sur

Estaba en ¨Pink Chicken¨ un bar bastante conocido entre los más altos círculos sociales de la ciudad, debo admitir que tenía un nombre bastante peculiar, según los medios de comunicación la dueña había elegido ese nombre como muestra de cariño a su hermano pequeño el cual actualmente vivía en Seúl, de él no se sabia mucho, la mujer era muy reservada en cuanto a su vida personal, su presencia era cautivadora y siempre sobresalía en todo lugar, se decía por ahí que si alguien intentaba sobrepasarse con ella terminaba con algún hueso roto, los chismes siempre se esparcen más rápido que cualquier plaga.

Salí antes del trabajo y me vine directo a este lugar, no tenía muchas ganas de regresar a mi casa, mi matrimonio no estaba en buenas condiciones desde hace algún tiempo atrás y ahora las cosas se pusieron peor después de la noticia que recibimos con mi esposa.

Una vez que nos estabilizamos en nuestro matrimonio mi esposa dejo de cuidarse con la intención de poder quedar embarazada, pero no importaba cuanto lo intentáramos el resultado siempre era el mismo, después de años de no poder ser padres decidimos someternos a exámenes para saber que estaba mal, nunca imagine que el problema podría ser yo, según las pruebas yo era estéril, literalmente nunca podría tener descendencia, el legado JEON moriría conmigo, fue un golpe realmente duro, todos los planes y sacrificios que hice para tener una vida normal se fueron a la basura.

Mi madre casi se muere del disgusto y mi esposa se deprimió hasta el punto de permanecer en cama sin poder levantarse, mi supuesta vida perfecta se fue desmoronando poco a poco igual que un castillo de arena que es arrastrado por las olas del mar, era complicado tener un día de paz y tranquilidad, las peleas se hicieron frecuentes, IU era una gran mujer que yo no merecía ya que nunca llegué a estar enamorado de ella, nuestro matrimonio solo representaba lo que era correcto en ese momento de mi vida, cuan arrepentido estaba de esa decisión, para sobrellevar las cosas opte por centrarme en mi trabajo, tomaba casos como si no tuviera nada que hacer, al principio IU se enojaba y discutíamos, pero con el paso del tiempo ella lo dejaba pasar hasta que al ultimo ella también optó por mantenerse distante y ajena a nuestra situación,  claro que mis padres eran otra historia, me reprochaban apenas me veían, no importaba que hiciera para ellos nunca sería lo suficientemente bueno.

– La casa invita – alcé la mirada saliendo de el caos que eran mis pensamientos solo para toparme con el rostro preocupado de la dueña del lugar.

– Gracias – le di una sonrisa que parecía más una mueca, tenia la cabeza echa pedazos.

– ¿Quieres hablar? – ver lo destrozado que estaba ese hombre me recordó cuando encontré a mi pollito, apenas entro al lugar su oscura aura me llamo la atención por lo que dejé todo para atenderlo personalmente, un hábito que no podía deshacerme  y me llevaba a involucrarme con más personas y siempre terminaban retándome, en especial mi pollito que odiaba que me expusiera a algún peligro, en unos días iría a verlo. 

– Mmmmm......

– No te voy a forzar a decir nada – su voz era bastante suave, sus ojos reflejaban comprensión y seguridad por lo que decidí hablar, total no me había reconocido o tal vez ni siquiera sabia quien era yo.

– Ya no sé qué hacer, las cosas solo empeoran con cada día que pasa, mi matrimonio se a vuelto un tormento, es una tortura despertarme cada día para afrontar el caos en que se convirtió mi vida – solté un suspiro mientras bebía de mi copa, en momentos como estos deseaba que todos estos años solo fueran un mal sueño, quería volver a ser ese muchachito de preparatoria que por azares del destino se había encontrado con personas que le llenaron de luz y esperanza sus días grises, debí haberlos escuchado cuando me dijeron que buscara mi felicidad y no la de los demás, pero ya era muy tarde para cambiar las cosas, mis estúpidas decisiones me arrojaron en este maldito infierno que ahora era mi vida, estaba muriendo de la manera mas cruel que el destino me podía haber impuesto.