CAPÍTULO 26

69 9 4
                                    

Este capítulo está dedicado a JuanitaGonzales2 una hermosa y dulce seguidora gracias por querer esta historia 💞🌹💞

5 meses después .......

Hola lindura – ante la voz femenina eleve mi mirada topándome con Jessi, una mujer morena con atributos sobresalientes, sonrisa encantadora y carisma chispeante, ella era la gerente y dueña del bar que se convirtió en mi segundo hogar después de que Jungkook me abandonara.

No deberías beber tanto mocoso – mire molesta al pequeño pelirosa que tomaba hasta entumír sus sentidos, un desperdicio para alguien tan joven.

El recuerdo aún está fresco en mi memoria de la noche que el peculiar muchacho ingreso a mi bar hace ya unos cuatro meses atrás, estaba lloviendo a cantaros por lo que no había muchos clientes, pensaba cerrar temprano para que mi personal pudiera descansar, pero este muchacho con aspecto angelical ingreso al local, estaba empapado de pies a cabeza, tenía la mirada perdida y unas ojeras demasiado notorias, pidió un trago y se quedó observando un punto vacío por demasiado tiempo, ninguno de mis empleados quería atenderlo ya que podría ser algún loco y no querían problemas, ya nos había pasado, por lo que yo decidí atenderlo personalmente.

Cuando me acerqué para hablarle me di cuenta que sus mejillas seguían empapadas, las gotas impactaban contra la mesa dejando un rastro evidente de que en su interior se desata a una tormenta más violenta.

Aunque me senté a su lado él no hizo ningún gesto o movimiento, ni se había percatado de mí presencia, mire sus ojos los cuales reflejaban un sufrimiento que era tan palpable que me estrujo el corazón, por instinto lo abrace refugiándolo en mi pecho, pasaron unos segundos y el muchacho se quebró, comenzó a llorar aferrándose a mí como si fuera un ancla que no permitía que se hundiera en su dolor; con ayuda de mis empleados lo llevamos a la parte trasera del local, a la zona de descanso, el chico siguió llorando mientras repetía el nombre de un tal Jungkook, no importaba que le dijera él no se calmaba, por lo que no vi otra opción más que forzarlo a tomar una pastilla para dormir, me percate que el muchacho parecía que tenía miedo de cerrar sus ojos, luchaba con todas sus fuerzas por mantenerse despierto, pasaron algunas horas hasta que el medicamento hizo efecto, subí al muchacho a mi auto y lo lleve a casa conmigo, no podía dejarlo solo.

Lo observe dormir recordando a mi difunto hermanito, acaricie su mejilla limpiando la pequeña lagrima que la empapo nuevamente, apague la luz y me dirigí a la otra habitación, tenía demasiadas cosas en las que pensar, busque entre sus cosas para saber su nombre, esa noche no peque un ojo por estar atenta ante cualquier ruido solo con la esperanza a que cuando saliera el sol el muchacho pudiera estar más calmado.

Al día siguiente cuando lo desperté se asustó y comenzó a temblar mientras balbuceaba un montón de cosas que no lograba entender, me costó mucho tranquilizarlo para explicarle todo lo sucedido y que no malentendiera la situación; desayunamos juntos en completo silencio me miraba de reojo atento a todos mis movimientos por lo que opte en esperar pacientemente a que decidiera hablar, pero no pasó nada, termino de comer y se despidió con una disculpa desapareciendo sin decirme nada más que su nombre, el cual ya sabía por husmear entre sus pocas pertenencias.

Los días pasaron y mi preocupación solo incrementaba, tenía miedo que el corriera con el mismo destino que mi pequeño hermano; una noche cuando tenía los nervios en punta Jimin nuevamente apareció en el bar cargando un gato rechoncho entre sus brazos mientras que de sus ojos escurrían sus lágrimas, salte de la barra y fui a abrazarlo, estaba tan frágil que tenía miedo de soltarlo y que una pequeña briza lo rompiera por completo ante mis ojos, dejamos el bar y fuimos a mi casa, le preste algunas ropas que aún conservaba de mi hermano menor, ambos tenían la misma contextura física, prepare un tazón de leche para el pequeño animal que se veía igual de destruido que su dueño, también lleve galletas con leche para Jimin, el chico me miro y otra vez se rompió a llorar, entre sollozos y lágrimas me conto la triste historia de cómo el primer y gran amor de su vida lo había abandonado dejándolo completamente solo, no tenía familia o amigos cercanos a quienes pudiera acudir.

¿Hasta Dónde Llegará Nuestro Amor?  "KOOKMIN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora