Anime: Kuroshitsuji (Black Butler)
La mujer miraba seriamente al hombre que estaba parado enfrente suyo; con una expresión de calma que hacía que le hirviera la sangre. Se encontraban en el jardín, siendo rodeados por los arbustos llenos de rosas y claveles, como de árboles y el canto de los pájaros sonando escabulléndose entre las ramas y hojas verdes.
—Me temo que —habló educadamente manteniendo la compostura, su expresión pasó de una de molestia a una neutral—, no puedo cumplir con su petición, Sebastián Michaellis —pronunció su nombre con algo de burla. Peinó sus cabellos color avellana al lado de su rostro con cuidado de no maltratarlos, y devolvió la mirada a los ojos contrarios, los cuales tenían un entrecejo fruncido—. Al igual que usted, me preocupo por el joven amo Ciel, no podría marcharme de la mansión y dejarlo.
—Estaría conmigo, señorita ___________ —intervino el azabache sonriendo a como acostumbra—; me encargaría de absolutamente todo lo que Bocchan quiera y haré lo que me pida. Inclusive si me pide matar —sus ojos se tornaron rosados—, lo haría sin pensarlo dos veces.
El demonio retaba con la mirada a la mujer, quien apretaba sus puños a la par en que mordía su labio inferior fuertemente, ocasionando que un hilo de sangre comenzase a resbalar por la comisura de su boca. Al instante, sus ojos adaptaron un color verde, para desaparecer en cuestión de milésimas de segundo.
—Sebastián Michaellis —su voz era pesada y cargada de odio—, ten cuidado con quién te metes —dirigió su mano a la cadenita del reloj que cargaba en su cintura—. Tal vez no sea un demonio como usted pero —sonrió maliciosa—, tengo mis trucos. Está jugando con fuego y... puede salir quemado... o más que eso... —Sebastián no decía nada, solo la veía con sorpresa y confusión, incapaz de decir palabra alguna. ___________ sacó la cadena que a la vez traía consigo el reloj, y lo vió—. Oh, pero miren qué tarde se ha hecho. Ya es hora del almuerzo —guardó el reloj en su cintura—. Será mejor que nos apuremos, no hay que hacer esperar al joven amo Ciel. Se pondrá de mal humor —hablo entre divertida y seria.
[...]
—___________ —llamó a su ama de llaves en el carruaje. Se dirigían a con el sepulturero por pistas del nuevo caso que hace poco les había encargado Su Majestad.
—¿Si, joven amo Ciel? —preguntó viéndolo de frente.
—Cuando lleguemos con ese tipo raro, me gustaría que investigues un poco su área de trabajo —vio el anillo color azul que llevaba puesto en su dedo pulgar, que anteriormente pertenecía a su padre—. Si bien llevamos tiempo colaborando con él —dijo entrecerrando un poco sus ojos—, hay algo que me hace desconfiar.
—Lo que usted ordene, your majesty.
Ciel sonrió satisfecho. Era cierto que su mayordomo demoníaco era capaz de varias cosas, pero aquella mujer era el doble de precavida, sutil e inteligente que Sebastián. Aparte, adoraba que le dijera 'your majesty' cuando le diera una orden.
El transporte se detuvo, en señal de que habían llegado a su destino. Sebastián fue el primero en bajar, ayudando al conde quien fue segundo; y para cuando caminaron a la puerta del lugar, la ama de llaves ya estaba parada esperándolos. El de parche tocó dos veces la puerta con su mano.
—Adelante —dijo una voz con un leve tono cantador.
Acotando lo dicho, el conde Phantomhive abrió la puerta entrando. Le siguieron sus dos trabajadores, siendo la última la chica cerrando la puerta.
—Pero si es el conde Phantomhive —dijo el sujeto, de cabellos plateados y vestimentas oscuras. Usaba un sombrero, ocasionando que su fleco tapara por completo sus ojos, dándole un toque un poco misterioso. También se podían ver unas cicatrices que cruzaban por su rostro—, ¿qué lo trae por aquí?
—Undertaker, necesitamos que nos ayudes con el nuevo caso que Su Majestad ha enviado —habló severo plantando su bastón enfrente de su vientre, recargando ambas manos en el—. ¿Haz tenido cadáveres de chicas entre los 15 y 20 años?
—Hmm —dijo poniendo un dedo junto con su larga uña negra en su mentón—, a ver si recuerdo algo~ Tal vez si me riera, podría acordarme de algo~...
Ciel suspiró cerrando su único ojo visible.
—___________, hazte cargo —Sebastián seguía a su amo hacia afuera del lugar—. Y que sea rápido —dijo irritado, tomando el puente de su nariz.
—Yes, your majesty.
Una vez fuera el demonio y el conde, la chica se giró al sepulturero.
—Señor Undertaker —comentó neutral ajustando los guantes que llevaba en sus manos—, mi joven amo me ha pedido que investigue un poco su lugar. Espero que no le moleste.
—Hih hih~ pero si usted es una señorita muy misteriosa —recargó su espalda en un mueble de por ahí, cruzándose de brazos—. Bien; cuénteme... ¿Cómo es que una shinigami de tan alto rango, terminó sirviéndole al conde Phantomhive?
Una sonrisa socarrona surcó sus labios— Esa es, una larga historia, que desgraciadamente no podré contarle hoy —sacó su reloj, que al instante adoptó la forma de una katana—. Señor Undertaker, me doy cuenta que dentro del mueble en el que está recargado, hay aproximadamente 20 cadáveres que mi amo solicita. Si no se quita, tendré que hacerlo por la fuerza.
Él soltó una carcajada— Usted es alguien muy graciosa —levantó su fleco, dejando a la vista sus ojos verdes. Soltó aquel cinturón de calaveras que cargaba en su túnica, y está se transformó en una hoz—. ¿Qué le parece si vemos quién es más capaz?
—¿Está retándome? —incitó con una ceja levantada, incrédula; para negar sonriendo con la cabeza, y que sus orbes marrones pasen a verdes—. Si bien me conoce, parece que no hace caso a las advertencias que le han dado los demás shinigamis.
—Hih hih~ ¿qué le puedo decir? Soy alguien muy curioso.
Sonrió de lado, posicionándose a modo defensivo— Lo lamento, joven amo Ciel, pero las cosas se retrasarán un poco.
Recuerden votar y comentar.
Sam fuera.
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One-shots Personajes Anime -SUBIENDO-
Fanfiction• ᴠᴀʀɪᴏs ᴀɴɪᴍᴇs ʏ ᴘᴇʀsᴏɴᴀᴊᴇs. •ᴘᴇᴅɪᴅᴏs ᴄᴇʀʀᴀᴅᴏs ᴛᴇᴍᴘᴏʀᴀʟᴍᴇɴᴛᴇ. • ᴀᴄᴛᴜᴀʟɪᴢᴀᴄɪᴏɴᴇs ʟᴏ ᴍᴀs sᴇɢᴜɪᴅᴏ ᴘᴏsɪʙʟᴇ. ∙ʜᴀʙʀᴀ ᴇsᴘᴇᴄɪғɪᴄᴄɪᴏɴᴇs ᴀʟ ᴘʀɪɴᴄɪᴘɪᴏ ᴅᴇʟ ᴏɴᴇ-sʜᴏᴛ. • ᴘᴏɴᴅʀᴇ ᴀʟ ᴘʀɪɴᴄɪᴘɪᴏ ᴀ ǫᴜᴇ ᴀɴɪᴍᴇ ᴘᴇʀᴛᴇɴᴇᴄᴇ ᴇʟ ᴘᴇʀsᴏɴᴀᴊᴇ. S̸i̸ n̸o̸ t̸e̸ g̸u̸s̸t̸a̸ e̸s̸t...