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—No te preocupes, ___________-chan —puso una mano en su hombro como apoyo—; conozco perfectamente a Shu, y sé que no decía en serio todas esas cosas —intentó consolarla.
—Valt —lo miró con lágrimas en los ojos—, date cuenta. El Shu que nosotros conocíamos se ha ido, para siempre. ¡Ya no existe! —le exclamó sollozando—. Red Eye es lo que queda de él, jamás podremos volver a esos momentos juntos... —llevó sus manos a la cara, reprimiendo el llanto que quería emerger.
—___________-chan... —le dolía ver a su amiga sufrir, más cuando su mejor amigo de la infancia era el causante. ¿Quién diría que el amable y responsable Shu, terminaría convirtiéndose en una persona fría, seria y distante, con el propósito de destruir beys y ser el mejor? La vida les dio una vuelta de 360 grados—. Te prometo que traeré a Shu de vuelta.
—Valt —limpió sus lágrimas con el dorso de sus pálidas manos—, gracias —le sonrió tiernamente—. Por todo. Por quedarte conmigo al romperme, y por acompañarme en los momentos que no estuvo él —lo abrazó sorprendiéndolo un poco, pero acepto gustoso la muestra de cariño—. Muchas gracias —se alejó parándose frente a él—; pero lo he esperado demasiado, y me ha hecho sufrir mucho en tan poco tiempo. Ya no quiero sufrir más... —murmuró bajando la mirada triste—. Y tengo un amigo que se ofreció en pasar unos días conmigo...
—Alto, ___________-chan, ¿estas diciendo que...? —ella asintió avergonzada jugando con sus dedos.
—Me iré de Japón —vio que su amigo iba a replicar, pero lo interrumpió—. No Valt, ya he tomado una decisión. Entiendo que tú aún creas en Shu, pero yo... ya he salido lastimada, no quiero volver a pasar por eso.
La vio con pena, es cierto que de entre todos, el albino había lastimado más a la pelirroja. Si su relación era una de las más hermosas que existía— Entiendo ___________-chan, no te preocupes. También soy tu amigo y te apoyo en lo que decidas —acarició sus cabellos—. Espero que te cuides, ¿sí?
—Por supuesto, Valt —le sonrió—. Bueno... —vio la hora en su celular— tu duelo empieza en menos de 10 minutos. Me iré yendo para que te prepares. Mucha suerte en el duelo. Tienes que ganar, eh.
—¡Claro! —le sonrió cerrando los ojos.
Sonrió una última vez para irse alejando por el pasillo de paredes blancas y suelo azul claro. El peli-azul se debatía si decirle algo más o no a su amiga; se iría a otro país y tal vez no sería verían en un largo lapso de tiempo. Semanas, meses... ¡quizás años!
—¡___________-chan! —se detuvo y lo volteó a ver—. Aún tienes un lugar en su corazón...
Su expresión se sorprendió, pero hizo esfuerzos por contestarle evitando el nudo en su garganta— Eso espero, Valt... Eso espero...
[...]
—¡Y nos debes una gran disculpa, eh! —le gritó Wakiya al albino junto a toda la bola de compañeros y amigos bladers.
—Sí, lo lamento mucho en serio... —comentó avergonzado viendo su brazo vendado. En la final con Valt, hizo mucho esfuerzo terminando como resultado con este lastimado—. Oigan...
—¿Eh? ¿Qué pasa, Shu? —le preguntó Valt siendo abrazado por los hombros por Audaz.
—¿Y... ___________-chan? —inmediatamente, la sonrisa y alegría abandonaron el rostro de Valt, reemplazados por la tristeza.
—___________-chan... se fue...
—¿Qué? ¿A dónde? ¿Por qué? —preguntó ansioso.
—Shu... —habló Daigo que era como un hermano mayor de ella—, la lastimaste mucho. En serio —su expresión ensombreció más que de costumbre—. No fueron una, ni dos, ni tres, ni cuatro veces... —Shu bajó la mirada evitando la de sus amigos, en serio que había echado a perder su relación—: fueron trece veces en las que intentaste lastimarla tanto física como emocionalmente.
—En serio lo lamento —murmuró.
—No te disculpes con nosotros —Audaz le sonrió de lado reconfortante.
—... discúlpate con ella —completó Ken con su voz normal.
Asintió— Ella te amó con todo su corazón, y de algo estoy seguro —lo vio sonriente—, y es que te sigue amando como el primer día que te vio.
—Gracias... Muchas gracias a todos, chicos —sincero—. La verdad, no sé qué sería de mí sin su ayuda.
—Ya, ya pues —intervino Wakiya algo fastidiado—. Pero tienes que tener un duelo conmigo cuando te mejores, ¿entiendes?
Soltó una risita— De acuerdo —tomó a su mejor amigo jalándolo a un costado en lo que Audaz y Wakiya discutían y Daigo y Ken los veían riendo—. Valt —le susurró bajo al oído—, ¿sabes a dónde fue ___________-chan?
—¿___________-chan...? Creo que dijo... —adoptó una pose pensativa poniendo una mano debajo del mentón— mencionó algo sobre un amigo... —que se ofreció en estar con ella unos días—. Sí, un amigo.
—¿Y no dijo su nombre?
—Eh... que yo recuerde, no.
Suspiró viendo el paisaje— Necesito ir con ella y disculparme —sus cabellos bailaban al compás del viento, dejando al descubierto su cicatriz—. No quiero que lo nuestro termine, la necesito en mi vida...
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