Fernando, un chico que nunca a experimentado nada sobre el amor, que no conoce nada sobre ese sentimiento, empezará a sentir la necesidad de experimentarlo, pero le aterra la idea.
¿Qué sucederá cuando conozca a tres chicos que le harán saber lo qu...
Fernando iba bajando las escaleras de su casa. Luego de dormir toda la tarde el hambre lo atacó muy fuerte.
Se dirigió a la cocina para ver que podia comer, abrió el refrigerador y decidió prepararse un sándwich.
Fue a la mesa de la cocina y se sento para disfrutar de su comida, saco su teléfono y comenzo a ver sus redes sociales, estaba viendo fotos en Instagram, al ver la foto que seguía en su feed sonrió al instante.
Se topo con una foto de Adam, su sonrisa era enorme al ver la foto en su pantalla.
Te quiero.
Esa palabra no dejaba de sonar en su cabeza desde hace días, su felicidad aumentaba cada vez que el recuerdo se repetía en su mente.
— En realidad me quiere — habló mordiendo su labio inferior con una sonrisa.
Un sentimiento de calidez se apoderó del pelinegro ¿habra otra cosa que sea más reconfortante que escuchar un te quiero de las personas más importantes de tu vida?.
Salió de la aplicación y buscó el número de Adam en sus contactos, tenía muchas ganas de hablar con el, lo había extrañado mucho ya hace 2 días que no se veían y no hablaban, claro se intercambiaban un par de mensajes al día.
Lo único que quería Fernando era saber cómo se encontraba su novio. Acercó el teléfono a su oído y luego de tres ringtones Adam contestó.
Hola.
Fernando sonrió de oreja a oreja al escuchar su voz.
— Hola Adam ¿Como estás?
Hola Fer ¿Bien y tú? — soltó una pequeña risa que Fernando pudo escuchar — ¿Me extrañas cierto?.
— La verdad si ¿Cuando nos veremos? ¿Estas ocupado ahora?.
Yo también te extraño mucho, no sabes cuanto quiero verte, y justo ahora saldré con mis padres — sonó triste — pero te prometo que mañana nos veremos.
— Está bien, esperare con ansias. Nos vemos.
Nos vemos Fer. Te quiero mucho.
"Esa palabra, esa palabra tiene poder"
La felicidad volvió a invadir el cuerpo de Fernando tras escuchar la palabra que salía de la boca de Adam.
Una pequeña risita chillona se dejó escuchar a través del teléfono.
— Nos vemos, yo igual te quiero.
Terminó la llamada.
Fernando colocó el teléfono en la mesa y siguió comiendo su merienda. Al terminar se lavo las manos y se encaminó a su habitación para volver a dormir.
Estaba demasiado aburrido para hacer cualquier otra cosa.
Se fue a su armario, saco un suéter negro y se lo puso para dormir. Talvez irse a la cama a las 7:30 no era su estilo, pero no sabía que más hacer.
Antes de acostarse en su cama, su teléfono vibró avisándole que tenía un nuevo mensaje.
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