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(Narra Fernando)

Eran alrededor de las 11 de la mañana del día domingo, estaba en mi habitación desayunando casi a la hora del almuerzo "casual".

Estaba desayunando 2 tostadas con mermelada y un café. Dato mío que nadie quiere saber

"Me encanta el café, más si es frío".

Estaba súper inmerso en el sabor tan delicioso de la mermelada que no me di cuenta que mi mamá me estaba hablando.

- Madre: FER, ¿Porque me ignoras? - dijo casi gritandome recostada en el marco de la puerta.

- Fer: Hay lo lamentó mamá, estaba pensando perdón - dije casi atragantandome con la tostada.

- Madre: Em... Bueno... Estas listó? Ya tenemos que irnos - me sonrió.

- Fer: Ya? Okey... Espera me pongo mis zapatos - prosegui con lo que dije. Esta vez me había puesto una camiseta blanca con unos jeans azules y tenis negros, solo era una visita casual nada importante.

Salí de mi habitación atrás de mi madre, subimos al auto y de inmediato arrancó para ir a la escuela.

No quedaba tan lejos la verdad, hasta podría irme caminando. Pasaron como alrededor de 5 minutos cuando ya habíamos llegado a la escuela. Mamá se estacionó justo frente a la entrada de la escuela.

Y vaya que era hermosa la escuela. Me baje del auto aún admirando la escuela, mi madre se acercó a mi.

- Madre: Listo? - dijo más nerviosa que yo.

- Fer: tranquila mamá, estoy seguro que estas más nerviosa tu que yo - sonreí burlonamente.

- Madre: Bueno si es cierto, entremos de una vez - tomo mi brazo para jalar de el y adentrarnos en la escuela, y vaya era más hermosa por dentro. Mi madre se dirigió a una pizarra tratando de encontrar la dirección de la dirección.

Algo confuso lo anterior no.

Mi madre seguia pérdida buscando el lugar donde se encontraba la dirección pero por suerte nos topamos con la directora quien invitó amablemente a mi madre a dirección, dijo que no era necesario que yo estuviera presente, pero si dijo que podía recorrer toda la escuela, así que solo asenti y me adentre a la escuela.

Ví una puerta, me dirigí a ella, la abri y cuando entre quede, waow.

La cancha era enorme, con esas cosas de baloncesto a cada lado. Como se le diga soy malo para el deporte, camine por toda la cancha para irme a la otra salida o entrada no lo se, cuando estaba a punto de abrir la puerta alguien la abrió y me dio un enorme portaso en la frente que hizo que cayera al suelo.

- Uy, perdona lo lamento no te ví, ¿estas bien? - ahora me debes una frente nueva pedazo de inútil.

- Fer: Tranquilo no te preocupes, además no es sorpresa que alguien no me vea - di pequeños toques en mi frente con los ojos cerrados.

- Disculpa, cual es?... Espera, vaya vaya vaya, que pequeño es el mundo - rio un poco.

- Fer: De que hablas? - pregunte, fui abriendo los ojos poco a poco hasta que lo ví frente a mi - Tu? No puede ser, ¿que haces aquí?.

- Adam: Eso preguntaría yo, ¿estas siguiéndome? ¿Eres una especie de acosador sexy? - sonrió maliciosamente.

- Fer: Pues no, no te estoy siguie... - me de tuve a pensar. Esperen un momento retrocedan el caset un poco, me dijo sexy? O yo escuche mal? - Que? Como? Que? De que hablas? Yo n...

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