♡ 08 ♡

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( Narrador omnisciente)

Fernando estaba dormido en su cama plácidamente, las cortinas de su habitación estaban extendidas haciendo que entraran los rayos del sol y dieran justo en su rostro.

Movió un poco su cabeza y abrió sus ojos con dificultad, sentía todo su cuerpo débil, se levantó de su cama y se sentó en la orilla, tomó su teléfono, antes de encenderlo recordó todo lo que pasó antes de despertar.

Cuando se estaba dirigiendo al café, cuando miro por el ventanal, cuando su hombro chocó con un chico y cuando unos hermosos ojos café claro fue lo último que vio. Había algo que no entendía.

¿Como había llegado a casa?

Mordio su labio inferior pensativo, se sobresalto cuando escucho la puerta ser abierta, se dirigió rápido a la escalera pero antes de bajar se detuvo cuando vio al chico de ojos claros con una pequeña bolsa de plástico en su mano.

— Ohh, ya estas despierto, te sientes mejor? — subió la escaleras — ven, vamos a tu a cuarto — tomo el brazo del pelinegro.

Fernando estaba muy confundido ¿el lo había traído a casa? ¿Como sabía dónde vivía? ¿Como entró antes y ahora?.

Entraron al cuarto el chico de ojos cafés lo sentó en la cama y saco una caja de pastillas de la bolsa que traía.

— Mira, fui a la farmacia y te traje estas pastillas para la jaqueca — dijo abriendo la Caja y sacando una pastilla — ten, te traere un poco de agua — salió de la habitación y escucho como este bajaba los escalones.

Fernando estaba en shock, aún no entendía que pasaba, ¿por qué este chico estaba es su casa? ¿Habra robado algo?.

El chico entró de nuevo a la habitación con el vaso con agua.

— Ten — le entregó el vaso con agua, Fernando lo mira, toma el vaso y se toma la pastilla.

El pelinegro comenzó a sentirse nervioso, puso el vaso con agua en la pequeña mesa junto a su cama, empezó a jugar con sus manos y a morder su labio inferior.

— ¿Te sientes mejor? — poso sus ojos en el pelinegro.

— Fer: Eh, si — miro hacia abajo y mordió su labio inferior — Oye, perdoname, lo lamento pero, n-no, no recuerdo nada — miro al chico.

— Ohh, creo que es normal no recordar nada — rio un poco — estabas afuera del café, estabas a punto de entrar y nos cruzamos, pero antes de entrar te desmayaste y yo logre atraparte antes de que cayeras, trate de despertarte pero no reaccionabas, así que busque tu teléfono para encontrar un número o una dirección, busque entre tus contactos y marque el número de tu madre pero no respondió.

— Fer: ¿Que? ¿No respondió? — se asombro al saber eso.

— No, no me respondió, entonces busque el número de tu padre y tampoco respondió — Fernando rio, no era sorpresa que su padre no contestará las llamadas — y luego de eso no sabía que hacer, trate de hacer que reaccionaras un poco, me lograste decir tu dirección, apenas, entonces te traje aquí como pude, y pues dormiste como casi una hora, estaba cuidandote y se me ocurrió comprar unos antibióticos así que fui a la farmacia más cercana, tome tu llave para poder entrar de nuevo y bueno, te encontré despierto ahora — lanzo una sonrisa, haciendo que el pelinegro riera un poco.

— Fer: Enserio perdoname, no quería, no quería molestarte — Fernando bajo el rostro jugando con sus manos.

— No no, que dices?, enserio me preocupe y no te dejaría ahí como si nada — lo miro y tomó su mano — ahora te sientes bien, eso es lo mejor — sonrió.

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