Vigésimo octavo acto.- "La dama y la cuenta regresiva"

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Alejados del problema que tenía los más jóvenes, hacia lo más extremo de la casa principal donde reside la familia Ubuyashiki, dos mujeres caminaban en total silencio por los pasadisos secretos de la casa. En el taciturno ambiente, la más baja mantenía una mirada un poco enojada y cada 5 pasos mordía sus labios al no saber que decir en esta situación.

Pensaba en hablar una vez más acerca del procedimiento y saber si para eso ya desistía de su propia intensión mortal y encontrar una alternativa para conseguir un poco más de tiempo para retrasar la enfermedad del patrón. Sin embargo, al girar entre una de las esquinas, Shinobu dejó su tanteo emocional y trató de actuar de la manera más fría a cuanto el mensaje que logró soltar.

— Yumiko, solo para asegurar. El siguiente procedimiento de transfusión de sangre será por más de 1,8 litros. Lo cual es el límite de una persona de tus características... Sin embargo requerimos de 2,8 litros, lo cual puede dejar un desbalance con tu salud y la cantidad de eritrocitos en tu cuerpo— Un suspiro se agregó ante tal información que implicitamente demostraba que su vida estaba en juego y que los anticuerpos en su sangre podían generar los componentes de las místicas flores que tanto buscan...— ¿Estas segura?— finalizó al momento de llegar a una puerta de madera bastante oscura.

Los violáceos ojos miraron hacia los apacibles y calmados par de ojos grises quienes de por sí, daban la terca respuesta de aceptar. Otro suspiro más se sumó a la pequeña herbolaria. Abrió la puerta y se mostró una pequeña sala al estilo más oriental, famosa de la época. En medio había una mampara de madera que separaba los ambientes de la habitación, y sumado a ello, el equipo necesario para realizar la transfusión.

— Muchas gracias por prestar tu ayuda, Fukubashi-san— Detrás de la mampara, salió una mujer elegante, quien cargaba consigo las consecuencias de sus palabras— En verdad, agradezco de todo corazón el sacrificio que haces— Y con ello, la dama se inclinó en una dogeza para responder ante tal enorme favor, todo para agradecer infinitamente lo que Yumiko va a hacer.

— No, no se preocupe...— Pero ante los ojos vacíos ojos ónix, las palabras no podían salir de su garganta. Solo se limitó a seguir a Shinobu quien comenzaba los preparativos para el procedimiento.

Para la ocasión, llamó a Kanao para que la asistiera y con un susurro le dio todas las indicaciones. Entre sus palabras, dejó en claro que trajera lo más importante para la finalización.

"De mi oficina trae la reserva que está en el tercer gabinete en la esquina superior derecha junto con los vendajes".

La callada chica asintió y se marchó de manera inmediata por el encargo.

— Entonces comencemos.

...

Regresando al caos generado por los chicos encerrados, las trillizas aparecieron por el pasillo y escucharon la voz de Tanjiro quien llamaba a alguien.

— Oigan, disculpen, podrían hacerme un favor niñas— Añadió el joven que podía ver a través de la pequeña ventanita que la puerta de madera proporcionaba. Las tres asintieron a la vez y el muchacho agregó— Necesito... un cortauñas, si un cortauñas.

A pesar de tal mandado, las tres sabían que no podían pedirle que les abran la puerta o que busquen sus espadas porque por orden de Shinobu, necesitaban quedarse ahí encerrados hasta que volviera. Pero un cortauñas no estaba entre los impedimentos y solo asintieron ante el pedido del amable chico.

Cuando el joven observó que las niñas se alejaban, regresó a ver a sus compañeros quienes aún estaban confundidos y enojados.

— Se me ocurrió un plan para salir de aquí y llevar a Inosuke hacia su objetivo— Aclaró el muchacho— Primero desgastaremos un poco el nudo principal de la soga con el cortauñas para que luego con fuerza romperla. Luego necesitamos cambiar de lugares. Zenitsu, tú reemplazarás a Inosuke.

— ¡¿Qué?! ¡Perdiste la cabeza Tanjiro! ¡Nos meterás en problemas y esta vez si nos van a castigar!

— No, no. Tú usarás la máscara de Inosuke y trata de no hablar o llorar— Explicó sonriente el contrario— Bien, luego Inosuke, debes escabullirte por el techo y salir de la finca. El resto está en tus manos.

El muchacho de mirada verdosa observó a sus dos secuaces y aunque no quiso agradecer el gesto de poder ayudarlo a su acometido.

— Hm! Al menos los secuaces del gran Inosuke son útiles.

Y con la llegada del cortauñas, el plan se puso en marcha y la mente de Inosuke comenzó a enfocarse en sus sentidos para ir lo más rápido posible hacia Yumiko. 

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Investigué un poco para saber cuanto era el máximo que se puede donar de sangre y cosas así. Pero descubrí que nuestro cuerpo puede tener entre 4,5 y 5 litros de sangre y hay muchos factores para que el número de eritrocitos se mantengan constante para mantener nuestro cuerpo en perfecto funcionamiento.

En fin, no tengo mucho más que agregar. Aunque ando un poco en dudas en lo que Yumiko, mi pobre niña, estará pensando en este momento. ¿Tienen alguna suposición? Si desean pueden comentarlo y los estaré respondiendo lo más pronto que pueda.

Que tengan un lindo fin de semana.

Att. Mint-sama

【Ens é ñame】 - [Inosuke  ̶H̶a̶s̶h̶i̶b̶a̶r̶a̶ Hashibira]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora