Noveno Acto: La dama y el tiempo

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Yumiko aprovechó ese día que Inosuke estaba más tranquilo para proponer de una vez por todas estudiar las letras y que él sea capaz de escribir una carta, pueda leer documentos y pueda expandir su mundo, su visión y su perspectiva.

Porque él es un chico capaz. 

Con determinación Yumiko caminó hacia el pelinegro con puntas azules y se sentó a su lado, él no dijo nada y mantenía su semblante serio mientras miraba hacia el horizonte, para su buena o mala suerte él ahora no usaba su máscara y esto dejaba al aire sus expresiones...

La más alta no sabía como iniciar una conversación, qué vergüenza, pues ella es mayor, es su maestra y no debía ser demasiado patética como para no saber como iniciar una conversación. Los nervios de Yumiko se reflejaban en sus manos, sus dedos índices giraban como una rueda, se tocaban sutil mente y la mirada apartada del rostro sereno del joven no era buen inicio. 

—¿Qué quieres?— Soltó con cierto enojo. Inosuke frunció ligeramente su ceño y por el rabillo de sus intensos ojos verdes vieron a la gigante.

—Pensé que quisieras... empezar a estudiar— Yumiko regresó a ver al más bajo y este solo regresó su mirada al frente—¿Pasa algo?—

—No es tu asunto— A pesar que sonara grosero, en el fondo de sus palabras habían cierto pésame, dolor o...

—¿Extrañas algo... cierto?—Con más tranquilidad y seguridad, Yumiko se sentó a su lado y miró hacia al frente— Sé que es difícil vivir alejado de cosas que extrañas... las misiones, tus compañeros, tus espadas... es como si te quitaran una parte de ti— El chico no mostró ninguna reacción, sin embargo ella le había atinado con sus palabras como exactamente se sentía.

"Ella es una bruja... si, debe de serlo" Pensó este por fin regresando a subir su mirada a aquellos ojos grises que miraban al frente. 

—El pajarraco dijo que la chica mariposa me dejará volver en tres meses... osea en tres lunas— Yumiko reprimió una risa para no lastimar los sentimientos de su pupilo, solo se limitó a negar con su cabeza.

—Tu podrás volver más rápido si empezamos a estudiar, si demuestras que realmente sabes leer y escribir, podrás regresar a tu mundo. Seguirás tu camino como cazador— La mirada de la gigante bajó y rápidamente Inosuke la apartó, pero no negaba que le interesaba lo que decía. 

—¡Pero soy el rey de la montaña! ¡¿Por qué todos insisten en que sepa eso?! Simplemente no vale, siempre y cuando pueda leer mi nombre me basta— Yumiko se preocupó por el concepto que realmente tenía el muchacho. 

Pero fue entonces que recordó una frase de aquel viejo cuento que su madre le contaba, su sonrisa comprensiva se plantó en su rostro y su mano pálida pasó a estar sobre la cabellera desarreglada del muchacho, este se enojó por el contacto pero observó esos ojos grises sobre él. 

—Un buen rey debe saber muchas cosas para guiar a sus subordinados, debe ser fuerte, capaz de todo, pero sobre todo debe saber expandir su visión...— 

—¿Visión? 

—Sí, visión. Si aprendes a leer y a escribir, podrás entender muchas más cosas, podrás comprender mejor acerca de todo lo que te rodea. ¡Expandir tu mentalidad! Tendrías ventaja sobre otros reyes. Tú eres el rey de la montaña, pero debes aspirar a más allá Inosuke—Su mano lentamente acariciaba por encima a esos desastrosos cabellos—Serías un buen apoyo para tus amigos, tus subordinados y demás... te hará crecer como persona— Los ojos de Inosuke brillaron fugazmente y se separo de aquella mano cariñosa y se paró frente a la gigante. 

—¡Seré el rey más listo del mundo!—Afirmó con un objetivo claro y luego su mano señaló con fuerza a la muchacha de ojos grises—¡ Y seré más alto que tú, gigante!— Yumiko se asombró por las palabras del muchacho.

—¿Más alto que yo?

—¡Sí! Porque es molesto que tenga que subir mi mirada a una subordinada más— Sí, en palabras del muchacho salvaje, Yumiko se había convertido en parte de su manada o en simples palabras. 

"Amigos"

—¡Yo soy el gran Inosuke! ¡El rey de la montaña y debo ser más alto que tú!— Afirmó con seguridad mientras volvía a entrar a la casa y comenzaba a caminar hasta la mesa—Enseñame de una vez... Chumiko— La de ojos grises volteó para sonreírle, por fin podían ponerse en marcha en su misión. 


【Ens é ñame】 - [Inosuke  ̶H̶a̶s̶h̶i̶b̶a̶r̶a̶ Hashibira]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora