Vigésimo sexto acto: El miedo de un rey

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Asfixiante, perturbado, exaltado, enojado, confundido, traicionado, decepcionado.

Pero sobre toda aquella maraña de emociones, Inosuke sentía miedo.

Un miedo calante que recorría su alma entera y desgarraba tortuosamente las memorias felices que acumuló a lo largo de su trayecto fueran desvanecidas por la barrida del viento. 


Inosuke tenía miedo. 


Tenía miedo de que la última imagen que viera sus ojos fuera a su más preciada persona desmoronara. Y que finalmente los cinentos formados con paciencia, se rompieran en pedazos. Tenía miedo el no poder despertar de la terrible pesadilla llamada una realidad... Aunque no entienda de mierdas filosóficas sobre la agobiante realidad, lo que tenía en claro de la literatura es lo que se abstrae de las emociones y la experimentación. Esas son las malditas pruebas que necesita para probar que es la realidad y  volver a luchar contra el impasible sueño e ir corriendo a proteger a la mujer que ama.

Sin embargo, la respiración agitada retumbaba en su pecho. Sus oídos se estremecieron inquietos al sentir la desintonizada línea de sonido. Sí, exactamente la misma cuando percibe cosas que no ve con su sentido humano, sino el más salvaje. Exacto, lo tiene en la punta de su lengua... oh, solo son pelos de su máscara. Desorientado, trata de regresar luego de experimentar un monólogo improvisado y tal vez salida de una posible cuarta pared. Pero necesita enfocarse nuevamente, trata de doblar sus dedos, sentir el cosquilleo de que estuvieron entumecidos por varias horas, al igual que sus piernas y el dichoso dedo pequeño de su pie izquierdo.

Todo entumecido y sumado a eso, una voz sosa, torpe e indecisa se oía más próxima y más próxima.

— Parece que está recuperando la conciencia.

No pensó que era tan mala, es más reflejaba un tanto de preocupación y tranquilidad que solía transmitirle Yu-

— ¡Tanjiro no te acerques imprudentemente! ¡No sabes lo que es capaz de hacer cuando se despierte de la nada! ¡Es impredecible!— Ah, sabía inconscientemente que faltaba un componente irritante, chillón e insufrible. Además de cobarde por no pelear con él.

"Bueno, creo que es hora de abrir los ojos y sorprender a mis súbditos de todo el poder llamado -conocimiento-"

Pero las palabras dichas no reflejan las acciones a continuación, cuando te sientes atrapado bajo una máscara que le resulta sofocante y sogas arraigadas como si fueran ramas de troncos están de por medio. Ningún paciente que recobre la memoria se sentiría bienvenido.

—¡Que mierdas son! ¡Quítenmelas! ¡Quítenmelas maldita sea!

— Oh, Inosuke despertaste.

Una genuina sonrisa se reflejaba a través de los ojos de la máscara, y estaba ahí un muchacho de cabellos rojizos, de grande frente y ojos raros, quien le daba el saludo más apacible del mundo. Sin comprender la urgencia que nuestro noble cerdo requiere.

—¡No es momento de saludos! ¡Exijo que me liberen! ¡Necesito salir de esto!

Los fulminó con la mirada, al igual que cualquier cliché de las novelas de... Yumiko... Se tranquilizó entre todo el jaloneo de las sogas amarradas a su cuerpo, y sin bastar eso, notó que estaba sujeto a la camilla de una habitación con más sogas. Recién se daba cuenta que también movió la cama con sus movimientos precipitados de gusano fuera de tierra.

—¡Hey! Retírenme la máscara, tengo algo importantes que decirles.

Inosuke, sorprendentemente habló de forma civilizada luego de haber despertado de una anestesia tan potente. Y por ello, el joven junto al de cabellos búrdeos se acercó para susurrarle.

"¿Y a este que le ha picado?"

— No me sucede nada extraño, estoy exigiendo mis derechos como una maldita persona que quiere hablar.

—¡OH DIOS MÍO, TANJIRO!— El rubio sujetó con fuerza las ropas del más confundido y tironeo con insistencia. Las exhalaciones dramatizadas y sobre exageradas comenzaban a hinchar la poca paciencia que puede retener en sus venas. —¡TE LO DIJE QUE NO LO GOLPEARAS TAN FUERTE ANTES DE ENVIARLO! Aunque fuera un favor pedido por la majestuosa Shinobu-san ¡NO DEBISTE DEJARLO ASÍ!

—Cálmate Zenitsu— Entonando un poco más serio, Tanjiro apartó las manos de su compañero y decidió acercarse más allá de las líneas permitidas.

Él por su parte aún no comprendía bien el "vigilen hasta que regrese" de la persona a cargo del lugar. Sin embargo, su pecho le decía que debía escuchar lo que Inosuke quiere expresar. Pero antes de si quiera poner sus manos ante la más apreciada pertenencia del atado. Una interrupción asomó con fuerza.

—¡Cállense!

Los gritos irritaron a una de las asistentes de la finca mariposa, y entre sus profundos zafiros recargados de enojo tomó en contra a su primera víctima, la puerta.

La inocente puerta fue azotada con toda la furia contenida en tan pequeño ser, quien se adelantó a detener el objetivo del chico frentón. Pero más allá de todo lo que sucedía externamente para el muchacho salvaje, no tan salvaje, pensó.

Pensó que tal vez tenga una única oportunidad y que uniendo cables con los acontecimientos antes de su patético desmayo, tenga el momento de poder encontrarla.

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No les miento, estuve atascada para sacar un nuevo capítulo de esta historia, y lo peor es que tengo planeado en como acabará pero no me salen las ideas para ejecutarlas.

Jajan't.

Y pues nada, les menciono que cambié un poco la forma de narrar este capítulos. ¿Qué les pareció? Quisiera saber un poco de su opinión más allá del contenido del cual escribo, ya que sus feedbacks pueden ser de mucha ayuda para traer mejoras a la calidad de la historia que leen :3

Finalmente, pero no menos. Les agradezco de todo corazón el montonzado de apoyo que está recibiendo este fic. En verdad no pensé que llegaría a tener tanto apoyo cuando empecé a escribirla. Y si me siguen desde antes, déjenme saberlo en los comentarios también, porque les tengo un aprecio mayor por el hecho de acompañarme a esta travesía llamada "Enséñame". 

Gracias a tod@s  

【Ens é ñame】 - [Inosuke  ̶H̶a̶s̶h̶i̶b̶a̶r̶a̶ Hashibira]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora