Cuarto Acto.- El jabalí y la dama

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La mañana siguiente, Yumiko se levantó temprano y fue al pasillo en donde había dejado la comida. Una sonrisa complacida se colocó en sus labios y caminó hasta el cuenco vacío. Su pupilo al menos durmió con el estómago lleno. 

—Es un alivio— la leve neblina de la madrugada se escapaba porque el sol comenzaba a irradiar desde las montañas— Será un buen día para tocarla— Caminó de regreso a su cocina, en donde haría el desayuno para ambos.

Por otra parte, no tan lejos de la casa, justamente en la cima de un árbol estaba el cuerpo de Inosuke, miraba irritado a la mujer que brincaba en el pasillo de la casa y se marchaba. 

"Este bosque está encantado y debe ser el guardián que no me deja bajar" Apretó varias veces su mandíbula y comenzaba a "pensar" la forma de escapar, si el guardián está enojado, el debe disculparse. 

—¡Que difícil es. . . "pensar"!— Una palabra que repetía varias veces los dos mapaches parlanchines— Ella debe saber que quiere el guardián— Y sin más, se dispuso a bajar por el árbol con la intención de entrar a la casa de la mujer extraña y preguntarle. 

El desayuno constaba en pescado salado junto a unas cuantas verduras en una sopa y el arroz

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El desayuno constaba en pescado salado junto a unas cuantas verduras en una sopa y el arroz. Pero las pisadas fuertes se escucharon en toda la casa y regresó a ver hacia atrás.

—¿Podrá ser...— Dejo a un lado los ingredientes y caminó fuera de cocina. Miró en todas partes de la habitación y no había nada, por lo que decidió salir al pasillo y caminó hasta llegar a los otros lugares. Pero estaba totalmente vacío. 

Regresó algo confundida a la cocina, quizas había sido su imaginación y creyó que Inosuke estaba dentro de su hogar. Pero algo le hizo levantar su rostro y observó algo colgado del techo. 

—Oye Chumiko— El chico bajó con la habilidad de un gato y se dirigió a la chica que era más alta que él.

—Hola Hashibara-kun, buenos días— Dijo amablemente. 

—Sabes que quiere el guardián— La cara de Yumiko mantenía la sonrisa pero sus cejas estaban curvadas en confusión. 

—¿Guardián?— Ella abrió sus ojos y miró la máscara. En cambio, el muchacho estaba algo desesperado de que no le entienda a la primera.

—¡Sí! ¡El maldito guardián del bosque no me deja bajar!— La maestra solo tenía una expresión sorpresiva—¡Él está enojado por algo y no me deja ir!— Yumiko analizó las palabras del joven pupilo y entendió su confusión. 

A la maestra solo se le escapó una risita, le hacía gracia la inocencia de Inosuke y tal vez esto sea bueno para ambos. 

—Claro, el guardián del bosque puso un hechizo para todos que no sepan leer y escribir, no les permitiría regresar— Inosuke se mantenía quieto, pero eso lo asustó— Pero yo puedo ayudarte con eso— El jabalí estaba sorprendido bajo su fiel máscara.

—¿Cómo?— Yumiko sonrió con satisfacción. 

—Yo te enseñaré— 


【Ens é ñame】 - [Inosuke  ̶H̶a̶s̶h̶i̶b̶a̶r̶a̶ Hashibira]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora