Segundo Acto.- El jabalí salvaje

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Había pasado exactamente tres días desde que mandó al cuervo junto con su mensaje, ahora nuestra inquieta maestra comenzaba a buscar los materiales para su primer día de clases. No bastaba con solo despejar una habitación para tal actividad, también coció a mano dos cuadernos de bambú y algunos carboncillos, también preparó la tinta y uno que otro pincel. . . es más, ella tiene mucho tiempo libre. 

El ruido de unos pasos acercándose a su domicilio la llenaron de alegría, sus mejillas estaban un poco rosadas por la emoción. Y como no, volvería a ver a la pequeña Shinobu-chan y su nuevo pupilo Innosuke. 

—Que emoción, que emoción— Repitió varias veces mientras caminaba de un lado a otro, era suerte de que no cayera con el yukata que siempre viste— Espera, debo tranquilizarme— Se dijo para sí misma. 

Pues aún le faltaban a esas personas 1km para llegar a su casa, no es más que suerte de su super oído, para calmar un poco su ansiedad, la maestra caminó hasta su cocina y fue a calentar agua, necesitaba servir té para sus invitados y también uno para relajarse. 

"En verdad es inquietante esta sensación, pero es bastante agradable" La brisa que entraba por el pequeño agujero de su cocina la conforto y le hizo recordar unos preciosos momentos que compartió con Shinobu y su querida hermana Kanae. 

"Espero que puedas encontrar tu descanso, amiga mía" Soltó un suspiro luego de aquel pensamiento que borró momentáneamente su sonrisa. Pero ella solo reacción y negó varias veces. Era un caso perdido recordar el pasado y su tenue sonrisa regresó.

Llevó consigo la bandeja con el té y caminó hasta el pasillo que daba al patio y a la gran salida del bosque que rodea tu hogar, el crujir de las hojas decía que estaban cerca y cierto es, un Kakushi asomó su cabeza y saludó cordialmente a la señorita del hogar. 

—Fukubashi-sama, hemos venido en el encargo de Shinobu-sama— Sus ojos grises se abrieron con más sorpresa al ver a otro mensajero cargar a una persona con máscara de jabalí y con varias sogas atadas a su cuerpo. 

—¿Eh? ¿Y no vino Shinobu-chan?— Los kakushis se miraron nerviosos y solo negaron con sus cabezas— Ya veo. . .— Miró algo desanimada hacia la bandeja junto a varias tazas de té— ¿Desean beber el té?— Había servido demás, pero los misteriosos trabajadores lo rechazaron amablemente. Ellos debían escapar antes que la bestia despertara. 

—L-lo sentimos, Fukubashi-sama. Debemos retirarnos de forma inmediata— El otro hombre solo dejó recostado en el suelo el cuerpo de esa persona con máscara de jabalí.

—Y Shinobu-sama me pidió que le entregara esto antes de nuestra partida— La maestra solo recibió en sus pálidas manos un trozo de papel— Esperamos que goce de salud, nos despedimos— La muchacha levantó su rostro y asintió con aquella sonrisa en sus labios. 

Solo esperó a que se marcharan para luego dejar ver su expresión de desilusión, en verdad quería ver a Shinobu. Leyó el papel el cual solo era un simple recordatorio:

"No le hables de tu condición, además de que ese bosque está encantado por ti" Era cierto, ella misma tenía la culpa que aquel bosque alrededor de su hogar sea uno de los más protegidos por la sociedad, y más si se trata de Shinobu. 

—Supongo que deberé esperar a que recuperes la consciencia— Dejó a un lado el papel y se colocó las sandalias de madera para caminar hacia el cuerpo de su pupilo, le daba curiosidad saber que clase de chico sería Innosuke Hashibara.

Se acuclilló frente al inconsciente cuerpo y pasó su dedo indice por encima de las sogas, aquellas estaban fuertemente amarradas a su cuerpo, esto le dio curiosidad. Su dedo viajó hasta donde parte de su pecho, pero sintió una respiración fuerte desde los orificios de la máscara. 

—¿Que habrá debajo de aquella máscara de jabalí?— No era solo su dedo, ahora sus manos estaban listas para levantar tal misterio, pero sintió que lentamente el cuerpo se removía incómodo—¿Eh?— 

—esos bastardos. . .— Fue lo que escuchó, pero su impresión la hizo caer al suelo cuando las piernas de ese joven se recogieron al nivel del abdomen para luego dar el impulso que lo pondría de pie—¡Son unos malditos bastardos!— Las sogas parecían que perdían su fuerza cada vez que el chico las apretaba, a tal punto que luego de unos segundos se rompieron. 

Yumiko cubrió su rostro para no recibir algún pedazo de soga, pero entre las aberturas podía observar a alguien sumamente enojado quien solo brillaba en furia, una alma inquieta y un dueño poco razonable. 

—¡¡Tú!!— Sin ningún respeto, aquel máscara de jabalí caminó enojado hacia la muchacha con intenciones de saber en donde carajos se hallaba—¡¡Dime en donde rayos estoy metido!!— Ella estaba un poco aterrorizada por lo fuerte de su voz, y es que claro que se iba a asustar. 

Nadie la visitaba y solo era ella y su voz todo el tiempo. 

—¡Habla de una jodida vez!— Sin poder formular alguna palabra, el jabalí no esperó a respuesta alguna de la mayor con cara de idiota. 

Dio media vuelta y se marchó bufando, le molestaba esta odiosa situación por culpa de la enana de la hacienda de las mariposas... Al rato, Yumiko volvió a respirar.

—Bueno, mi pupilo es un jabalí completamente salvaje— Pero su pequeña sonrisa no se borró y procedió a tomar su taza de té— Estoy emocionada por el reto— Sin más lo bebió, ella esperaría a que regresara por su cuenta. 



【Ens é ñame】 - [Inosuke  ̶H̶a̶s̶h̶i̶b̶a̶r̶a̶ Hashibira]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora