s e i s

951 141 12
                                    

—No creí que pasaríamos un gran día.—me decía Luke cuando estuve en frente de su puerta, a punto de irme.

—Yo tampoco, igual me caes bastante... bien.—me sinceré.

—Gracias, no quiero alejarme de ti, ¿sabes? no me importa lo que digan Calum y Ashton, para mí eres una gran persona...— sonreí al escuchar tal cosa viniendo de su boca. En las últimas horas había dejado de ser tan mierda con él y le dí una oportunidad para que seamos amigos. Quizá debería confiar en Set, creo. Es que, en serio quiero hacer amigos, quiero vivir, quiero ser normal como todos para que la gente deje de odiarme o temerme o lo que sea.

—Um.. gracias, Luke. Ya... debo irme ¿nos vemos mañana?

—Claro, adiós, descansa bien.

—Tú igual, adiós.

Cerró la puerta y me quedé perdido mirando la desolada calle unos momentos, no sé porqué.

Durante todo el camino a casa pensé en lo que habíamos hecho y en cuánto me había reído al estar a su lado. Pienso que vale la pena vivir si Luke está conmigo, literalmente, está iluminando mi vida como un farol en medio de la oscuridad. Agh, detesto ser cursi y pensar cosas así pero es la verdad.

Y si, puede ser que éste confiando en él demasiado rápido...

En tres meses te arrpentirás de haberlo hecho, idiota.

—Vaya, ayer parecías amable conmigo.

No puedo ser amigable contigo todo el tiempo.

—Bueno, lo entiendo.— le dije y no obtuve una respuesta.

Una señora vieja con bastón y cabello blanco me miró raro, de hecho, nadie puede evitarlo al ver que hablo "solo". Sería peor si les dijera que en realidad estoy hablando con un demonio llamado Set.

Si, estaría en un manicomio o algo parecido.

La vieja de bastón venía caminando hacía mí y supuse que me quería decir algo.

—Disculpe joven, ¿sabe usted donde queda la casa de Robert?

—No conozco a ningún Robert.

—Oh, bueno, lo buscaré más tarde. Lo que pasa es que él es mi nieto, ya no me acuerdo de cuál de mis hijos pero yo vine a la ciudad a pedirle...— empezó a contar la historia más aburrida del mundo y pensé en decirle que no tenía tiempo para escucharla pero en vez de eso me fui caminando como si nada dejando a la señora hablando sola.

Para cuando llegué a mi casa eran las siete de la tarde y no sabía que hacer. Ya que no tenía hambre me recosté en el sofá, encendí el televisor y miré un par de cosas interesantes hasta que sentí como mis ganas de dormir se hacían cada vez más grandes. Me levanté y me dirigí a mi habitación, subiendo las escaleras. Entré y me lancé a la cama exhausto, hasta caer dormido.

"Estaba en el patio del instituto con mi mejor amigo Calum. Éramos los únicos ahí ya que las demás personas se habían ido a sus casa.

Hazlo. Vamos, golpéalo. Le darás una lección a ese tonto.—me había dicho Set.

Yo no quiero hacer eso.

De acuerdo, lo haré yo entonces.

Unas sillas salieron volando por la puerta principal del instituto y se dirigían directo a Calum. Recuerdo que fue muy raro. Recuerdo que...

¡No!— se golpeó la cabeza varias veces, y sus libros, se cayeron.

¿Ves? es divertido.

Claro que no lo es. Déjalo en paz, es mi amigo Set.

Es un obstáculo, no es tu amigo.

Calum agarró sus libros del suelo, y antes de echarse a correr a toda velocidad, me gritó.

¡Eres una horrible persona, un... demonio!

Comencé a llorar descontroladamente, y antes de mirar como mi mejor amigo se alejaba de mí, me fui.

Mi corazón latía rápido, corrí por las calles desesperado. No quería hacer eso. Calum era mi mejor amigo, yo le quería.

De repente la escena cambió y me encontraba en una calle oscura. Nada la iluminaba. Entonces, una luz se empieza a acercar a mí. Me doy cuenta de que no es solo una luz, en realidad, tiene figura humana pero puedo ver que tiene alas blancas en su espalda. Es un ángel. Cada vez está más cerca de mí, tanto que... dios mío, es Luke.

Sentí que había algo en mi espalda también, así que me volteo. Alas negras como el petroleo salieron de la nada. Si, efectivamente, ya lo estaba entendiendo.

Luke era un ángel bueno y amable.

Mientras que yo, con alas negras, era malo y con un alma rota.

No por mucho tiempo.—me dijo Luke.— Yo voy a curar cada una de tus cicatrices."

Me levanté sobresaltado. Miré mi reloj en la mesa de luz que marcaba las 02.37 a.m.

Estaba sudando y tenía lágrimas en los ojos, me sentía muy raro, pero sabía que el sueño no era real. No podía serlo, Luke no me ayudaría... no.

Ya te ayudó una vez, ¿no?

Si, pero... no. Lo hizo porque me vio medio muerto en el parque y le di pena, no porque le importo. Me niego a pensar que de verdad se preocuparía por mí. Enserio.

-
Hola, que no es un GRAN capítulo pero pronto pasarán más cosas :D

disconnected ♬ Ah

¿Que piensan chicas? :)) ahre

Besos.

demons ✨ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora