Lights | ᴠᴍɪɴ

|| XIV ||

En los brazos de Hoseok

Habían pasado un par de meses desde la última vez en que Taehyung y Jimin se miraron directamente en los ojos, pero nunca pudieron salir de sus mentes.

Taehyung estaba completamente arrepentido de lo que había dicho y hecho, pero también estaba confundido si aquello le demostró lo que en verdad su "amigo" era. Estaba realmente confundido, y con Wheein a lado no ayudaba. Hasta que por fin, decidió olvidar a Jimin y seguir con su vida; pero día a día se le complicaba hacer eso.

Mientras tanto, Jimin era todo lo contrario. Cada día le dolía más y más ver a Taehyung sonriente con el resto de sus amigos, con su novia y con todo los que lo rodeaban, como si nada hubiera pasado. Sí que lo había olvidado con facilidad, mientras que él, lloraba en silencio cada noche.

Dentro de él se sentía que algo le quemaba, que no podía respirar cuando recordaba las cosas horribles que le había dicho a su amigo, moría de celos al ver besarse con su novia y al recordarlo.

La vida de Jimin era horrible sin Taehyung.

Taehyung y sus amigos estaban sentados en una banca del campus, mientras esperaban a que la hora de su próxima clase llegara, y minutos después apareció Wheein, quien se sentó en el regazo de su novio a escuchar la conversación de los cuatro sin invitación alguna.

Por supuesto que al principio, todos sus amigos aceptaban que Taehyung invitara a su novia pasar el rato con ellos, incluso la metían en sus conversaciones; pero mientras los días pasaban y la chica se le hacía costumbre hacerlo diario y seguido, poco a poco se empezaron a incomodar.

También necesitaban privacidad. No todo lo que decían lo podía escuchar ella. Ni siquiera podían salir los cuatro, porque Wheein no dejaba salir a Taehyung, porque eran sus días de cita o ella también quería estar. Se empezaban a hartar.

Por supuesto que ni uno de los tres se decían nada y ni se lo iban a decir a Taehyung, que poco caso les hacía a sus amigos ahora que Jimin se había ido de su rutina, pero en especial; Hoseok era quien ya no soportaba más las ganas de oprimir ese sentimiento. Un día se le iba a zafar.

― Y finalmente pasé el examen de literatura. Con siete ¿Verdad? Pero estoy orgulloso de mí. ― soltó Seokjin entre su conversión, antes de que todos desviaran su mirada a aquella cabellera rubia que siempre pasaba cerca de ellos, pero que no habían vuelto a ver a centímetros de sus ojos.― A veces extraño a Jimin.

Taehyung se tensó, porque siempre que escuchaba ese nombre, muchos recuerdos lo invadían de diferentes formas, destruyendo su actuación del Taehyung que ya superó a su ex mejor amigo.

Wheein lo observó y también se tensó. No sabía por qué aún seguía actuando de esa manera al recordar a Jimin. Se estaba desesperado.

― Oigan chicos. ―dijo Taehyung, ganándose la mirada de todos.― El hecho que Jimin y yo ya no nos hablemos, no quiere decir que ustedes dejen de ser amigos. El problema fue entre él y yo, y ustedes no tienen nada que-

―Oh. De eso no te preocupes. No hemos dejado de hablar con él. ― respondió nuevamente Jin con seguridad, ganándose una mirada desconcertada de la pareja de novios. En especial de Taehyung.

―Le hemos enviado mensajes y nos ha respondido todos. ―siguió el moreno.

― Nos sigue ayudando con las tareas.

― A veces hablamos de nuestras tardes.

― Pero cuando intentamos hablar con él de frente; siempre huye y no sabemos porqué. ― finalizó el mayor de todos con un rostro demasiado triste.