|| XVIII ||

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Volviendo a la normalidad

La señora Park se había levantado a su hora de costumbre de un domingo, haciendo el desayuno rápidamente, para que ella y Jimin desayunaran antes de atender la florería.

Se encontraba friando unos huevos en la estufa, cuando observó que un chico a su lado pasó para agarrar un vaso con agua, sin tomarle mucha importancia.

― Buenos días.

―Buenos días.―contestó la mujer, aunque se sorprendió de la voz ronca que la saludó. Pensó que tal vez Jimin había amanecido ronco; pero siguió viendo a los huevos freír.

― Buenos días mamá. ―y un rubio besó a la señora Park en la mejilla, para después agarrar un vaso con agua como acostumbraba.

―Buenos dí- ¿No ya te había saludado? ―Dijo la mujer con una ceja alzada.

―No mamá. Acabo de llegar. Perdón por levantarme tarde.

La mujer muy desconcertada asintió, pensando tal vez que había sido su imaginación, hasta que llevó ambos platos a la mesa, para encontrarse con la sorpresa de que había un pelicafé en su mesa, que no había visto desde hace meses.

―¡Taehyung!

La mujer por poco tira los dos platos, sino fuera porque los otros dos jóvenes tenían buenos reflejos y pudieron ayudarla a evitar un desastre.

―Buenos días señora Park. Ya la había saludado hace unos minutos, cuando fui por mi vaso de agua. Creí que me había reconocido.

― Yo-o... No-o... ―tartamudeó, porque no se esperaba encontrar a un Taehyung mañanero, y mucho menos cuando su hijo le había dicho que había peleado con él y sus demás amigos. ―¿Cuándo llegaste?

―Por la madrugada señora Park. Espero que no se haya molestado por llegar sin previo aviso. ―contestó apenado Taehyung.

―¿Y Jimin te ayudó a entrar?

― Así es. ―Entonces, la mujer le lanzó una mirada sorprendida a Jimin y éste la desvió para evitarla, tomando de su vaso con agua.― Y no se preocupe por mi desayuno. Ahora mismo haré el mío. ―Y se dirigió a la cocina, dejando a madre e hijo en el comedor.

―¿Por qué no me dijiste que vendría?

―Fue inesperado mamá. Llegó sin previo aviso y no podía negarle mi ayuda.

― ¿No que estaban peleados?

― Nos reconciliamos hoy mismo.

―Ajá. ―dijo la mujer, sabiendo que su hijo escondía algo, por las mejillas ruborizadas.  ―Haré como que te creo.

―¡Mamá!

Y ambos se empezaron a reír, aprovechando que Taehyung no podía lograr escuchar desde la cocina.

****

Nuevamente un lunes de clases, donde varios estaban estresados, cansados, desvelados, incluso con preguntas existenciales si valía la pena seguir estudiando, para volverse otro ser humano esclavizado en una rutina de trabajo por el resto de su vida. Jimin y Taehyung pasaban por lo mismo, pero con una sonrisa y un motivo por seguir, a pesar de todo lo que venía para ellos en un futuro, pero en uno donde ellos estarían juntos.

Ambos se encontraron a la mitad del camino como acordaron en la mañana por mensaje. Venían hablando y riendo, hasta que entraron a la preparatoria y se encontraron a el resto de sus amigos esperándolos en una banca del campus.

Lights | ᴠᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora