Lo que fuimos ayer

159 15 8
                                    

Tras pasar un día hospitalizada, Mikasa fue dada de alta. Su condición era estable y lo único que necesitaba era reposo, por lo que paso dos meses enteros en su hogar junto a su hijo que siempre miraba con ilusión el vientre de su madre a sabiendas de que ahí estaba su hermanito.

-¿Cómo van las cosas en el despacho?-Hace tiempo Mikasa decidido dejar su trabajo como secretaria para dedicarse a su familia, aunque seguía en el mundo del modelaje e incluso muchas marcas de ropa la solicitaban a menudo.

-Erd está a cargo en lo que regresa el Lic. Ackerman-Sasha ese día fue a visitar a su amiga, no iba sola sino con Alejandro.

-Las investigaciones... ¿Qué tanto sabes de eso?-Alejandro jugaba con el pequeño Misael que se lo pasaba balbuceando, aún no decía su primera palabra y tampoco caminaba, pero sus padres entendían que cada niño se tomaba su tiempo para aprender a hablar y caminar.

-Nadie en la oficina menciona el tema. Están al tanto de lo que paso con la Lic. Ral pero también saben quién está detrás y es peligroso meterse con la mafia-Aquella mujer de cabellera ébano le tenía mucha confianza a su buena amiga.

-Sasha...-La aludida termino de cortar en cuadritos varias barras de surimi.

-¿Qué es?-Colocando dentro de un cuenco varios ingredientes para preparar hamburguesas de surimi.

-Vi a Jean-La mujer de castaña cabellera corta dejó lo que estaba haciendo. Mikasa permanecía sentada, observaba a su amiga y la reacción que tenía.

-¿Él es el hombre que te abandonó?-Asintiendo-Pero, ¿Dónde lo viste?

-Sasha, Jean no me abandono a propósito, lo forzaron a dejarme. Hace tiempo lo supe por boca del Lic. Ackerman, pero también seguí su consejo y ya no lo busqué por mi propia seguridad o quizás por mi egoísmo. Te lo digo, me cuesta creer que sea una persona tan diferente-Sasha se limpio las manos en un delantal, acercándose a su amiga para tomarla de las manos.

-Debió ser difícil para ti, amabas mucho a ese hombre. Ahora tienes a tu lado a una persona que esta dispuesta a dar todo de él para hacerte feliz, también están tus hijos y eso Jean debe entenderlo-Mikasa mantenía su mirada abajo.

Mirando las manos de Sasha, sonrió triste al recordar que el culpable de todas las desgracias que hace cinco años pasó era una persona que seguía metiéndose en sus vidas de algún modo u otro.

-Fue Fubar el que se metió en nuestro camino-Los vellos de la nuca se le erizaron a Sasha.

-¿Cómo es eso posible? Entonces este Jean del que me hablas no era una buena persona-Negando.

-El pasado de Jean me es desconocido, pero el Lic. Ackerman me dio algunos detalles que me han servido para saber que Jean no era malo... no lo era por aquel tiempo, ahora no estoy tan segura de eso-Las manos de su amiga temblaban.

Escuchaba Sasha la risa de su hijo, también apreciaba desde ese lugar como jugaba con el pequeño Misael.

-El padre de mi hijo también es una persona que esta metida en asuntos serios. Esa es una de las razones por las que Alejandro no lleva su apellido, mi pareja tampoco se contacta conmigo, pero sé que es una buena persona que intenta hacer un mundo más seguro para nuestro hijo-Raras eran las ocasiones en las que Sasha hablaba de su pareja.

-Algo se rompió dentro de Jean, no tengo pruebas, pero tampoco dudas. Lo sé porque sus ojos ya no eran los mismos que recuerdo-Una sonrisa triste se dibujó en el rostro de Sasha.

-¿Qué sentiste al verlo de nuevo?-Mikasa se tomo algunos segundos para pensar en la respuesta.

-Fueron muchas emociones encontradas. Pensé que no lo volvería a ver y, de repente, recordé que él fue una de las pocas personas que me animo mucho para seguir adelante... subió mucho mi autoestima, aunque después caí tan bajo que apenas podía moverme-Sasha se puso de pie, abrazando a su buena amiga.

Titánica mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora